El presunto autor habría rematado a la víctima con un disparo por la espalda cuando esta se encontraba tendida en el suelo tras un primer cartuchazo en el abdomen
Audiencia Provincial de Almería. |
EUROPA PRESS / 09·03·2015
La Audiencia Provincial de Almería acoge este lunes el arranque de la vista oral con tribunal de jurado contra un vecino de Canjáyar acusado de matar a bocajarro, de dos disparos de escopeta, a otro hombre con quien, al parecer, había mantenido minutos antes una «fuerte discusión».
En el juicio, que se celebra ante la Sección Segunda, el procesado se enfrenta a una pena de 17 años de cárcel, mientras que un segundo acusado, a quien el Ministerio Público señala como cómplice del crimen, se enfrenta a la pena de ocho años de prisión.
Según recoge el escrito de acusación, el segundo, B.H.G., habría «incitado» al supuesto autor material, J.J.G.H., y también habría ocultado el arma homicida en unos matorrales de un cerro cercano.
El relato del fiscal recoge que J.J.G.H., «decidido a acabar con la vida» de otro vecino de Canjáyar, con quien había «mantenido antes una fuerte discusión», se armó en la noche del 13 de noviembre de 2012 con una escopeta de cañones yuxtapuestos y recortados del calibre 12 milímetros.
Con ésta «oculta entre las ropas» presuntamente, se habría dirigido en compañía de B.H.G., quien, según el fiscal, «era sabedor y estaba conforme con sus intenciones», hacía la Avenida de Las Alpujarras, «lugar donde se encontraba la víctima».
Una vez allí, y cuando el presunto autor material del crimen se encontraba frente a él, B.H.G. le habría incitado diciéndole «sácala ya», momento en que el J.J.H.G. «le descerrajó a muy corta distancia, en torno a un metro, un tiro en el abdomen».
Cuando la víctima cayó al suelo como consecuencia de este primer impacto con «munición semimetálica de percusión central», el Ministerio Público remarca que el procesado «efectuó un segundo disparo, por contacto, sobre la espalda para, de este modo, asegurar el mortal resultado perseguido».
A continuación, ambos procesados se habrían marchado del lugar, «perdiéndose por las calles adyacentes a paso ligero». Según recoge el escrito, fue B.H.G. quien ejerció «durante el crimen funciones de vigilancia y eventual auxilio» y, además de hacerse «cargo del arma letal, que habría ocultado entre unos matorrales en el Cerro de San Blas».
El presunto autor material de crimen se enfrenta a una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio, así como a otros dos por tenencia ilícita de armas, mientras que para su supuesto cómplice, la acusación pide ocho años de cárcel.
La Fiscalía interesa, asimismo, que J.J.H.G. indemnice, y de forma subsidiaria B.H.G., con 150.000 euros a los padres de la víctima, quien tenía 39 años y falleció «de forma inmediata por shock hemorrágico debido a la afectación de zonas vitales y grandes vasos como aorta y cava».
En el juicio, que se celebra ante la Sección Segunda, el procesado se enfrenta a una pena de 17 años de cárcel, mientras que un segundo acusado, a quien el Ministerio Público señala como cómplice del crimen, se enfrenta a la pena de ocho años de prisión.
Según recoge el escrito de acusación, el segundo, B.H.G., habría «incitado» al supuesto autor material, J.J.G.H., y también habría ocultado el arma homicida en unos matorrales de un cerro cercano.
El relato del fiscal recoge que J.J.G.H., «decidido a acabar con la vida» de otro vecino de Canjáyar, con quien había «mantenido antes una fuerte discusión», se armó en la noche del 13 de noviembre de 2012 con una escopeta de cañones yuxtapuestos y recortados del calibre 12 milímetros.
Con ésta «oculta entre las ropas» presuntamente, se habría dirigido en compañía de B.H.G., quien, según el fiscal, «era sabedor y estaba conforme con sus intenciones», hacía la Avenida de Las Alpujarras, «lugar donde se encontraba la víctima».
Una vez allí, y cuando el presunto autor material del crimen se encontraba frente a él, B.H.G. le habría incitado diciéndole «sácala ya», momento en que el J.J.H.G. «le descerrajó a muy corta distancia, en torno a un metro, un tiro en el abdomen».
Cuando la víctima cayó al suelo como consecuencia de este primer impacto con «munición semimetálica de percusión central», el Ministerio Público remarca que el procesado «efectuó un segundo disparo, por contacto, sobre la espalda para, de este modo, asegurar el mortal resultado perseguido».
A continuación, ambos procesados se habrían marchado del lugar, «perdiéndose por las calles adyacentes a paso ligero». Según recoge el escrito, fue B.H.G. quien ejerció «durante el crimen funciones de vigilancia y eventual auxilio» y, además de hacerse «cargo del arma letal, que habría ocultado entre unos matorrales en el Cerro de San Blas».
El presunto autor material de crimen se enfrenta a una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio, así como a otros dos por tenencia ilícita de armas, mientras que para su supuesto cómplice, la acusación pide ocho años de cárcel.
La Fiscalía interesa, asimismo, que J.J.H.G. indemnice, y de forma subsidiaria B.H.G., con 150.000 euros a los padres de la víctima, quien tenía 39 años y falleció «de forma inmediata por shock hemorrágico debido a la afectación de zonas vitales y grandes vasos como aorta y cava».