NICASIO MARÍN
20·05·2015
Bienestar, sociedad amable y oportunidades son tres pilares sobre los que construir una convivencia ciudadana que merezca la pena ser vivida.
Bienestar: sea cual fuere la interpretación que quiera dársele a esta palabra no será posible lograr un 'estar bien' sin unas arcas saneadas, es decir, si las finanzas comunes no son suficientes y al mismo tiempo adecuadas para dar servicio. Los servicios públicos de calidad se pagan con una economía razonable, o no serán. El resto es demagogia calculada, mentiras aparentes o frustración temprana.
Sociedad: construir sociedad es hacer posible la relación diaria fundada en el respeto, y el respeto es siempre bidireccional. El vínculo social exige una relación civilizada con las cosas, pero sobre todo con las personas; es esencial el sentido y la sensibilidad con los grupos más vulnerables. Por otra parte, la repulsa ante la corrupción y el rechazo expreso de la violencia son dos ingredientes adicionales para una vida compartida. Pero aún con todo ello, y no es poco, necesitamos una relación caracterizada por los 'buenos modales'.
Oportunidades. Se nace y se vive, o se elige, el lugar donde vives o has decidido vivir. En ambos casos hay que proyectar hacia un futuro realista, crear oportunidades, y no sólo económicas —intercambio de bienes y servicios— sino, además, culturales, educativas, medioambientales, deportivas y profesionales. Y si sumamos un modo de vivir lento, sin las premuras habituales, tan prescindibles a menudo, y un cielo limpio y azul, y el aire respirable —aerobiología—, y una tierra agradecida, y la mar… todo 'esto' hace que una ciudad sea atractiva, ya sea para quedarse , ya para ir a habitarla porque te lo han contado.
Asumiremos riesgos, pero calculados; fomentaremos una gobernanza capaz de activar energías y superar las inercias lentas, erigiendo arquitecturas horizontales las más de las veces, otras oblicuas, y pocas verticales; precisaremos las metas; apostaremos por la determinación en la acción pero sin rigidez o imposiciones, hablaremos claro con la honestidad de de ver más allá de las elecciones; establecernos la estrategia, pero siendo dúctiles en la táctica de llevar a cabo todo ello; naturalmente, si ustedes nos dan su confianza.
Nota: El concepto 'ciudad creativa' fue formulado por el urbanista británico Charles Landry a finales de los 80, y recogido posteriormente en su obra The Creative City: A Toolkit for Urban Innovators (Routledge, 1995).
Bienestar: sea cual fuere la interpretación que quiera dársele a esta palabra no será posible lograr un 'estar bien' sin unas arcas saneadas, es decir, si las finanzas comunes no son suficientes y al mismo tiempo adecuadas para dar servicio. Los servicios públicos de calidad se pagan con una economía razonable, o no serán. El resto es demagogia calculada, mentiras aparentes o frustración temprana.
Sociedad: construir sociedad es hacer posible la relación diaria fundada en el respeto, y el respeto es siempre bidireccional. El vínculo social exige una relación civilizada con las cosas, pero sobre todo con las personas; es esencial el sentido y la sensibilidad con los grupos más vulnerables. Por otra parte, la repulsa ante la corrupción y el rechazo expreso de la violencia son dos ingredientes adicionales para una vida compartida. Pero aún con todo ello, y no es poco, necesitamos una relación caracterizada por los 'buenos modales'.
Oportunidades. Se nace y se vive, o se elige, el lugar donde vives o has decidido vivir. En ambos casos hay que proyectar hacia un futuro realista, crear oportunidades, y no sólo económicas —intercambio de bienes y servicios— sino, además, culturales, educativas, medioambientales, deportivas y profesionales. Y si sumamos un modo de vivir lento, sin las premuras habituales, tan prescindibles a menudo, y un cielo limpio y azul, y el aire respirable —aerobiología—, y una tierra agradecida, y la mar… todo 'esto' hace que una ciudad sea atractiva, ya sea para quedarse , ya para ir a habitarla porque te lo han contado.
Asumiremos riesgos, pero calculados; fomentaremos una gobernanza capaz de activar energías y superar las inercias lentas, erigiendo arquitecturas horizontales las más de las veces, otras oblicuas, y pocas verticales; precisaremos las metas; apostaremos por la determinación en la acción pero sin rigidez o imposiciones, hablaremos claro con la honestidad de de ver más allá de las elecciones; establecernos la estrategia, pero siendo dúctiles en la táctica de llevar a cabo todo ello; naturalmente, si ustedes nos dan su confianza.
Nota: El concepto 'ciudad creativa' fue formulado por el urbanista británico Charles Landry a finales de los 80, y recogido posteriormente en su obra The Creative City: A Toolkit for Urban Innovators (Routledge, 1995).
Nicasio Marín es internista clínico titular del sistema público de salud y miembro de la candidatura del Partido Popular al Ayuntamiento de la capital.