Laura López Guillén, veterinaria agrupación Defensa Sanitaria del Porcino de Huércal-Overa
ALMERÍA HOY / 26·01·2019
Vecinos de la barriada de Gacía se concentran lunes alternos, desde julio, a las puertas del Ayuntamiento de Huércal Overa para presionar contra la instalación de una nueva granja porcina. El asunto ha entrado de lleno en el debate político municipal. El alcalde Domingo Fernández (PP) ha reiterado que debe cumplir y garantizar el cumplimiento de la ley, pero una iniciativa del Grupo socialista, aprobada unánimemente por el Pleno, propone el estudio del Plan General de Ordenación Urbana con el fin de aumentar la distancia entre este tipo de explotaciones. Sin embargo, Laura López, profesional de la sanidad animal, advierte que “siempre estará por encima la normativa nacional que la establece en un kilómetro”. Además, aboga sobre el control administrativo y el compromiso de esta industria, al tiempo que califica como “demagogia fácil” los reproches sobre problemas para la salud que algunas voces apuntan son consecuencia de la actividad de las granjas.
- A pesar de la importancia que tiene el sector porcino para la economía de Huércal Overa, un número importante de vecinos se ha levantado contra la instalación de más macrogranjas en el término municipal.
- Para empezar, ‘macrogranja’ es el término peyorativo que utilizan quienes se oponen a la instalación de unas explotaciones que distan mucho de serlo. Una factoría de ese tipo supone muchos y caros trámites administrativos. En esto, el tamaño no es un capricho, sino una cuestión de eficiencia. Se trata de ser más competitivos. Hemos de tener mucho cuidado, porque las etiquetas perjudican siempre, pero mucho más cuando no son ciertas.
- ¿No podemos llamar, para entendernos, ‘macrogranja’ a una explotación con capacidad para 6.000 cerdos?
- Es que el término ‘macrogranja’ no existe, permítame la insistencia. Las granjas de cerdos superan normalmente las 20.000 cabezas en los EEUU. Aquí se catalogan y definen en función del número de cabezas y pueden alcanzar hasta 100.000 en el nivel 3. Sin embargo, en nuestra comarca estamos hablando de factorías con 720 UGM (unidad ganadera mayor) capaces de criar hasta 6.000 cerdos al año.
- ¿Quién y cómo decide el número de cerdos de cada explotación?
- La capacidad, por encima de todo, la decide la norma. Cualquier nueva explotación debe contar con sus correspondientes licencias y una autorización ambiental integrada (AAI). Todo tiene que estar muy bien atado para que se pueda poner en marcha una industria de este tipo. Por cierto, que se habla constantemente de nuevas granjas, cuando se trata únicamente de dos frente a las 50 que se han cerrado en la zona.
- Pero igual con menos granjas se producen muchos más cerdos.
- No crea. El balance es negativo también en el número de cabezas. El Ayuntamiento tiene los datos porque se los hemos facilitado nosotros, y los vecinos están faltando a la verdad. Además, Huércal Overa es una villa agrícola y ganadera. Según el diagnóstico del propio Consistorio, la ganadería es una de las principales fuentes de riqueza del municipio.
- Entonces, ¿por qué protestan estos vecinos?
- Se refieren a cosas inciertas. Dicen que las granjas ‘se comen’ el pueblo y son causa de enfermedades. Han llevado esa información falsa hasta los colegios. Por el contrario, el sector porcino es referente en responsabilidad social y sanitaria, y está fuertemente comprometido con el medio ambiente para hacer más sostenible el medio rural.
- ¿Puede ser una solución la modificación de la distancia entre granjas que ha propuesto introducir en el PGOU el Grupo Municipal Socialista de Huércal Overa?
- Modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para aumentar la distancia entre granjas en medio kilómetro más no tiene ningún sentido. Existe una ley que establece esa separación en todo el territorio de la nación y cualquier norma local se debe supeditar a ella.
- Si no va a servir para nada, ¿cuál es la razón de esa propuesta?
- Quienes la han hecho saben perfectamente que aumentar la distancia no sirve para nada. La normativa estatal prevalece y fija en un kilómetro la distancia mínima entre granjas, pero se acercan las elecciones y algún partido ha decidido incluir este asunto en el debate político.
