Fiscalía pide multa de 1.200 euros al concejal de Rioja que arrojó a su caballo agonizante a una zanja

El animal del edil José Sánchez (IU) —nos referimos al equino— tuvo que ser sacrificado después de ser rescatado por voluntarios del Seprona


Imagen captada durante el rescate del Seprona.

EUROPA PRESS / 15·05·2017

La Fiscalía ha solicitado una multa de 1.200 euros para el concejal en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Rioja, José Sánchez (IU), acusado de dejar «abandonado y vivo» en una zanja a su caballo en estado de extrema desnutrición. El equino, de nombre 'Lucero', tuvo que ser sometido a eutanasia voluntaria después de que fuese rescatado por agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, bomberos y un equipo de veterinarios.

El Ministerio Público achaca a Sánchez la comisión de un presunto delito relativo a la protección de los animales y solicita la pena de cinco meses de multa a razón de ocho euros al día.

Según recoge el escrito de calificación provisional, el concejal, que ostenta las competencias en Urbanismo, Vivienda, PFEA y Agricultura, tenía al caballo en su explotación ganadera en «deficiente estado de salud».

'Lucero' padecía de «falta de cuidados adecuados» y de «alimentación insuficiente» tanto en calidad como en cantidad, y, además, residía en unas instalaciones «en estado de abandono en cuanto a sus condiciones sanitarias».

Estas circunstancias, según remarca el fiscal, provocaron que el animal se encontrara en estado «caquéctico» o de extrema desnutrición, «con dificultad para mantenerse en pie y heridas cicatrizadas en la zona de la nuca», lo que dio lugar a que padeciese «una enfermedad grave como es el desplazamiento del colón».

Sánchez habría decidido entonces a las 09,00 horas del 4 de diciembre del pasado año «abrir una zanja en el interior de la explotación para, a continuación, arrojar al equino a su interior, poniendo encima de la zanja una chapa metálica y marchándose del lugar, dejándolo allí abandonado».

'Lucero' fue auxiliado por agentes del Seprona, que recibieron la voz de alarma, bomberos y una profesional veterinaria, que lo sacaron de la zanja y le dispensaron «los cuidados inmediatos necesarios, comprobando el estado de inanición en el que estaba al no haber comido en varios días y su extrema delgadez».

Según concluye el fiscal, como consecuencia de estos hechos, tuvo que serle practicada la eutanasia voluntaria el día 8 de diciembre.