El tribunal le ha impuesto una pena de nueve meses de prisión
ALMERÍA HOY / 21·12·2022
Un tribunal militar ha condenado a nueve meses de prisión a una ex dama legionaria destinada en la base 'Álvarez de Sotomayor' en Viator por insultar y agredir en estado de embriaguez a un cabo que realizaba funciones de centinela en la garita de acceso al recinto.
La soldado, que tuvo que ser reducida por miembros del cuerpo de seguridad de la base y llegó a "lanzar un rodillazo en los genitales" al cabo, admitió los hechos en el acto de juicio, y mostró conformidad con la pena interesada por el fiscal por un delito contra centinela en su modalidad de maltrato de obra.
Según recoge la sentencia, hecha pública este miércoles y consultada por Europa Press, los hechos se remontan al 14 de agosto de 2020. La entonces dama legionaria se dirigió a las 20,00 horas a la puerta de acceso de base con síntomas evidentes de haber consumido bebidas alcohólicas.
Al preguntarle el cabo que realizaba funciones de centinela en la garita qué quería, "no supo responderle" dado su estado de embriaguez, por lo que este le dijo "que no le hiciera perder el tiempo".
Acto seguido, la soldado, "de malas formas y en actitud chulesca" se dirigió a él diciéndole que ella no hacía "perder el tiempo a nadie", por lo que le ordenó que se apartara de la ventanilla de la garita.
Ella, según indica el fallo, contestó al cabo que no iba "a ningún lado" porque "no me sale del coño" y este, al ver que "desobedecía las órdenes", decidió salir de la garita y "la apartó de la ventanilla".
La dama legionaria decidió irse al aparcamiento, pero regresó al cabo de unos minutos a la puerta de la base "profiriendo frases como 'donde está el Cabo de mierda, que salga que lo voy a reventar" y "abalanzándose sorpresivamente sobre él con intención de agredirle".
Los hechos probados señala que se inició un "forcejeo entre ambos" en el que se vio implicado otro cabo, al que "empujó", y que solo censó cuando intervinieron para "separarlos" miembros del cuerpo de seguridad aunque ella "volvió a acometerle, lanzándole un rodillazo a sus genitales que no impacto porque pudo esquivarlo".
Añade la resolución que, mientras "era reducida", desde el suelo "lanzaba patadas diciendo 'hijo de puta te voy a reventar, cabo de mierda gilipollas'", y que, al levantarse, "comenzó a "lanzar patadas a la garita".
"Al ser separada finalmente, siguió insultando diciendo 'putas zorras que se follen a todos', 'la Legión no es lo que era', 'es una mierda', '¿donde está ese hijo de puta que lo voy a matar, que me ha pegado?' o 'me da igual que sea cabo, que se quite el parche y que lo arreglamos'".
Tras media hora, la soldado se calmó y fue acompañada a la parada del autobús fuera de la base. El Tribunal Militar Segundo le condena a nueve meses de prisión con la accesoria legal de suspensión militar de empleo y suspensión de cargo, además de al pago de un indemnización de 300 euros por daños morales.
La soldado, que tuvo que ser reducida por miembros del cuerpo de seguridad de la base y llegó a "lanzar un rodillazo en los genitales" al cabo, admitió los hechos en el acto de juicio, y mostró conformidad con la pena interesada por el fiscal por un delito contra centinela en su modalidad de maltrato de obra.
Según recoge la sentencia, hecha pública este miércoles y consultada por Europa Press, los hechos se remontan al 14 de agosto de 2020. La entonces dama legionaria se dirigió a las 20,00 horas a la puerta de acceso de base con síntomas evidentes de haber consumido bebidas alcohólicas.
Al preguntarle el cabo que realizaba funciones de centinela en la garita qué quería, "no supo responderle" dado su estado de embriaguez, por lo que este le dijo "que no le hiciera perder el tiempo".
Acto seguido, la soldado, "de malas formas y en actitud chulesca" se dirigió a él diciéndole que ella no hacía "perder el tiempo a nadie", por lo que le ordenó que se apartara de la ventanilla de la garita.
Ella, según indica el fallo, contestó al cabo que no iba "a ningún lado" porque "no me sale del coño" y este, al ver que "desobedecía las órdenes", decidió salir de la garita y "la apartó de la ventanilla".
La dama legionaria decidió irse al aparcamiento, pero regresó al cabo de unos minutos a la puerta de la base "profiriendo frases como 'donde está el Cabo de mierda, que salga que lo voy a reventar" y "abalanzándose sorpresivamente sobre él con intención de agredirle".
Los hechos probados señala que se inició un "forcejeo entre ambos" en el que se vio implicado otro cabo, al que "empujó", y que solo censó cuando intervinieron para "separarlos" miembros del cuerpo de seguridad aunque ella "volvió a acometerle, lanzándole un rodillazo a sus genitales que no impacto porque pudo esquivarlo".
Añade la resolución que, mientras "era reducida", desde el suelo "lanzaba patadas diciendo 'hijo de puta te voy a reventar, cabo de mierda gilipollas'", y que, al levantarse, "comenzó a "lanzar patadas a la garita".
"Al ser separada finalmente, siguió insultando diciendo 'putas zorras que se follen a todos', 'la Legión no es lo que era', 'es una mierda', '¿donde está ese hijo de puta que lo voy a matar, que me ha pegado?' o 'me da igual que sea cabo, que se quite el parche y que lo arreglamos'".
Tras media hora, la soldado se calmó y fue acompañada a la parada del autobús fuera de la base. El Tribunal Militar Segundo le condena a nueve meses de prisión con la accesoria legal de suspensión militar de empleo y suspensión de cargo, además de al pago de un indemnización de 300 euros por daños morales.