Los pacientes que precisen cirugía tendrán que ser derivados al hospital Torrecárdenas o reubicados en otras zonas del complejo hospitalario
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| Personal sanitario, sindicatos, ciudadanos y representantes políticos participan en la manifestación |
C. GARCÍA MELLADO / 29·09·2014
Más de mil personas se han manifestado esta mañana en Huércal-Overa por la clausura de 30 camas en el Hospital La Inmaculada. Esta disminución de plazas se viene produciendo desde hace meses y continuará durante octubre y noviembre. La decisión de la Junta de posponer la apertura en la planta de cirugía afectará tanto a los pacientes, que tendrán que ser realojados o desplazarse hasta el hospital Torrecárdenas, como a los trabajadores eventuales que prestan servicio en este departamento centro ovetense.
La protesta de hoy no será la última, según el sindicato CSIF, que anuncia nuevas movilizaciones si la dirección del Centro y el Ejecutivo Autonómico no dan marcha atrás ante esta decisión. En el paro de hoy han participado trabajadores, ciudadanos de los municipios del Levante almeriense, asociaciones y colectivos vecinales, los sindicatos de la junta de personal del complejo hospitalario y representantes municipales.
Desde el sindicato CSIF, promotor de la huelga, se reitera que en total son 30 las camas anuladas y no 21 «como pretende hacer creer» la gerencia del Hospital y la Delegación Provincial de Salud. Así, el sindicato insiste en que se ven afectadas 15 habitaciones, con dos camas cada una. «Otra cosa bien distinta es que, por patologías especiales o por prescripción médica, haya pacientes a los que sea recomendable ingresar solos en su habitación. De ahí el juego de datos y números», puntualiza Antonio Moreno, presidente provincial del sector Sanidad de CSIF Almería. Durante los meses de julio, agosto y septiembre ya se cerró la planta por falta de medios económicos y por la baja frecuencia de pacientes. Según La Inmaculada, se volverá abrir en diciembre cuando la Junta de Andalucía adelante el dinero necesario para ello.
De esta manera, los usuarios de cirugía tendrán que ser reubicados en otras plantas y «asumir riesgos añadidos a la patología de la que estén siendo tratados» con la consiguiente rebaja de la calidad en la asistencia sanitaria. Asimismo, la situación afectará al personal médico de la planta, 20 trabajadores en total, que se verán obligados a «buscar por todo el hospital» a sus pacientes. Con todo, el sindicato no descarta próximas movilizaciones de no obtenerse una pronta solución al problema. En este mismo sentido se pronunció el alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández: «no podemos permitir que la Junta cierre esta planta y que se vayan quitando servicios, que también conlleva la eliminación de decenas de puestos de trabajo». El Hospital atiende a ciudadanos de todo el Levante almeriense y de la comarca de Los Vélez.
Otras reacciones al cierre de la planta no se han hecho esperar, así la parlamentaria popular Rosalía Espinosa, también ha manifestado el rechazo de su grupo frente a la medida. «Al cerrar los quirófanos, el Hospital pasa a ser un centro de salud grande, además esta decisión caprichosa saturará aún más Torrecárdenas y disparará las listas de espera», ha puntualizado. Asimismo recuerda que la Junta se comprometió hace diez años a que ningún andaluz estuviese a más de treinta minutos de un hospital por lo que, de continuar cerrados los quirófanos de Huércal-Overa, los vecinos tardarán más de una hora y media en llegar al centro más cercano.
Situación sanitaria en la provincia
La provincia de Almería sufre un déficit en infraestructuras sanitarias si se comparan los datos oficiales de la Consejería en cuanto a número de camas por habitante con otras provincias andaluzas. En la comarca del Poniente «faltan camas y especialistas y se ha boicoteado el Hospital de Roquetas de Mar»; en Almería capital y su zona de influencia hay un complejo hospitalario «súper saturado que debería contar ya con un nuevo edificio de Consultas Externas y un Hospital Materno Infantil funcionando y además se han perdido las 200 camas del Hospital Provincial, y en el Levante no hay base del 061, algo gravísimo», remarcó Espinosa.
