El juzgado señalaba la vivienda número 7 cuando en realidad la deuda la mantenían quienes vivían en el número 15 de la misma calle
ALMERÍA HOY / 09·09·2018
El diario 'El País' publica este fin de semana una historia ocurrida en Aguadulce (Roquetas de Mar) que llama poderosamente la atención: la de una familia almeriense a la que llegaron a desahuciar por partida doble confundiéndola con la del vecino.
Así, el diario de PRISA informa de que el Juzgado de Instrucción 1 de Roquetas le cambió las cerraduras y lo echó de su casa dos veces por error, por no cotejar correctamente cuál era la casa afectada por el impago al banco. Estaban en la misma barriada de Aguadulce, pero la morosa no era la suya. El 6 de noviembre de 2015 padeció su primer desahucio y el 14 de enero de 2016, solo tres meses después, el segundo. Él vive en el número 7, y el moroso en el 15.
Al final, cuenta Juan Francisco a 'El País', él y su esposa acabaron cogiéndole tirria a la casa, desde la que se divisa el mar de Aguadulce, y la vendieron. «La habíamos reformado, pero nos empezó a dar mal rollo», señala el afectado.
En ese sentido, el Consejo del Poder Judicial ha reconocido el error del juzgado roquetero, pero el expediente sobre la indemnización aún no está cerrado. 'El País' informa de que el Poder Judicial da la razón al afectado y censura la falta de diligencia del juzgado de Roquetas. Pero la última palabra la tiene el Ministerio de Justicia, que es el que decide si indemniza o no; por lo pronto, ha pedido otro informe al Consejo de Estado para que opine sobre el doble desahucio de esta familia.
Así, el diario de PRISA informa de que el Juzgado de Instrucción 1 de Roquetas le cambió las cerraduras y lo echó de su casa dos veces por error, por no cotejar correctamente cuál era la casa afectada por el impago al banco. Estaban en la misma barriada de Aguadulce, pero la morosa no era la suya. El 6 de noviembre de 2015 padeció su primer desahucio y el 14 de enero de 2016, solo tres meses después, el segundo. Él vive en el número 7, y el moroso en el 15.
Al final, cuenta Juan Francisco a 'El País', él y su esposa acabaron cogiéndole tirria a la casa, desde la que se divisa el mar de Aguadulce, y la vendieron. «La habíamos reformado, pero nos empezó a dar mal rollo», señala el afectado.
En ese sentido, el Consejo del Poder Judicial ha reconocido el error del juzgado roquetero, pero el expediente sobre la indemnización aún no está cerrado. 'El País' informa de que el Poder Judicial da la razón al afectado y censura la falta de diligencia del juzgado de Roquetas. Pero la última palabra la tiene el Ministerio de Justicia, que es el que decide si indemniza o no; por lo pronto, ha pedido otro informe al Consejo de Estado para que opine sobre el doble desahucio de esta familia.
