El Psoe culpable de que el dichoso siga en pie


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

El hoy consejero de colores de la Junta, Ramón Fernández Pacheco, nunca ha sido un hombre de fuertes declaraciones. Ha sido más bien de carácter pacífico en lo político, nunca se le han oído duras declaraciones contra los rivales en su tiempo de alcalde de la ciudad de Almería, de ahí que en estos días nos haya sorprendido cuando, como consejero y portavoz del gobierno de la Junta, señala al culpable de que el Algarrobico siga en pie. Y la flecha del consejero va directa contra el Partido Socialista. No entiende Fernández Pacheco y Monterreal por qué el grupo socialista en el ayuntamiento de Carboneras votó en contra de la moción presentada por el equipo de gobierno, y que era la puerta por la que debía llegar el derribo del dichoso hotel. Habría que decirle al señor consejero que se olvida del voto de Salvador Hernández, si este hubiera votado la moción presentada por el partido al que dio la alcaldía, la licencia ya no sería problema.

A la ministra Montero, donde el Psoe central tiene puestas las esperanzas para un futuro resurgir del socialismo andaluz, se han dirigido también los dardos de nuestro consejero sobre el referido tema del dichoso, e invita a que desde los gobiernos central y autonómico se aúnen esfuerzos con el mismo fin.

El gobierno andaluz de Moreno Bonilla, según nuestro consejero, tiene los euros de los andaluces preparados. Esos euros que han ido saliendo de nuestros bolsillos, que han pagado a lo largo de los años sueldos, juergas y escándalos de nuestros políticos, y que ahora van a tener que abonar el derribo de un hotel en el que nosotros, los ciudadanos, no tenemos arte ni parte para la situación que está viviendo.

Sé que van a decir que es una estupidez, una salida de tono, de pata de banco, vamos. Pero si los ciudadanos son los garantes de la democracia, si son ellos, los vecinos de Carboneras los dueños de sus tierras y del futuro que quieren, si su voto pone y quita alcaldes, ¿por qué no preguntar a estos estos hombres y mujeres si quieren derribar el dichoso hotel?

Vale, es una tontería. Pero se nos llena la boca de que la democracia es la decisión del pueblo, de los votantes y que son sus votos los que deciden. Pues si es así, si así lo creemos, y así lo defendemos, una consulta sobre el derribo y quién debe pagar el mismo no creo que sea una tontería. Pero el ciudadano, triste comparsa de los políticos y de los partidos que los encumbran no parece que tengan la última palabra tras la votación de mayo para desgracia suya, y a veces hasta de su bolsillo.

Los políticos quieren que la justicia tome la decisión que a ellos les pertenece sobre la licencia de obras dada en su día, y así se lo reclaman al tribunal, pero miren por donde se han encontrado con el TSJA, que manifiesta que no es la justicia, que debe ser el ayuntamiento de Carboneras el que decida sobre la licencia aprobada en su día. ¿Y mientras? Los jueces nada pueden hacer. En el voto de Salvador Hernández, o en el de alguno de los ediles del Psoe está la solución para el derribo del hotel.

¿Quién se rendirá primero? ¿Lo veremos caer algún día? ¿Tendrán voz en algún momento los vecinos? Mientras sigamos votando a los actuales partidos: Nunca. Y bien que lo siento.