Los tres procesados habrían trasladado por piezas y montado una mesa trucada en el salón de un hotel para cambiar los billetes a medida que la víctima los contaba
Imagen de archivo. |
EUROPA PRESS / 13•02•2015
La Fiscalía va a solicitar tres años de prisión para un ciudadano italiano y dos croatas acusados de estafar casi 500.000 euros a un conocido empresario almeriense, al que habrían hecho creer que uno de ellos era un aristócrata con «una enorme fortuna» que necesitaba cambiar billetes de 500 euros por billetes más pequeños, ofreciendo a quien se lo facilitase una compensación del diez por ciento de la cantidad fraccionada.
Por su parte, los otros dos acusados habrían fingido ser un «socio» y el «secretario personal» del aristócrata; y, juntos, se habrían servido de una «mesa de grandes dimensiones», trucada con un «pie central» capaz de albergar en su interior a una persona, para sustituir los billetes de curso legal por falsificaciones, accediendo desde el interior de la misma a «dos cajones». Ello habría sido posible pese a que la víctima acudió al intercambio con una «para contarlos y detectar si eran falsos».
La presunta estafa, según indica el Ministerio Público, ascendió a 491.000 euros, y comenzó a desarrollarse en el mes de octubre de 2010, consumándose en diciembre de ese mismo año, y no siendo descubierta hasta 24 horas más tarde, cuando el Servicio Aduanero Francés intervino a uno de los acusados, T.B., quien se identificaba como un noble italiano llamado ‘Angelo’, 232.750 euros en el interior de una caravana que procedía del levante español.
El escrito de calificación provisional recoge que T.B. planificó presuntamente con M.D.H y V.B., también acusados, el timo con la intención de obtener una «importante cantidad de dinero de alguna persona con solvencia económica», y que los tres se repartieron «los papeles para ejecutar el plan».
Detalla que, previamente, estuvieron contactando durante casi medio año con una cuarta persona, no enjuiciada, a quien «utilizaban, sin que él mismo fuera consciente de ello», para que les presentase a «la víctima idónea para la estafa por su conocimiento de los empresarios de la zona».
Esta persona, «convencida de que los tres acusados eran inversores italianos", les presentó al que a la postre sería el perjudicado, concertando una primera reunión para octubre de 2010 en la cafetería de un conocido centro comercial de Murcia.
Durante ese encuentro, según desgrana en su relato de hechos el Ministerio Público, T.B. trasladó que era «un noble italiano con una enorme fortuna» que necesitaba «cambiar billetes de 500 euros por billetes más pequeños de 200, 100 o 50 euros», y aseguró al empresario que ofrecía «como compensación de tal cambio, un 10 por ciento de la cantidad cambiada».
Primer Intercambio
Fue en Murcia, en esa primera reunión, donde se produjo el primero de los intercambios, recibiendo la víctima 11.000 euros en efectivo por los 10.000 presuntamente entregados a los acusados. En esta ocasión, el empresario «no tuvo ningún problema» con los billetes recibidos, razón por la cual se «incrementaron los contactos» entre ambas partes para organizar un intercambio mayor.
Un día antes de que se consumase la estafa, el 29 de diciembre de 2010, el supuesto 'Angelo' y el conocido empresario ejidense acordaron en una cafetería de El Parador, en Roquetas de Mar, el cambio de un total de 500.000 euros, por los que el segundo recibiría 1,5 millones de euros, quedando supuestamente para encontrarse en un hotel de la capital.
Según el fiscal, los acusados se alojaron entonces en este establecimiento, contrataron la sala de reuniones del hotel y montaron el artilugio en forma de mesa de grandes dimensiones «que ellos mismos y por partes trasladaron».
La estafa se perpetró presuntamente el día 30, cuando el intermediario, junto con T.B. —el 'aristócrata'—, M.D.H. —el supuesto socio— y el empresario «pasaron a la sala de reuniones donde 'Angelo' le mostró la mesa y los cajones, uno de ellos aparentemente lleno de billetes de 500 y otro vacío».
Un solo fajo de curso legal
El procedimiento seguido, detalla el escrito de acusación, consistió en que, «del interior de la mesa 'Angelo' tomaba un paquete de billetes que entregaba a la víctima para contar y comprobar su autenticidad, y que luego se metía en el cajón vacío de la mesa para tomar otro paquete». «No obstante, el empresario no se percató de que en todo momento estuvo contando el mismo fajo que, de modo subrepticio y por debajo de la mesa, era tomado por otra persona que no ha sido hallada y colocado de nuevo en el cajón desde donde T.B. volvía una y otra vez a tomarlo y entregarlo para su recuento».
Como consecuencia de esto, la víctima habría entregado 500.000 euros, recibiendo a cambio «un maletín lleno de fotocopias de billetes de 500 euros, entre los que se encontraban tan solo 9.000 euros de curso legal».
