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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Han sido capaces de llenar páginas y páginas sobre sus deseos para los pueblos y las ciudades en los que querían gobernar. Y digo bien, “sus deseos”, porque da la impresión de que de los nuestros, los de los ciudadanos que les teníamos que votar, se los han dejado olvidados en algún cajón. Nos han ofrecido toda clase de sueños: Tranvías, parques, ciudades verdes, viajes gratis en avión, viviendas sociales, cientos, miles de ellas, trenes de cercanías y de colores, trasvases de agua para nuestros regantes, acabar con las fugas de Galasa, y, por si faltaba algo, algún joven candidato de la llamada la izquierda de la izquierda, anunciaba que van a rebajar el precio de los cubatas.
Algún candidato ha mencionado, casi de pasada, algo de bajar impuestos, pero lo hace con boca chica, sin demasiado entusiasmo (con el mismo que el presidente de Usa ha dicho lo de limpiar las tierras de Palomares) y que se ha quedado en otra reunión más de los técnicos.
No he leído a ninguno de los que buscan vivir de nuestros impuestos el intento, solo el intento, de rebajar los enormes gastos superfluos que tienen nuestros ayuntamientos. Han oído ustedes a algún padre o madre de la patria decir que van a bajar el número de asesores que tienen concejales o diputados provinciales. Asesores que nunca sabemos a qué ¡coño! dedican sus esfuerzos. No creo que lo hayan escuchado.
¿Saben si alguno ha mencionado lo de quitar el sobresueldo que tienen los diputados provinciales cuando acuden a los plenos de sus ayuntamientos? En la capital se llevan cuatrocientos del ala por estar unos minutos en silencio jugando con el móvil. Teléfono que también le pagamos nosotros, como la Tablet, el ordenador y cualquier otro insumo que necesiten para su labor. Dicen que los necesitan para defender a los ciudadanos. Qué cara tienen estos pequeños padres de la patria, y muy dura, hay que reconocerlo. Y qué decirles de las comisiones municipales, convertidas en un emolumento más a cobrar por los asistentes.
¿De verdad hacen falta tantas áreas municipales, con sus ediles, sus asesores y sus sueldos para sacar adelante el trabajo de un ayuntamiento? Los distintos políticos de los partidos en el oposición a Pedro Sánchez se han venido quejando del número de ministerios y de los cientos de asesores que los rodean. Ven la mota en el rival, pero se olvidan de la viga que tienen ellos. Y encima se sigue pagando una buena pasta a los grupos políticos que conforman ayuntamientos y diputación. Y de esto tampoco nos dicen nada estos camaleones de la política. Y sobre lo que reciben los sindicatos, sin hablar de los liberados, que esa es otra cuestión.
Te anuncian viajes gratis en los autobuses, pero esos trayectos se pagan con los impuestos de todos los ciudadanos, incluso con los de aquellos que no viajan en el bus. Dan comidas a las mujeres, que pagamos entre todos, a los viejos, igual, a los vecinos, y así a todo grupo del que se pueda lograr un voto.
¿Es necesario que un ayuntamiento y la diputación se conviertan en una organización de caridad a la que se acercan en busca de subvenciones diferentes sectores de la población? No creo que sea la labor de un ayuntamiento, pero buscando el silencio, o los votos en este momento, los alcaldes llenan las manos vacías de todo el que se acerca a ellos.
En el caso de la diputación no estaría de más que desde la oposición se analizaran las cuentas y se les dijera a los almerienses cuánto se dedica a la inversión en los pueblos, cuánto a subvenciones, cuánto a sindicatos, cuánto a la iglesia…cuánto, cuánto, cuánto.
De estas cuestiones los políticos no quieren hablar durante la campaña, y una vez que ustedes les han dado su voto, no piensen que lo vayan a hacer muy claramente. Será el momento de buscar forma y manera de cobrar algo más. ¿Se subirán los sueldos? Suelen hacerlo cada vez que comienza un nuevo consistorio.
Algún candidato ha mencionado, casi de pasada, algo de bajar impuestos, pero lo hace con boca chica, sin demasiado entusiasmo (con el mismo que el presidente de Usa ha dicho lo de limpiar las tierras de Palomares) y que se ha quedado en otra reunión más de los técnicos.
No he leído a ninguno de los que buscan vivir de nuestros impuestos el intento, solo el intento, de rebajar los enormes gastos superfluos que tienen nuestros ayuntamientos. Han oído ustedes a algún padre o madre de la patria decir que van a bajar el número de asesores que tienen concejales o diputados provinciales. Asesores que nunca sabemos a qué ¡coño! dedican sus esfuerzos. No creo que lo hayan escuchado.
¿Saben si alguno ha mencionado lo de quitar el sobresueldo que tienen los diputados provinciales cuando acuden a los plenos de sus ayuntamientos? En la capital se llevan cuatrocientos del ala por estar unos minutos en silencio jugando con el móvil. Teléfono que también le pagamos nosotros, como la Tablet, el ordenador y cualquier otro insumo que necesiten para su labor. Dicen que los necesitan para defender a los ciudadanos. Qué cara tienen estos pequeños padres de la patria, y muy dura, hay que reconocerlo. Y qué decirles de las comisiones municipales, convertidas en un emolumento más a cobrar por los asistentes.
¿De verdad hacen falta tantas áreas municipales, con sus ediles, sus asesores y sus sueldos para sacar adelante el trabajo de un ayuntamiento? Los distintos políticos de los partidos en el oposición a Pedro Sánchez se han venido quejando del número de ministerios y de los cientos de asesores que los rodean. Ven la mota en el rival, pero se olvidan de la viga que tienen ellos. Y encima se sigue pagando una buena pasta a los grupos políticos que conforman ayuntamientos y diputación. Y de esto tampoco nos dicen nada estos camaleones de la política. Y sobre lo que reciben los sindicatos, sin hablar de los liberados, que esa es otra cuestión.
Te anuncian viajes gratis en los autobuses, pero esos trayectos se pagan con los impuestos de todos los ciudadanos, incluso con los de aquellos que no viajan en el bus. Dan comidas a las mujeres, que pagamos entre todos, a los viejos, igual, a los vecinos, y así a todo grupo del que se pueda lograr un voto.
¿Es necesario que un ayuntamiento y la diputación se conviertan en una organización de caridad a la que se acercan en busca de subvenciones diferentes sectores de la población? No creo que sea la labor de un ayuntamiento, pero buscando el silencio, o los votos en este momento, los alcaldes llenan las manos vacías de todo el que se acerca a ellos.
En el caso de la diputación no estaría de más que desde la oposición se analizaran las cuentas y se les dijera a los almerienses cuánto se dedica a la inversión en los pueblos, cuánto a subvenciones, cuánto a sindicatos, cuánto a la iglesia…cuánto, cuánto, cuánto.
De estas cuestiones los políticos no quieren hablar durante la campaña, y una vez que ustedes les han dado su voto, no piensen que lo vayan a hacer muy claramente. Será el momento de buscar forma y manera de cobrar algo más. ¿Se subirán los sueldos? Suelen hacerlo cada vez que comienza un nuevo consistorio.