- ¿Tendremos noticias de más instalaciones o ampliaciones de granjas porcinas en Huércal Overa?
- Depende de las zonas, se puede ampliar o no. Los espacios disponibles para la instalación de más explotaciones están prácticamente cubiertos. Tendrían que desaparecer algunas granjas para poder instalar otras.
- ¿Es más fácil ampliar una granja vieja y obsoleta que fundar una nueva?
- No es nada fácil. Las ampliaciones requieren también una Autorización Ambiental Integrada que debe ser aprobada por un Consejo de Gobierno, pasar por la Oficina Comarcal Agraria, el Ayuntamiento y contar con el visto bueno de la Delegación de Medio Ambiente.
- No obstante, a pesar de eso, se habla de problemas para la salud vinculados a la proximidad a esas granjas.
- Todas las explotaciones apuestan por la tecnología. Están muy profesionalizadas y sujetas a normas medioambientales. No hacen las cosas porque sí. Algunos se empeñan en difundir que los purines elevan niveles de asma en la población infantil, pero es mentira. Sólo demagogia fácil. Nosotros sí tenemos estudios que avalan que el purín no contamina el agua, porque sin un plan de residuos aprobado por la administración, en este caso la Junta de Andalucía que, además, vigila su cumplimiento, no puede haber permiso. Es un requisito que, sin embargo, no se exige a las explotaciones de ganado ovino o caprino.
- ¿También garantizan la salud y el bienestar de los animales?
- Por supuesto. Detrás estamos profesionales sanitarios que sabemos que de la salud de los animales depende la del pueblo.
- Se habla de la importancia del sector porcino en Huércal Overa, ¿cuántos cerdos se crían al año?
- Las explotaciones agrupadas en la ADS integran 300.000 animales de cebo y 24.000 madres. Los actuales sistemas productivos tienden a que desaparezca la ganadería tradicional, igual que ocurre en prácticamente todos los demás sectores. Hoy no se produce absolutamente nada igual que hace cincuenta años.
- Sin embargo, dicen que son pocos los empleos necesarios en este tipo de explotaciones.
- Se trata de otro infundio. Son muchos los puestos de trabajo que genera la ganadería, incluida la porcina. Es el sector con menor tasa de desempleo. Pero, además, crea empleo en otros muchos sectores, porque una explotación de este tipo requiere de transportistas, albañiles, fontaneros, pintores, personal de todo tipo de mantenimiento, empresas de limpieza y desinfección… No hay nicho de negocio que, de alguna manera, no esté relacionado con la producción de cerdos.
- ¿Cuántas personas cree usted que viven del porcino en Huércal Overa?
- Medio pueblo.
- A pesar de la importancia que tiene el sector porcino para la economía de Huércal Overa, un número importante de vecinos se ha levantado contra la instalación de más macrogranjas en el término municipal.
- Para empezar, ‘macrogranja’ es el término peyorativo que utilizan quienes se oponen a la instalación de unas explotaciones que distan mucho de serlo. Una factoría de ese tipo supone muchos y caros trámites administrativos. En esto, el tamaño no es un capricho, sino una cuestión de eficiencia. Se trata de ser más competitivos. Hemos de tener mucho cuidado, porque las etiquetas perjudican siempre, pero mucho más cuando no son ciertas.
- ¿No podemos llamar, para entendernos, ‘macrogranja’ a una explotación con capacidad para 6.000 cerdos?
- Es que el término ‘macrogranja’ no existe, permítame la insistencia. Las granjas de cerdos superan normalmente las 20.000 cabezas en los EEUU. Aquí se catalogan y definen en función del número de cabezas y pueden alcanzar hasta 100.000 en el nivel 3. Sin embargo, en nuestra comarca estamos hablando de factorías con 720 UGM (unidad ganadera mayor) capaces de criar hasta 6.000 cerdos al año.
- ¿Quién y cómo decide el número de cerdos de cada explotación?
- La capacidad, por encima de todo, la decide la norma. Cualquier nueva explotación debe contar con sus correspondientes licencias y una autorización ambiental integrada (AAI). Todo tiene que estar muy bien atado para que se pueda poner en marcha una industria de este tipo. Por cierto, que se habla constantemente de nuevas granjas, cuando se trata únicamente de dos frente a las 50 que se han cerrado en la zona.
