Labella no se fiaba mucho del PP


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PASEO ABAJO/JUAN TORRIJOS

La comprendo. Yo tampoco me habría fiado estando en su posición. Doña Ana no quería dejar su puesto de concejal en el Ayuntamiento de Almería hasta que Pedro Sánchez no tuviera un Gobierno estable en Madrid. ¿Y por qué? Temía, yo en su caso también, que, si al final no había investidura ni de Feijóo ni de Pedro, y había que llegar a otra convocatoria para este mes de diciembre, se pudiera quedar sin escaño, bien porque el PP lo perdiera en la contienda electoral, bien porque su nombre no estuviera en las listas del que es su partido y del que sabe las intenciones que tiene para con ella.

Entiendo que ella es consciente de que su carrera política no tiene demasiado futuro en el Partido Popular. Su puesto número tres en la pasada candidatura fue una forma de decírselo, y lo entendió. El hacerle saltar del área de Urbanismo, el saber que María Vázquez no contaba con ella para el cargo que con acierto ha venido desempeñando, y muy bien, durante años, era, por mucho que lo hayan querido difuminar, un ataque claro a su carrera, a los éxitos logrados y al deseo de alejarla de los cargos de decisión del Ayuntamiento.

Creo que ha hecho bien en no dejar el Ayuntamiento hasta no tener seguros los cuatro años de legislatura en el gobierno central, pueden ser los últimos de su carrera política en el PP. Yo habría hecho lo mismo viendo cómo se las gastan en los partidos cuando te ponen en la diana de salida, cuando destacas sobre la líder, como ocurría en su caso.

Contaban, Ana, que le hacías sombra a María, que las reuniones te las preparabas mejor que la alcaldesa, que tus opiniones eran más acertadas y que lo que tenías que hacer era contarle a ella los argumentos para que fuera la entonces candidata la que se apuntara los tantos y saliera con una medalla en el pecho. Pero las medallas te las venías colocando tú, y no solo desde el área de Urbanismo, y eso no gustaba demasiado. Había que descabalgarte, y hacerlo sin que se notara demasiado, que te estaban arrojaban a los leones.

Y lo hicieron. El tercero en las generales en Almería se podía lograr, como así fue. Vox estaba a la baja en ese momento, se le vio en las municipales en el ámbito provincial, y al lograrlo el PP te alejaba del entorno municipal, te alejaba de María, la alcaldesa. Tu influencia y tu presencia dejaba de ser determinante en el poderoso y deseado Urbanismo capitalino.

Ana, suerte. No creo que Maribel y Hernando te den muchas oportunidades, pero sabemos que eres constante, luchadora, aunque a veces tu voz desfallezca y aparezcan en tus ojos lágrimas ¿de añoranza, de pena, de rabia, de impotencia? y que te preparas el trabajo mejor que otros. Pero el reto que tienes por delante no deja de ser complicado.