Almería cuenta con un hospital de Especialidades (Torrecárdenas), dos comarcales (Inmaculada y Poniente) y uno de Alta Resolución (El Toyo) y 1.336 camas en total, mientras que Jaén, que tiene menos habitantes, dispone de siete hospitales en total y 1.485 camas, «lo que es un agravio que demuestra que constantemente la Consejería de Salud nos niega el pan y la sal», concluye.
La protesta de hoy no será la última, según el sindicato CSIF, que anuncia nuevas movilizaciones si la dirección del Centro y el Ejecutivo Autonómico no dan marcha atrás ante esta decisión. En el paro de hoy han participado trabajadores, ciudadanos de los municipios del Levante almeriense, asociaciones y colectivos vecinales, los sindicatos de la junta de personal del complejo hospitalario y representantes municipales.
Desde el sindicato CSIF, promotor de la huelga, se reitera que en total son 30 las camas anuladas y no 21 «como pretende hacer creer» la gerencia del Hospital y la Delegación Provincial de Salud. Así, el sindicato insiste en que se ven afectadas 15 habitaciones, con dos camas cada una. «Otra cosa bien distinta es que, por patologías especiales o por prescripción médica, haya pacientes a los que sea recomendable ingresar solos en su habitación. De ahí el juego de datos y números», puntualiza Antonio Moreno, presidente provincial del sector Sanidad de CSIF Almería. Durante los meses de julio, agosto y septiembre ya se cerró la planta por falta de medios económicos y por la baja frecuencia de pacientes. Según La Inmaculada, se volverá abrir en diciembre cuando la Junta de Andalucía adelante el dinero necesario para ello.
De esta manera, los usuarios de cirugía tendrán que ser reubicados en otras plantas y «asumir riesgos añadidos a la patología de la que estén siendo tratados» con la consiguiente rebaja de la calidad en la asistencia sanitaria. Asimismo, la situación afectará al personal médico de la planta, 20 trabajadores en total, que se verán obligados a «buscar por todo el hospital» a sus pacientes. Con todo, el sindicato no descarta próximas movilizaciones de no obtenerse una pronta solución al problema. En este mismo sentido se pronunció el alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández: «no podemos permitir que la Junta cierre esta planta y que se vayan quitando servicios, que también conlleva la eliminación de decenas de puestos de trabajo». El Hospital atiende a ciudadanos de todo el Levante almeriense y de la comarca de Los Vélez.
Otras reacciones al cierre de la planta no se han hecho esperar, así la parlamentaria popular Rosalía Espinosa, también ha manifestado el rechazo de su grupo frente a la medida. «Al cerrar los quirófanos, el Hospital pasa a ser un centro de salud grande, además esta decisión caprichosa saturará aún más Torrecárdenas y disparará las listas de espera», ha puntualizado. Asimismo recuerda que la Junta se comprometió hace diez años a que ningún andaluz estuviese a más de treinta minutos de un hospital por lo que, de continuar cerrados los quirófanos de Huércal-Overa, los vecinos tardarán más de una hora y media en llegar al centro más cercano.
Situación sanitaria en la provincia
La provincia de Almería sufre un déficit en infraestructuras sanitarias si se comparan los datos oficiales de la Consejería en cuanto a número de camas por habitante con otras provincias andaluzas. En la comarca del Poniente «faltan camas y especialistas y se ha boicoteado el Hospital de Roquetas de Mar»; en Almería capital y su zona de influencia hay un complejo hospitalario «súper saturado que debería contar ya con un nuevo edificio de Consultas Externas y un Hospital Materno Infantil funcionando y además se han perdido las 200 camas del Hospital Provincial, y en el Levante no hay base del 061, algo gravísimo», remarcó Espinosa.
Almería cuenta con un hospital de Especialidades (Torrecárdenas), dos comarcales (Inmaculada y Poniente) y uno de Alta Resolución (El Toyo) y 1.336 camas en total, mientras que Jaén, que tiene menos habitantes, dispone de siete hospitales en total y 1.485 camas, «lo que es un agravio que demuestra que constantemente la Consejería de Salud nos niega el pan y la sal», concluye.
