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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
Con la llegada del PSOE al poder en España, corría la década de los ochenta y Felipe González ejercía su presidencia, las cooperativas creadas por los sindicatos de clase, especialmente desde la Ugt, iniciaron su movimiento por estas tierras. Sin entrar en las dedicadas a la agricultura, y que aún siguen funcionando con los altibajos que producen en ese mercado en lo que a los precios se refiere, en aquellos años nacieron algunas dedicadas a la panadería, talleres de mecánica o las de hostelería. Teniendo como gran imagen la que se hizo cargo de la cafetería del Hospital Torrecárdenas.
Andarax de Hostelería iniciaba su camino, que tristemente hemos visto como ha llegado a su final casi cuarenta años después. La escusa de la pandemia, que ha tocado los fondos económicos de todas las empresas, no iba a dejar libre a las cooperativas. Y según Andarax, ese ha sido el gran motivo de que la cooperativa haya tenido que cerrar la cafetería del hospital. Dejando al personal que allí trabaja y a los que se desplazan a acompañar a algún enfermo en una situación de hambre poco airosa.
La dirección del centro dice no saber nada de lo que venía ocurriendo, que le ha sorprendido el cierre. Otros políticos puestos a dedo que no se enteran de nada. Según algún empleado los problemas de pago de la cooperativa venían desde hace años, con deudas a los trabajadores en algunos casos de hasta tres meses de paga.
¿Y la dirección del centro no era consciente de esos retrasos?
No se enteraban, oiga. De película, han tenido noticia de ello cuando el cierre se les venia encima. ¿Quién los nombraría? Los rumores que circulan en el hospital se los pueden imaginar. Los hay que aseguran que se han estado usando los fondos de al cooperativa, y que los trabajadores ni se han enterado. Las ventas bajaron, pero con el dinero de las comidas del personal sanitario no se puede decir que fueran a pérdidas.
Hay otros que dicen que alguien se ha estado llevando el dinero durante mucho tiempo, hasta que se ha descubierto el pastel. Pero nadie dentro de la cooperativa o de los empleados dan nombre alguno de quién se ha podido estar llevándose el dinero.
Los trabajadores creían que la cooperativa tenía buenos fondos, por lo que no temían por sus sueldos. Les decían que en cuanto recuperaran ventas volverían a los buenos tiempos. Pero los buenos tiempos no han llegado, es evidente que alguien los ha debido o los debe estar disfrutando, los tiempos buenos.
Lo cierto es que un hospital como el De Huércal Overa, donde las ventas son muy inferiores a las de Torrecárdenas, con el pago por las comidas oficiales del personal y el Erte durante la pandemia, la empresa privada que lo explota no ha tenido problema alguno. No les suena algo extraño lo de la capital. El tufo que desprende no es de los que logra Carlos Briseis. En el Ejido tampoco se ha producido problema alguno, y también ha tenido que soportar la dichosa.
La conclusión que te cuentan es que algo ha tenido que pasar en Andarax de Hostelería con las finanzas y durante bastante tiempo para que la cooperativa haya llegado a esta situación de tener que bajar la persiana.
Andarax de Hostelería iniciaba su camino, que tristemente hemos visto como ha llegado a su final casi cuarenta años después. La escusa de la pandemia, que ha tocado los fondos económicos de todas las empresas, no iba a dejar libre a las cooperativas. Y según Andarax, ese ha sido el gran motivo de que la cooperativa haya tenido que cerrar la cafetería del hospital. Dejando al personal que allí trabaja y a los que se desplazan a acompañar a algún enfermo en una situación de hambre poco airosa.
La dirección del centro dice no saber nada de lo que venía ocurriendo, que le ha sorprendido el cierre. Otros políticos puestos a dedo que no se enteran de nada. Según algún empleado los problemas de pago de la cooperativa venían desde hace años, con deudas a los trabajadores en algunos casos de hasta tres meses de paga.
¿Y la dirección del centro no era consciente de esos retrasos?
No se enteraban, oiga. De película, han tenido noticia de ello cuando el cierre se les venia encima. ¿Quién los nombraría? Los rumores que circulan en el hospital se los pueden imaginar. Los hay que aseguran que se han estado usando los fondos de al cooperativa, y que los trabajadores ni se han enterado. Las ventas bajaron, pero con el dinero de las comidas del personal sanitario no se puede decir que fueran a pérdidas.
Hay otros que dicen que alguien se ha estado llevando el dinero durante mucho tiempo, hasta que se ha descubierto el pastel. Pero nadie dentro de la cooperativa o de los empleados dan nombre alguno de quién se ha podido estar llevándose el dinero.
Los trabajadores creían que la cooperativa tenía buenos fondos, por lo que no temían por sus sueldos. Les decían que en cuanto recuperaran ventas volverían a los buenos tiempos. Pero los buenos tiempos no han llegado, es evidente que alguien los ha debido o los debe estar disfrutando, los tiempos buenos.
Lo cierto es que un hospital como el De Huércal Overa, donde las ventas son muy inferiores a las de Torrecárdenas, con el pago por las comidas oficiales del personal y el Erte durante la pandemia, la empresa privada que lo explota no ha tenido problema alguno. No les suena algo extraño lo de la capital. El tufo que desprende no es de los que logra Carlos Briseis. En el Ejido tampoco se ha producido problema alguno, y también ha tenido que soportar la dichosa.
La conclusión que te cuentan es que algo ha tenido que pasar en Andarax de Hostelería con las finanzas y durante bastante tiempo para que la cooperativa haya llegado a esta situación de tener que bajar la persiana.
