Alfonso Sánchez Hermosilla es jefe de servicio del Instituto de Medicina legal de Murcia y uno de los más reputados forenses de nuestro país. Advierte que debemos prepararnos para convivir con el Covid-19 en el futuro.
El doctor Sánchez Hermosilla sostiene que el Covid-19 es "un virus muy simple, pero con una capacidad de mutación elevadísima" |
ALMERÍA HOY / 10·05·2020
Hemos recurrido a uno de los más prestigiosos médicos
forenses de España para saber algo acerca del Covid-19, “un virus muy simple,
pero con una capacidad de mutación elevadísima” con el que tendremos que
aprender a convivir en el futuro. Hoy es un gran desconocido sobre el que se
investiga a marchas forzadas. No existe aún un cuadro de síntomas que lo
identifique con total certeza y, paradojas de la vida, su forma de matarnos es
provocar que nos defendamos contra él.
-El coronavirus mata
pero, ¿de qué forma exactamente?
-A las personas las mata su propia inmunidad, a no ser
por el desenlace de otra enfermedad previa. En el cuerpo se produce una ‘tormenta
inmunitaria’ que desencadena una serie de sucesivos fracasos. Primero el del
sistema pulmonar; después el circulatorio, debido a la coagulación de la sangre
dentro de las venas y arterias. Este último es fácilmente apreciable porque
genera una serie de manchas en la piel, aunque no necesariamente todas las que
afloran se deben al Covid-19. También se han descrito encefalitis, fracaso
renal y otros más, pero el más frecuente es el que tiene lugar en los pulmones.
Todos los procesos están causados por el propio sistema defensivo del
individuo, que lucha desesperadamente y sin control contra el virus que le
amenaza.
-¿Estamos, como
nos dicen, ante algo nuevo?
-Efectivamente se trata de una enfermedad nueva sobre la
que no se sabía absolutamente nada hace muy poco tiempo. Algunos héroes
anónimos están poniendo ahora mismo en riesgo su vida y la de sus familiares
para conocerla, investigarla y volcar los datos que encuentran en las redes
científicas en una lucha contra reloj. Éstos ya hablaban hace dos meses sobre
la ‘tormenta inmunitaria’ que provoca este virus, y gracias a ellos sabemos qué
hacer con la enfermedad, aunque aún no podamos predecir quiénes van a
desarrollarla.
-¿Qué encuentran
los forenses en los cuerpos de las víctimas de esta pandemia?
-En las autopsias, los hallazgos macroscópicos que
podemos observar son muy similares a los de otras afecciones virales como la
gripe e, incluso, al de algunas producidas por bacterias. Por eso se precisa la
realización de otras pruebas y, aun así, no conocemos el índice de certeza que
tenemos con la metodología actual, como tampoco la probabilidad de falsos
positivos o negativos diagnosticados. Ahora mismo estamos en una situación en
la que ninguna prueba es del todo fiable.
-¿Podremos algún
día saber las muertes por esta enfermedad?
-No. Nunca sabremos las muertes reales que habrá causado
el coronavirus.
-Es usted forense,
¿tienes órdenes de silenciar cosas?
-A mí nadie me las ha dado. Somos hombres y necesitamos
descansar, algo que no hacemos ahora en la medida necesaria, y debemos ofrecer,
en todo caso, información creíble; separar el grano de la paja.
-Dicen que no se
realizan autopsias a todos los que mueren y por eso las estadísticas fallan.
-Yo no puedo saber si se hacen autopsias a todos los
cadáveres de enfermos sospechosos de haber fallecido a causa del coronavirus y,
como hombre de ciencia, únicamente opino de lo que toco o mido.
-¿Usted se las
hace a todos?
-Yo las hago todas sistemáticamente. Desde el principio
hasta el final.
-Dígame, ¿qué probabilidades
tenemos de ser contagiados?
-La medicina no se puede reducir a un modelo matemático.
De lo contrario, los médicos habríamos sido sustituidos por robots. Es cierto
que existe una casuística estadística que, como tal, tiene unos límites que, cuando
hablamos de la vida, no podemos arriesgarnos a saltar. Sirva como ejemplo el
dato de que, según los estudios realizados, la probabilidad que tiene un
conductor en España de sufrir un accidente ahora mismo es una entre cinco
millones. Todos convendrán en que se trata de una posibilidad muy remota,
prácticamente despreciable. Sin embargo, no lo es para ese uno de entre cinco
millones. Con esto quiero decir que la estadística es una herramienta
importante a la hora de tomar decisiones en Medicina, pero no la única.
-¿Qué síntomas debe
observar un médico para poder diagnosticar coronavirus?
-Es que no hay un grupo de síntomas claramente
identificable con esta enfermedad. Se superponen con los de otras. Evidentemente,
cuantos más datos tengamos, más probabilidades tendremos de acertar en el
diagnóstico.
-¿Y qué tiene que
encontrar un forense para saber que el señor que yace en la mesa ha fallecido
víctima del coronavirus?
-Vuelvo a repetirle que ni dentro de 2000 años sabremos
el número real de muertos que se habrá cobrado esta pandemia. Ni hoy ni nunca
podremos asegurar al 100% si alguien ha muerto como consecuencia del Covid-19 o
por otras causas. Hay que decir que este virus es del tipo ARN, es decir, no
tiene ADN. Se trata de un virus muy simple, pero con una capacidad de mutación
elevadísima. El que hoy nos ataca no tiene nada que ver con el original ni con
el que nos encontraremos dentro de un mes. Eso quiere decir que no habrá una
vacuna totalmente eficaz, como tampoco la hay contra la gripe. Nos vacunamos
como prevención, pero con la certeza de que podemos contraer la enfermedad.
-Pues para ser tan
simple hace auténticos estragos.
-Pero no es de los más letales con los que convivimos.
-¿Por qué cree,
entonces, que resulta tan alarmante la situación?
-Para serle sincero, no lo sé. Supongo que dependerá de
cada persona. La situación es compleja. Yo estoy viendo gestos preciosos de
muchas personas que, sin hacer ruido, muestran su generosidad en pequeñas cosas
como hacer la compra a otras en riesgo o con alguna discapacidad. También veo
el caso opuesto. Cada uno sabrá lo que hace.
-¿Acabaremos
venciendo al Covid-19? ¿terminará desapareciendo este virus?
-Mucho me temo que no desaparecerá. Cambiará.
-¿En qué sentido?
¿para bien o para peor?
-La evolución de un virus se debe por un lado al azar y,
por otro, a la adaptación. La mutación resultante será la que mejor se acomode
al organismo de su ‘anfitrión’, es decir, al cuerpo humano en este caso.
-¿Se sabe si las
personas mueren sufriendo mucho?
-En algunos casos se trata de una muerte muy dolorosa. En
otros puede que se anule la conciencia, pero tampoco sabemos qué pasa en el
cerebro de una persona en coma y, por tanto, si sufre o no.
-¿Qué recomendaría
a quienes están terminando de leer esta entrevista?
-Que no se angustien y estén tranquilos. Afortunadamente,
los mejores cerebros de este país y de todo el mundo están trabajando para
vencer esta situación. Es cierto que aquí con menos medios que en otros sitios,
pero con sobrada experiencia en hacer cohetes con palos y cañas.