El Ministerio Público califica los hechos como un presunto delito de estafa e interesa, además de las penas de tres años de prisión, el pago de una multa de nueve meses con cuota diaria de 12 euros. La vista oral está señalada para el 3 de marzo en la Audiencia Provincial de Almería.
Por su parte, los otros dos acusados habrían fingido ser un «socio» y el «secretario personal» del aristócrata; y, juntos, se habrían servido de una «mesa de grandes dimensiones», trucada con un «pie central» capaz de albergar en su interior a una persona, para sustituir los billetes de curso legal por falsificaciones, accediendo desde el interior de la misma a «dos cajones». Ello habría sido posible pese a que la víctima acudió al intercambio con una «para contarlos y detectar si eran falsos».
La presunta estafa, según indica el Ministerio Público, ascendió a 491.000 euros, y comenzó a desarrollarse en el mes de octubre de 2010, consumándose en diciembre de ese mismo año, y no siendo descubierta hasta 24 horas más tarde, cuando el Servicio Aduanero Francés intervino a uno de los acusados, T.B., quien se identificaba como un noble italiano llamado ‘Angelo’, 232.750 euros en el interior de una caravana que procedía del levante español.
El escrito de calificación provisional recoge que T.B. planificó presuntamente con M.D.H y V.B., también acusados, el timo con la intención de obtener una «importante cantidad de dinero de alguna persona con solvencia económica», y que los tres se repartieron «los papeles para ejecutar el plan».
Detalla que, previamente, estuvieron contactando durante casi medio año con una cuarta persona, no enjuiciada, a quien «utilizaban, sin que él mismo fuera consciente de ello», para que les presentase a «la víctima idónea para la estafa por su conocimiento de los empresarios de la zona».
Esta persona, «convencida de que los tres acusados eran inversores italianos", les presentó al que a la postre sería el perjudicado, concertando una primera reunión para octubre de 2010 en la cafetería de un conocido centro comercial de Murcia.
Durante ese encuentro, según desgrana en su relato de hechos el Ministerio Público, T.B. trasladó que era «un noble italiano con una enorme fortuna» que necesitaba «cambiar billetes de 500 euros por billetes más pequeños de 200, 100 o 50 euros», y aseguró al empresario que ofrecía «como compensación de tal cambio, un 10 por ciento de la cantidad cambiada».
Primer Intercambio
Fue en Murcia, en esa primera reunión, donde se produjo el primero de los intercambios, recibiendo la víctima 11.000 euros en efectivo por los 10.000 presuntamente entregados a los acusados. En esta ocasión, el empresario «no tuvo ningún problema» con los billetes recibidos, razón por la cual se «incrementaron los contactos» entre ambas partes para organizar un intercambio mayor.
Un día antes de que se consumase la estafa, el 29 de diciembre de 2010, el supuesto 'Angelo' y el conocido empresario ejidense acordaron en una cafetería de El Parador, en Roquetas de Mar, el cambio de un total de 500.000 euros, por los que el segundo recibiría 1,5 millones de euros, quedando supuestamente para encontrarse en un hotel de la capital.
Según el fiscal, los acusados se alojaron entonces en este establecimiento, contrataron la sala de reuniones del hotel y montaron el artilugio en forma de mesa de grandes dimensiones «que ellos mismos y por partes trasladaron».
La estafa se perpetró presuntamente el día 30, cuando el intermediario, junto con T.B. —el 'aristócrata'—, M.D.H. —el supuesto socio— y el empresario «pasaron a la sala de reuniones donde 'Angelo' le mostró la mesa y los cajones, uno de ellos aparentemente lleno de billetes de 500 y otro vacío».
Un solo fajo de curso legal
El procedimiento seguido, detalla el escrito de acusación, consistió en que, «del interior de la mesa 'Angelo' tomaba un paquete de billetes que entregaba a la víctima para contar y comprobar su autenticidad, y que luego se metía en el cajón vacío de la mesa para tomar otro paquete». «No obstante, el empresario no se percató de que en todo momento estuvo contando el mismo fajo que, de modo subrepticio y por debajo de la mesa, era tomado por otra persona que no ha sido hallada y colocado de nuevo en el cajón desde donde T.B. volvía una y otra vez a tomarlo y entregarlo para su recuento».
Como consecuencia de esto, la víctima habría entregado 500.000 euros, recibiendo a cambio «un maletín lleno de fotocopias de billetes de 500 euros, entre los que se encontraban tan solo 9.000 euros de curso legal».
El Ministerio Público califica los hechos como un presunto delito de estafa e interesa, además de las penas de tres años de prisión, el pago de una multa de nueve meses con cuota diaria de 12 euros. La vista oral está señalada para el 3 de marzo en la Audiencia Provincial de Almería.