«Me arruinaron por contar cómo destruían las pruebas de la compra de votos»

Juan Carrillo, vecino de Carboneras: «Vi al alcalde arrojando una bolsa a la basura que contenía restos de votos por correo con papeletas de todos los partidos excepto del PSOE»




ALMERÍA HOY / 23·11·2018

El pasado día 30 de octubre se suspendió el juicio, tras esperar los 11 años que ha durado la instrucción, contra tres dirigentes socialistas y un empresario, todos acusados de presunto delito electoral. En el banquillo, la exconcejalas Pepa Ruizy Charo Fernández –ya condenada por el mismo delito en 2006-, y Josefa Cruz –la edil de las ‘láminas de Goya’. La ausencia de un testigo se consideró crucial y animó al juez a posponer la vista.

Un ciudadano cuenta cómo descubrió este feo asunto y cómo se adoptaron contra él represalias que acabaron obligándole a abandonar su negocio. Asegura que la compra de votos era una práctica habitual en el municipio y que, a pesar de lo sufrido, volvería a obrar de la misma forma.


- Usted fue testigo de unos hechos que acabaron con un alcalde y tres concejalas investigados por delito electoral, ¿qué es lo que vio?

- Vi al alcalde de entonces arrojando una bolsa a la basura. Me extrañó que no fuera una de las limpiadoras, me picó la curiosidad y me acerqué hasta el contenedor. Al asomarme, observé que era la única que había dentro. La cogí y comprobé que contenía restos de votos por correo con papeletas de todos los partidos excepto del PSOE, así como algunos apuntes manuscritos en los que podía leerse que a fulanita había que pagarle el recibo de la luz, a menganita el agua y a zutanita había que construirle un muro de contención.

- Situémonos, ¿cuándo ocurrió lo que acaba de contarme?

- Eso ocurrió 7 u 8 días antes de las elecciones municipales de mayo de 2007.

- Y ese alcalde de entonces se llama Francisco Ruiz Aguado, ¿no?


- Sí, era Francisco Ruiz Aguado. Cristóbal Fernández tuvo que cesar porque había sido condenado como consecuencia de haber cometido un fraude similar, aunque fue indultado posteriormente por el Gobierno de Zapatero y, de hecho, era el candidato socialista en esos comicios.

- En municipios del tamaño de Carboneras suele conocerse todo el mundo, ¿mantenía algún tipo de relación usted y el señor Ruiz Aguado? De ser así, ¿cómo se vio afectada esa relación a partir de que se destapara el asunto?

- Claro que nos relacionábamos. Hasta ese momento tomaba vinos con él pero la cosa cambió muchísimo. El comportamiento de Ruiz Aguado se volvió muy hostil hacia mí y tuvo una repercusión económica fatal. Muy mala. Yo me siento muy socialista, pero mi socialismo no tiene nada que ver con esa manera de actuar. Voté al PSOE durante 12 años, pero en Carboneras se mueven únicamente por un interés particular.

- ¿Hábleme un poco más de las consecuencias económicas o laborales que tuvo todo esto para usted?

- Me arruinaron literalmente por contar que vi cómo destruían las pruebas de la compra de votos. Cortaron la entrada a mi negocio con el pretexto de la remodelación de la Plaza del Mercado y las calles adyacentes. Las hicieron todas peatonales. En una de ellas estaba mi panadería. Hasta ese momento, entre las 5:30 y las 8:00, yo vendía 300 bocadillos todos los días a la gente que iba a trabajar a esas horas. Cuando cerraron la calle al tráfico y los clientes tenían que dar la vuelta para llegar andando, dejaron de venir y pasé a servir entre 15 y 20 piezas solamente.

- ¿Qué hizo entonces?

- Me vi obligado a alquilarla panadería y buscar trabajo para pagar los 14.000 euros que acabé debiendo a Hacienda y otros 10.000 a quien me vendía la harina. Todo eso después de 39 años al pie del horno. Y los simpatizantes del PSOE me bloquearon. Unos para castigarme y otros por miedo.

- ¿Está seguro de que las ventas no bajaron por la calidad del producto?

- Le hablo de unas ventas consolidadas durante cuatro décadas de trabajo. No era una cuestión del producto, sino de calidad ideológica.

- ¿Sufrió alguna otra repercusión?

- En las redes sociales me ponían a parir. Para no coger más disgustos, cerré mi cuenta de Facebook.

- ¿Se arrepiente hoy de la decisión de contar lo que vio aquella noche?


- Nada de eso. Hoy volvería a hacer lo mismo. Por encima de todo está mi orgullo como persona. Tuve la ocasión de hablar con él y pedirle algo a cambio de mi silencio, pero mi conciencia como ciudadano no me lo permitió.

- ¿Llegó a plantearse vender su silencio?

- En absoluto. Yo seguía considerándolo mi amigo, pero entendí que mi obligación era poner los hechos en conocimiento del pueblo y acudí al Grupo Independiente por Carboneras (GICAR) y al Partido Popular. Finalmente fue el PP quien puso la denuncia. Yo acudí a declarar como testigo.

- ¿Dice que seguía considerando amigo a Francisco Ruiz Aguado?

- Es que nos criamos juntos, en la misma casa, pero a partir de ese día todo se convirtió en un machaqueo absoluto y constante contra mí.

- Usted pilló con las manos en la masa a su amigo Francisco Ruiz Aguado y poco antes, en 2006, fueron condenados el ahora exalcalde Cristóbal Fernández y su hermana Charo, primera teniente entonces, por hechos similares. ¿Meras coincidencias?

- El PSOE actuaba de esa forma en Carboneras. Todo el mundo sabía que compraban votos por correo, y esa es una forma de proceder con la que no puedo estar de acuerdo de ninguna de las maneras.

- Sin embargo, usted insiste en considerar amigo a Ruiz Aguado, al que sorprendió obrando así.


- Es mi contradicción con esa persona. Él no inventó la compra de votos en Carboneras. Como usted mismo ha señalado, era algo que ya ocurría antes. Además, tomaban represalias con quienes no les votaban.

- Pero el voto es secreto. Los ciudadanos llegan a la mesa electoral con su sobre cerrado y nadie puede saber lo que hay dentro.

- Sí que se sabía, porque, aunque no lo detecte quien no está al tanto, ellos sí son capaces de hacerlo. Los sobres que reparten los distintos partidosdurante la campaña no son exactamente iguales. Unos son más claros y otros más oscuros. De esa forma, el interventor que tienen en las mesas saben quien les vota y quien no.

- De todos modos, su amigo Francisco Ruiz Aguado no aparece como investigado en la causa por la compra de votos en la que sí aparecen Charo Fernández, Josefa Ruiz y Josefa Cruz.

- Así es. La causa contra él fue archivada.

- ¿Tiene idea de por qué?

- Porque la justicia en España no es pareja con todo el mundo. Estamos hartos de ver cómo, por el mismo delito, a un ciudadano le caen 8 años de cárcel y a otro 1.