Multa por colocar unas bragas a la Virgen, arrancar la corona a San José y causar destrozos en una iglesia de Campohermoso

El acusado admitió los hechos y reconoió que su intención era "faltar el respeto a los símbolos y sentimientos ajenos"



ALMERÍA HOY / 08·10·2020

Un juzgado de Almería ha condenado a dos penas de multas que suman 1.170 euros al hombre que, en noviembre de 2018, accedió al interior de una parroquia de Níjar en hasta cinco ocasiones y colocó ropa interior sobre la talla de la Virgen, alteró las imágenes de San José y el Niño Jesús e increpó a las personas que allí había, entre ellas varias religiosas y el párroco.

El acusado admitió en el acto de juicio los hechos y reconoció haber causado destrozos en el sistema de megafonía del templo y en la puerta de entrada por valor de 280 euros con la finalidad de faltar el respeto a los símbolos y sentimientos religiosos ajenos".

Según recoge la sentencia, el hombre entró en la mañana del 29 de noviembre de 2018 en el parroquia de la Asunción de Campohermoso y se dirigió hacía la imagen de la Virgen, "a la que colocó unas bragas en la cabeza y un cigarro en las manos".

A continuación, bajo hasta el suelo la talla de San José, "retirándole la corona" y, antes de marcharse, "arrancó los cables del sistema de megafonía".

Tal y como recoge el fallo, que no aprecia circunstancias modificativas de la responsabilidad en el acusado para condenarle por delito leve de daños y por delito contra los sentimientos religiosos, regresó por la tarde al templo y fracturó la puerta de entrada, "accediendo de nuevo a su interior para colocar en el suelo y boca abajo la talla de San José, arrojando su bastón al Altar Mayor".

Añade que desmontó la imagen del Niño Jesús del lugar que ocupaba y lo colocó entre las manos de la Virgen mientras profería expresiones obscenas.

En la tercera ocasión en la que entró a la parroquia, ya por la noche, "arrojó unas aceitunas a la pila del agua bendita" mientras decía "¡estoy harto de todos vosotros!" y en la cuarta, también la última, insultó a las personas que había allí, "incluidas varias religiosas y el párroco", al que dijo que era "el mismísimo diablo, lo más malo que hay".

Al día siguiente, según finaliza la sentencia firme, y a primera hora de la mañana, el acusado "volvió a fracturar" la puerta de la parroquia, "colocándole un sujetador en la cabeza a la Virgen".