¿No saben estar calladas sus señorías?


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Les cuesta, a los políticos les cuesta tener la boca cerrada. Y claro, no solo moscas, a la hora de la verdad se tienen que tragar sapos y culebras.

El presidente del gobierno es ducho en la materia. Se ha ganado a pulso lo de aranero, mentiroso, pinocho. No ha sido capaz de mantener la boca cerrada, y hemos visto los sapos que se ha tenido que ir tragando en estos años para mantenerse en el poder.

Si le echamos una ojeada a la prensa digital, vemos que la práctica de Pedro Sánchez es seguida por el resto de los políticos, se sientan estos españoles o no.

Una consejera de la Junta, doña Rocío Ruiz, manifestaba: “Moreno no quiere un gobierno con Vox”.

¿Seguro? Ya veremos cuando llegue el momento.

Si usted ha sido consejera y con buen sueldo, señora Ruiz, es gracias a Vox, pero Moreno, según usted, no quiere un gobierno con los chicos de Abascal. Esperemos a mañana. En Castilla León decían lo mismo ¿se acuerdan? y miren lo que ha pasado.

La mano derecha de Moreno, el señor Bendodo, otro que tal, también ha dejado en más de una ocasión su boca abierta con el tema de Vox y un futuro gobierno en la Junta. “El Pp, dijo, no contempla compartir consejo de gobierno con Vox”. Algo ha cambiado, no dice que no, solo que no se contempla. Supongo que se referirá a hoy, mañana, ay, mañana ya veremos. ¿Verdad, señor Bendodo?

Le podemos decir lo mismo que a la señora Ruiz, si usted es consejero, si Moreno es presidente, se lo deben a Vox. No lo quieren sentados a la mesa, vale, pero las patas de la mesa existen gracias a ellos, los de Abascal.

Lo de Juan Marín ha sido de aurora boreal. Ha despotricado todo lo que ha querido de Vox, no se quiso sentar con ellos, por lo de la foto, y se fue a un bar de carretera, pero los mejores años políticos de su vida (tras tantas chaquetas como ha vestido), los mejores sueldos públicos y los mejores enchufes para amigos y colegas han venido gracias a unos votos de Vox, señor Marín. Esos a los que tanto le gusta denostar.

Moreno ha insistido en estos últimos tiempos en las traiciones de Vox a su gobierno y a los andaluces, pero no le hemos oído decir “no gobernaré con Vox”. Quiero gobernar solo, pregona en sus mítines, cosa que en campaña entra en lo normal. Parece haber aprendido y no quiere “memes” en las redes dentro de unos meses como los que le están diciendo mentiroso a Sánchez por todas las veces que dijo que no se sentaría con los populistas de Podemos o con los etarras de Bildu.

Bien por el “mollete” malagueño, está aprendiendo.

Si las encuestas, que son solo una sensación de cómo se siente el personal en un momento dado, apuntaran que se pueden encontrar algunos de estos políticos con la oración al revés, que tendrían que ser ellos los que se retrataran ante la sociedad a la hora de tener que apoyar un gobierno de Vox. ¿Dejarán la política los Bendodo, Marín, Ruiz y todos aquellos a los que se les ha llenado la boca diciendo que no gobernarán con Vox, que no se sentarán a la mesa con ellos, que con Abascal ni a misa?

No hay datos de que se vaya a producir esa situación, pero si se diera, ¿qué creen que harían esos que tanto han hablado?

Al final harían como todos los políticos, callar y coger la soldada mensual con Vox o con el Psoe. Ya no se acordarán de todas las tonterías que han puesto en sus bocas.

¡Hay madre, esas boquitas abiertas de políticos, esas moscas que pacen en ellas tras pasar por alguna “catalina” de las que pisamos por las aceras de nuestros pueblos y ciudades!

¡Cierren la boca, están más lindos calladitos!