La Plataforma Almeriense en Defensa del Ferrocarril Público, Social y Sostenible reclama a las administraciones que se «pongan las pilas» para hacer posible el tren de cercanías en el Bajo Andarax
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| Acto reivindicativo celebrado la pasada semana en Gádor. |
ALMERÍA HOY / 22·05·2018
Allá por 2011, el sindicato CCOO iniciaba contactos para impulsar un tren de cercanías para la comarca del Bajo Andarax. «La rapidez, la economía, el descenso del tráfico rodado, la posibilidad de la intermodalidad con otros transportes y el respeto al medio ambiente son las virtudes del proyecto», explicaban entonces, y en 2018, la Plataforma Almeriense en Defensa del Ferrocarril Público, Social y Sostenible —en la que participan partidos como IU o Podemos— ha tomado el testigo para reclamar a las administraciones los pertinentes estudios e inversiones para hacerlo posible.
Desde la Plataforma denuncian en declaraciones a ALMERÍA HOY que «existe un desinterés muy grande en el Ministerio de Fomento con todo lo que no sea Alta Velocidad» en referencia a la «falta de disposición» que dicen ver en el Gobierno.
Así, el pasado 16 de mayo organizaron un viaje reivindicativo partiendo desde Gádor en dirección Almería. Allí, demandaron entre otras cosas la permanencia de la estación del ferrocarril de la capital en su actual emplazamiento, reabriendo el edificio histórico a usos ferroviarios y sin traslado provisional a Huércal de Almería durante las obras de minisoterramiento en El Puche. también la mejora de la actual línea férrea hacia Linares, con mayores velocidades y menor tiempo de viaje, la reapertura de la conexión Guadix-Almendricos cerrada en la década de los ochenta, la rebaja de los precios de los servicios regionales con Granada y Sevilla, la recuperación de servicios nocturnos y una apuesta decidida por los cercanías, tanto en el Bajo Andarax como en el Poniente de la provincia.
Además, desde la plataforma trasladan que ese cercanías para el Bajo Andarax «no requiere gran inversión» y atendería a una población significativa que ronda las 45.000 personas al año.
«Creemos que el Corredor Mediterráneo debe plantearse como línea convencional de altas prestaciones —explican desde la Plataforma—. Un tren de cercanías en esta comarca sería muy importante, se tardaría menos de 15 minutos en llegar a Gádor, y por el camino hay poblaciones importantes a las que dar servicio como Benahadux o Huércal. Según los horarios de 1991, los trenes que hacían paradas en Huércal, Benahadux, Gádor y Santa Fe hacían un trayecto de 27 minutos».
«En Cuenca tienen Alta Velocidad, pero denuncian que la línea convencional está absolutamente abandonada, en Segovia tres cuartos de lo mismo. En Toledo capital se quitó directamente el tren convencional, algo que no vertebra el territorio. En León están haciendo otro desastre... no queremos que en Almería se hagan cosas de las que luego haya que arrepentirse», finalizan.
Derribo de estaciones
En cuanto a la noticia sobre el probable derribo de varias estaciones abandonadas de la provincia, caso de Abla, Doña María o Benahadux, desde la Plataforma Almeriense en Defensa del Ferrocarril Público, Social y Sostenible muestra su «perplejidad».
«Nos parece increíble que justo el díaa que hacemos el acto para reclamar el cercanías anuncien que quieren demoler una estación del Bajo Andarax. Obviamente no se tiene en cuenta su valor patrimonial, un edificio de finales siglo XIX, y además algunos de ellos son únicos en su tipología y bastante curiosos; llama la atención que quieran derribarlos porque su restauración no seria muy costosa», lamentan.
Desde la Plataforma denuncian en declaraciones a ALMERÍA HOY que «existe un desinterés muy grande en el Ministerio de Fomento con todo lo que no sea Alta Velocidad» en referencia a la «falta de disposición» que dicen ver en el Gobierno.
Así, el pasado 16 de mayo organizaron un viaje reivindicativo partiendo desde Gádor en dirección Almería. Allí, demandaron entre otras cosas la permanencia de la estación del ferrocarril de la capital en su actual emplazamiento, reabriendo el edificio histórico a usos ferroviarios y sin traslado provisional a Huércal de Almería durante las obras de minisoterramiento en El Puche. también la mejora de la actual línea férrea hacia Linares, con mayores velocidades y menor tiempo de viaje, la reapertura de la conexión Guadix-Almendricos cerrada en la década de los ochenta, la rebaja de los precios de los servicios regionales con Granada y Sevilla, la recuperación de servicios nocturnos y una apuesta decidida por los cercanías, tanto en el Bajo Andarax como en el Poniente de la provincia.
Además, desde la plataforma trasladan que ese cercanías para el Bajo Andarax «no requiere gran inversión» y atendería a una población significativa que ronda las 45.000 personas al año.
«Creemos que el Corredor Mediterráneo debe plantearse como línea convencional de altas prestaciones —explican desde la Plataforma—. Un tren de cercanías en esta comarca sería muy importante, se tardaría menos de 15 minutos en llegar a Gádor, y por el camino hay poblaciones importantes a las que dar servicio como Benahadux o Huércal. Según los horarios de 1991, los trenes que hacían paradas en Huércal, Benahadux, Gádor y Santa Fe hacían un trayecto de 27 minutos».
«En Cuenca tienen Alta Velocidad, pero denuncian que la línea convencional está absolutamente abandonada, en Segovia tres cuartos de lo mismo. En Toledo capital se quitó directamente el tren convencional, algo que no vertebra el territorio. En León están haciendo otro desastre... no queremos que en Almería se hagan cosas de las que luego haya que arrepentirse», finalizan.
Derribo de estaciones
En cuanto a la noticia sobre el probable derribo de varias estaciones abandonadas de la provincia, caso de Abla, Doña María o Benahadux, desde la Plataforma Almeriense en Defensa del Ferrocarril Público, Social y Sostenible muestra su «perplejidad».
«Nos parece increíble que justo el díaa que hacemos el acto para reclamar el cercanías anuncien que quieren demoler una estación del Bajo Andarax. Obviamente no se tiene en cuenta su valor patrimonial, un edificio de finales siglo XIX, y además algunos de ellos son únicos en su tipología y bastante curiosos; llama la atención que quieran derribarlos porque su restauración no seria muy costosa», lamentan.
