Los ediles adoptan esta decisión por «discrepancias» con el actual alcalde, Juan Francisco Fernández (PP), y las «formas antidemocráticas» de la dirección provincial del partido
ALMERÍA HOY / 07·03·2015
Cuatro concejales del PP han presentado su dimisión, con carácter «irrevocable», como miembros del Gobierno municipal de Garrucha, anunciando además su salida del grupo popular en el Ayuntamiento, en el que continuarán como concejales no adscritos.
La dimisión fue presentada este viernes, si bien no ha sido hasta de este sábado cuando han decidido hacerla pública mediante un comunicado. En el mismo, los ediles han explicado que adoptan esta decisión por «discrepancias» con el actual alcalde, Juan Francisco Fernández (PP), así como por «las formas antidemocráticas de la dirección provincial del Partido Popular en Almería», desde la que, a su juicio, se permitió «que esta situación se fuera agravando», y que ha «impuesto al candidato del partido para las próximas elecciones municipales» sin contar con el partido en Garrucha ni sus militantes.
Los ediles Mari Paz Bonet, primera teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana; Alonso Soler, concejal de Obras y Servicios; Isabel Paredes, concejal de Deportes; y Bernardo Simón, concejal de Urbanismo, han renunciado a sus respectivas delegaciones de área, así como «a todos los privilegios: despacho, teléfono móvil y sueldo», y han recomendado al Alcalde que dedique ese dinero a pagar la deuda que mantiene el Consistorio «con los monitores de las escuelas deportivas de fútbol y baloncesto».
Para concluir, han agradecido a los vecinos «el apoyo que han venido recibiendo durante todos estos años», asegurándoles que su nueva condición de no adscritos «no perjudicará en ningún caso al interés general del municipio».
Pérdida de confianza
Fuentes próximas a los ediles han explicado a Almería Hoy que esta decisión habría estado motivada fundamentalmente por la pérdida de confianza en las posibilidades de Juan Francisco Fernández como candidato, después de que en 2011, cuando el voto de castigo al PSOE de Rodríguez Zapatero impulsó de manera notable al Partido Popular en las elecciones municipales, la lista encabezada por Fernández se impusiese al PSOE por la exigua diferencia de 126 votos. Esta situación de desconfianza se habría visto agravada tras las elecciones europeas, en las que el PSOE superó al PP en el municipio, y se habría vuelto insostenible tras la imputación del alcalde por malversación y prevaricación el pasado mes de diciembre
La dimisión fue presentada este viernes, si bien no ha sido hasta de este sábado cuando han decidido hacerla pública mediante un comunicado. En el mismo, los ediles han explicado que adoptan esta decisión por «discrepancias» con el actual alcalde, Juan Francisco Fernández (PP), así como por «las formas antidemocráticas de la dirección provincial del Partido Popular en Almería», desde la que, a su juicio, se permitió «que esta situación se fuera agravando», y que ha «impuesto al candidato del partido para las próximas elecciones municipales» sin contar con el partido en Garrucha ni sus militantes.
Los ediles Mari Paz Bonet, primera teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana; Alonso Soler, concejal de Obras y Servicios; Isabel Paredes, concejal de Deportes; y Bernardo Simón, concejal de Urbanismo, han renunciado a sus respectivas delegaciones de área, así como «a todos los privilegios: despacho, teléfono móvil y sueldo», y han recomendado al Alcalde que dedique ese dinero a pagar la deuda que mantiene el Consistorio «con los monitores de las escuelas deportivas de fútbol y baloncesto».
Para concluir, han agradecido a los vecinos «el apoyo que han venido recibiendo durante todos estos años», asegurándoles que su nueva condición de no adscritos «no perjudicará en ningún caso al interés general del municipio».
Pérdida de confianza
Fuentes próximas a los ediles han explicado a Almería Hoy que esta decisión habría estado motivada fundamentalmente por la pérdida de confianza en las posibilidades de Juan Francisco Fernández como candidato, después de que en 2011, cuando el voto de castigo al PSOE de Rodríguez Zapatero impulsó de manera notable al Partido Popular en las elecciones municipales, la lista encabezada por Fernández se impusiese al PSOE por la exigua diferencia de 126 votos. Esta situación de desconfianza se habría visto agravada tras las elecciones europeas, en las que el PSOE superó al PP en el municipio, y se habría vuelto insostenible tras la imputación del alcalde por malversación y prevaricación el pasado mes de diciembre