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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
¡Es usted un exagero, un gafe, un antisistema!
Me pueden llamar lo que ustedes quieran, pero lean y relean con detenimiento todo lo manifestado por la ministra Raquel Sánchez. No solo la duda que manifiesta de que el Ave llegue en el 26 a nuestra estación, que esa puede ser la menor de las preocupaciones que nos puede afectar, lo grave es la ruptura del convenio con la Junta de Juanma Moreno para el soterramiento y otras lindezas ferroviarias.
Los políticos son especialistas en buscar culpables a sus incumplimientos, y el Gobierno de Sánchez venía buscando uno para el Ave con Almería, sabedor de que el 26 se le iba a atragantar a cualquier gobernante que se encuentre en ese año al frente del Consejo de Ministros. Y todo indica que lo ha encontrado.
La Junta de Andalucía le ofreció al Gobierno Central un nuevo plan de financiación que, decía, mejoraba el anterior y económicamente era mejor para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, de 18 millones pasa a 48. Si esto es así, no se entiende que desde el Ministerio de Fomento se haya roto el pacto, no se acepte el nuevo plan y se diga que comienza todo de nuevo. ¿Creen ustedes que debía haber mucho problema en ponerse de acuerdo? si el nuevo no gusta a una de las partes, se vuelve al primitivo, y se sigue con el trabajo programado. Sería lo lógico entre gente normal. Pero estamos ante políticos. ¿No son normales? No sabría qué decirles, pero creo que no.
¿Dónde parece que está la verdad?
En que doña Raquel y el PSOE de Almería ya se ha buscado la excusa para que poder echar la culpa a otros de que el Ave no llegue en el 26, ni en el 27, y ya veremos si lo hace en el 30. Rompo el acuerdo, doy por terminada la colaboración, y pase lo que pase en el futuro político de este país siempre tendré la posibilidad, se dirán los del Gobierno de Sánchez, de echarle la culpa a la Junta del PP y de Moreno por querer imponer un nuevo acuerdo.
La duda del 26 de doña Raquel es la que venimos teniendo todos los ciudadanos almerienses desde hace más de veinte años: Que no tendremos Ave en años, y ya veremos si en la próxima década lo conseguimos.
Imagino algo desesperado al señor Martín, subdelegado él del Gobierno de Sánchez, que viene el hombre apostando, no se ha jugado el bigote porque no se lo deja, a que el Ave estará, sí o sí, en el 26 entrando por nuestra estación, pero ya tiene la excusa: la Junta ha roto el acuerdo con el gobierno. ¿A qué sí?
Ya no tiene el señor Martín, compromiso alguno con el 26 tras escuchar o leer a la ministra y su duda.
Por lo que ya no seguirá usted apostando a que en el 26 tendremos el Ave saludando desde la estación de Almería.
Su compromiso de llegada del Ave lo han roto otros, los del PP, no usted ni su Gobierno, señor Martín. Un amigo común, de nombre Joaquín, me asegura que es usted un tipo estupendo. Y no lo pongo en duda, menudo problema se ha quitado de encima con el 26.
Una duda me corroe. Si la Junta estaba dispuesta a poner unos treinta millones más de lo previsto en el primer convenio ¿por qué no se ponen de acuerdo con el segundo? Alguien no nos está diciendo toda la verdad.
Me pueden llamar lo que ustedes quieran, pero lean y relean con detenimiento todo lo manifestado por la ministra Raquel Sánchez. No solo la duda que manifiesta de que el Ave llegue en el 26 a nuestra estación, que esa puede ser la menor de las preocupaciones que nos puede afectar, lo grave es la ruptura del convenio con la Junta de Juanma Moreno para el soterramiento y otras lindezas ferroviarias.
Los políticos son especialistas en buscar culpables a sus incumplimientos, y el Gobierno de Sánchez venía buscando uno para el Ave con Almería, sabedor de que el 26 se le iba a atragantar a cualquier gobernante que se encuentre en ese año al frente del Consejo de Ministros. Y todo indica que lo ha encontrado.
La Junta de Andalucía le ofreció al Gobierno Central un nuevo plan de financiación que, decía, mejoraba el anterior y económicamente era mejor para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, de 18 millones pasa a 48. Si esto es así, no se entiende que desde el Ministerio de Fomento se haya roto el pacto, no se acepte el nuevo plan y se diga que comienza todo de nuevo. ¿Creen ustedes que debía haber mucho problema en ponerse de acuerdo? si el nuevo no gusta a una de las partes, se vuelve al primitivo, y se sigue con el trabajo programado. Sería lo lógico entre gente normal. Pero estamos ante políticos. ¿No son normales? No sabría qué decirles, pero creo que no.
¿Dónde parece que está la verdad?
En que doña Raquel y el PSOE de Almería ya se ha buscado la excusa para que poder echar la culpa a otros de que el Ave no llegue en el 26, ni en el 27, y ya veremos si lo hace en el 30. Rompo el acuerdo, doy por terminada la colaboración, y pase lo que pase en el futuro político de este país siempre tendré la posibilidad, se dirán los del Gobierno de Sánchez, de echarle la culpa a la Junta del PP y de Moreno por querer imponer un nuevo acuerdo.
La duda del 26 de doña Raquel es la que venimos teniendo todos los ciudadanos almerienses desde hace más de veinte años: Que no tendremos Ave en años, y ya veremos si en la próxima década lo conseguimos.
Imagino algo desesperado al señor Martín, subdelegado él del Gobierno de Sánchez, que viene el hombre apostando, no se ha jugado el bigote porque no se lo deja, a que el Ave estará, sí o sí, en el 26 entrando por nuestra estación, pero ya tiene la excusa: la Junta ha roto el acuerdo con el gobierno. ¿A qué sí?
Ya no tiene el señor Martín, compromiso alguno con el 26 tras escuchar o leer a la ministra y su duda.
Por lo que ya no seguirá usted apostando a que en el 26 tendremos el Ave saludando desde la estación de Almería.
Su compromiso de llegada del Ave lo han roto otros, los del PP, no usted ni su Gobierno, señor Martín. Un amigo común, de nombre Joaquín, me asegura que es usted un tipo estupendo. Y no lo pongo en duda, menudo problema se ha quitado de encima con el 26.
Una duda me corroe. Si la Junta estaba dispuesta a poner unos treinta millones más de lo previsto en el primer convenio ¿por qué no se ponen de acuerdo con el segundo? Alguien no nos está diciendo toda la verdad.