- Pero igual con menos granjas se producen muchos más cerdos.
- No crea. El balance es negativo también en el número de cabezas. El Ayuntamiento tiene los datos porque se los hemos facilitado nosotros, y los vecinos están faltando a la verdad. Además, Huércal Overa es una villa agrícola y ganadera. Según el diagnóstico del propio Consistorio, la ganadería es una de las principales fuentes de riqueza del municipio.
- Entonces, ¿por qué protestan estos vecinos?
- Se refieren a cosas inciertas. Dicen que las granjas ‘se comen’ el pueblo y son causa de enfermedades. Han llevado esa información falsa hasta los colegios. Por el contrario, el sector porcino es referente en responsabilidad social y sanitaria, y está fuertemente comprometido con el medio ambiente para hacer más sostenible el medio rural.
- ¿Puede ser una solución la modificación de la distancia entre granjas que ha propuesto introducir en el PGOU el Grupo Municipal Socialista de Huércal Overa?
- Modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para aumentar la distancia entre granjas en medio kilómetro más no tiene ningún sentido. Existe una ley que establece esa separación en todo el territorio de la nación y cualquier norma local se debe supeditar a ella.
- Si no va a servir para nada, ¿cuál es la razón de esa propuesta?
- Quienes la han hecho saben perfectamente que aumentar la distancia no sirve para nada. La normativa estatal prevalece y fija en un kilómetro la distancia mínima entre granjas, pero se acercan las elecciones y algún partido ha decidido incluir este asunto en el debate político.
- ¿Tendremos noticias de más instalaciones o ampliaciones de granjas porcinas en Huércal Overa?
- Depende de las zonas, se puede ampliar o no. Los espacios disponibles para la instalación de más explotaciones están prácticamente cubiertos. Tendrían que desaparecer algunas granjas para poder instalar otras.
- ¿Es más fácil ampliar una granja vieja y obsoleta que fundar una nueva?
- No es nada fácil. Las ampliaciones requieren también una Autorización Ambiental Integrada que debe ser aprobada por un Consejo de Gobierno, pasar por la Oficina Comarcal Agraria, el Ayuntamiento y contar con el visto bueno de la Delegación de Medio Ambiente.
- No obstante, a pesar de eso, se habla de problemas para la salud vinculados a la proximidad a esas granjas.
- Todas las explotaciones apuestan por la tecnología. Están muy profesionalizadas y sujetas a normas medioambientales. No hacen las cosas porque sí. Algunos se empeñan en difundir que los purines elevan niveles de asma en la población infantil, pero es mentira. Sólo demagogia fácil. Nosotros sí tenemos estudios que avalan que el purín no contamina el agua, porque sin un plan de residuos aprobado por la administración, en este caso la Junta de Andalucía que, además, vigila su cumplimiento, no puede haber permiso. Es un requisito que, sin embargo, no se exige a las explotaciones de ganado ovino o caprino.
- ¿También garantizan la salud y el bienestar de los animales?
- Por supuesto. Detrás estamos profesionales sanitarios que sabemos que de la salud de los animales depende la del pueblo.
- Se habla de la importancia del sector porcino en Huércal Overa, ¿cuántos cerdos se crían al año?
- Las explotaciones agrupadas en la ADS integran 300.000 animales de cebo y 24.000 madres. Los actuales sistemas productivos tienden a que desaparezca la ganadería tradicional, igual que ocurre en prácticamente todos los demás sectores. Hoy no se produce absolutamente nada igual que hace cincuenta años.
- Sin embargo, dicen que son pocos los empleos necesarios en este tipo de explotaciones.
- Se trata de otro infundio. Son muchos los puestos de trabajo que genera la ganadería, incluida la porcina. Es el sector con menor tasa de desempleo. Pero, además, crea empleo en otros muchos sectores, porque una explotación de este tipo requiere de transportistas, albañiles, fontaneros, pintores, personal de todo tipo de mantenimiento, empresas de limpieza y desinfección… No hay nicho de negocio que, de alguna manera, no esté relacionado con la producción de cerdos.
- ¿Cuántas personas cree usted que viven del porcino en Huércal Overa?
- Medio pueblo.

