¡Qué madrugón le distes a tus ediles, María!


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

A la alcaldesa de la capital, María Vázquez Agüero, no se le ocurrió otra historia para fastidiar a los ediles de su Ayuntamiento, que convocar el pleno sobre el soterramiento un lunes a las ocho de la mañana.

¡Qué madrugón les hiciste dar! No tienes perdón, alcaldesa.

María, entiéndelo mujer, eso no se les hace a unos compañeros, y menos abriendo semana, donde aún se traían las ojeras del viernes y del sábado con procesiones en las primeras noches de Semana Santa y el consabido paseo por los bares del casco histórico de la ciudad.

Entiendo que los treinta y seis minutos que duró el pleno estaban muy bien pagados para aquellos concejales que no tiene dedicación exclusiva. ¿Siguen siendo cuatrocientos euros la asistencia a pleno, o habéis subido la asignación sin mucha publicidad? Nos podemos esperar cualquier historia de la clase política que nos gobierna.

El pleno era histórico, se oyó en todas las voces que se elevaron en el salón. Les gusta a nuestros políticos vivir esos momentos a los que poner el acento de la historia. Se trataba de aprobar el convenio sobre el soterramiento, y como se esperaba, salió por unanimidad. Todos estaban de acuerdo, todos votaron a favor, todos hacían historia.

Y se felicitaban, y nuestros ediles extendían esas felicitaciones al mundo que les rodea, técnicos, funcionarios, políticos anteriores y ciudadanos. Se les llenó la boca manifestando que han sido los ciudadanos, con su esfuerzo y permanente postura, los que han logrado que el soterramiento esté en vías de encontrar su camino.

¡Gracias a los ciudadanos, decían todos ellos, tendremos soterramiento!

Quiere ello decir que los ciudadanos también son los culpables de que no se llevara a cabo el trasvase del Ebro, que son los ciudadanos los culpables de que se haya suspendido el trasvase Tajo-Segura, que son los ciudadanos los culpables de la tontería de la vía de emergencia del Paseo de la ciudad.

Sean ustedes un poco más serios en sus razonamientos. A ustedes las quejas, deseos y protestas de los ciudadanos les importan un pimiento, si no fuera así, el hotel del Algarrobico estaría abierto, que es lo que pedían los vecinos de Carboneras. Por poner un ejemplo, les podría recordar docenas de ellos.

Entre los felicitadores, el señor Pérez de la Blanca se llevó la palma en alabanzas. No dejó títere en esta y otras dimensiones sin recibir la felicitación del caballero. Lo veo en la lista de María. Los demás mantuvieron la misma cantinela. Todos debemos alegrarnos y felicitarnos ante el día histórico que ese lunes se estaba viviendo en el Ayuntamiento. Me van a permitir que deje mi felicitación para el día que llegue el soterramiento y el Ave entre en la estación. Lo veo tan lejano, tan lejano ese día, que aún no me lo creo.

No hubo una palabra en contra de nada ni de nadie, ni un recuerdo negativo, solo que llevamos muchos años esperando y que deberíamos felicitarnos por lo conseguido décadas después. El pleno acabó con Ana Martínez Labella, dedicándole un mensaje a Miguel Cazorla: Si no estamos en la próxima corporación “no va a tener usted con quién meterse”.

Y es cierto. ¿Duda doña Ana el estar en la próxima corporación? Algunos la damos como segura, pero en política ya se sabe, y si no que se lo pregunten a su compañera de corporación, que no de partido, Amparo Ramírez, que sería un milagro verla de nuevo sentada en un sillón municipal. Está visto que Adriana le tenía algo de pavor, o por lo menos así lo ha jugado.

¿Qué ocurrirá con Miguel, logrará un asiento entre los veintisiete? Las encuestas dicen que no, pero… él es capaz de todo. Y a un pleno sin la voz de Cazorla le va a faltar aliciente y algo de morbo. Vamos Miguel, tú puedes.
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