Así se dirigía a su víctima y con los hijos menores delante el condenado por maltrato y amenazas, quien mantuvo una relación extramatrimonial con ella durante 13 años
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga4iBPmbO9HNiPYHmhDHx3nqUFTxRdo4uQmGtBLbl3p4lvDl-gsqmPlsM3klbndoq1srjVu0rOhUnpiYpbJyuvM7ZNrjN0s2ySySS4Ca3NodFmLAxoUS9ORqcUPiJb1W_R0mmp9WRRmcQ/s1600/g%25C3%25A9rgal+FC.jpg)
ALMERÍA HOY / 09·07·2018
El Juzgado de lo Penal 5 de Almería ha condenado por malos tratos habituales y amenazas en el ámbito familiar a S.U.C., individuo de nacionalidad española, a penas que suman un año y nueve meses de cárcel, privación de tenencia y porte de armas, y una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima durante cinco años, además de 60 días de trabajos comunitarios y el pago a la víctima de 4.000 euros.
No obstante, el juez deja sin efecto las penas privativas de libertad siempre que el condenado no vuelva a delinquir durante dos años.
La sentencia, consultada por ALMERÍA HOY, estima como hechos probados que S.U.C. «que mantuvo una relación sentimental análoga a la conyugal con la víctima, habiendo tenido cinco hijos en común, todos menores, con los que convivía en la localidad de Gérgal, y donde ejerció reiteradamente la violencia física y psíquica contra ella, teniendo una actitud de desprecio sobre todo en los últimos cuatro años».
El juez remarca que le decía frases como «eres una puta zorra», o incluso a través de sus hijos le decía: «Dile a la puta de tu madre que se ponga, que seguro que está por ahí follando con otro», así como frases intimidatorias como «te voy a matar, te voy a ahogar», lanzando puñetazos a puertas y tirando los enseres de la vivienda.
Además, le lanzaba multitud de golpes en oídos, patadas, tirones de pelo, incluso cuando ella se negaba a mantener relaciones sexuales, él la golpeaba en la espalda.
Cuando la víctima logró huir a la localidad de Abla, en enero de 2016, el condenado averiguó dónde estaba, se presentó allí y comenzó a gritarle que era una puta y que eso no se hacía.
Desde entonces, la víctima requiere apoyo psicoterapéutico especializado.
No obstante, el juez deja sin efecto las penas privativas de libertad siempre que el condenado no vuelva a delinquir durante dos años.
La sentencia, consultada por ALMERÍA HOY, estima como hechos probados que S.U.C. «que mantuvo una relación sentimental análoga a la conyugal con la víctima, habiendo tenido cinco hijos en común, todos menores, con los que convivía en la localidad de Gérgal, y donde ejerció reiteradamente la violencia física y psíquica contra ella, teniendo una actitud de desprecio sobre todo en los últimos cuatro años».
El juez remarca que le decía frases como «eres una puta zorra», o incluso a través de sus hijos le decía: «Dile a la puta de tu madre que se ponga, que seguro que está por ahí follando con otro», así como frases intimidatorias como «te voy a matar, te voy a ahogar», lanzando puñetazos a puertas y tirando los enseres de la vivienda.
Además, le lanzaba multitud de golpes en oídos, patadas, tirones de pelo, incluso cuando ella se negaba a mantener relaciones sexuales, él la golpeaba en la espalda.
Cuando la víctima logró huir a la localidad de Abla, en enero de 2016, el condenado averiguó dónde estaba, se presentó allí y comenzó a gritarle que era una puta y que eso no se hacía.
Desde entonces, la víctima requiere apoyo psicoterapéutico especializado.