¿La bandera es un símbolo que nos debe unir?


..

PASEO ABAJO/Juan Torrijos

En un día como hoy, el de Andalucía, creado por los políticos, es bueno hablar de las banderas que nos unen a los hombres y mujeres de esta tierra.

Me pasé más de once años en Cataluña. En cuarenta años después solo volví en dos ocasiones, un par de días por el compromiso familiar de una boda y una entrevista sobre la radio. No hay recuerdos que señalar. Fue gracias a esos once años entre catalanes de todo pelaje cuando me percaté de lo importante que es una bandera a la hora de unir a la gente. Era emocionante ver la cuatribarrada ondeando en cientos, miles de balcones, cómo en algunos momentos y en barrios de la periferia era ver la verdiblanca en decenas de ellos. Unos queríamos la unión, otros no pensaban lo mismo.

Aún resuena un cuatro de diciembre del 77 en la catalana Plaza de San Jaime.

Llegué a entender que las banderas no nos deben dividir, que se puede defender la de uno sin tener que odiar o despreciar la del contrario. Que por encima de esas banderas debe estar el ser personas razonables, el aceptar que no te tienes que inclinar ante la mía, pero tampoco despreciarla, denigrarla o tratarla como hacía hace unos días una señora en el Congreso que se dice de todos los españoles, no se le pide mucho más.

Hemos visto a Pedro Sánchez inclinarse ante la bandera de Marruecos, visitar la tumba de un dictador, así como mantener un silencio peligroso y ni una palabra de protesta cuando una señora catalana, que cobra de todos los españoles, trata con desvergüenza a la que en principio es también su bandera.

¿O es que la bandera que apartaba con total desfachatez la independentista catalana en sede parlamentaria española no es la bandera de Pedro Sánchez? Lo mismo el hombre no la siente así. Cuestión que sería comprensible y contra la que no tengo nada. Cada uno es libre de sentir como suya una bandera.

Claro que sería interesante que nos lo explicara. Si está en contra de la bandera española, que lo diga, y que lleve una moción para cambiarla, pero si es al contrario, que la defienda. Si lleva la moción para cambiarla seguro que va a encontrar el apoyo de los que lo mantienen en el poder: Delincuentes catalanes de derechas y de izquierdas, racistas vascos del Pnv, filo-terroristas y amigos de Otegi del País Vasco y hombres y mujeres, españoles y argentinos, que conforman el espectro de la izquierda más radica y antiespañola.

Creo que, si son consecuentes con su forma de entender y de hacer la política, deben presentar un proyecto para cambiar la bandera de este país, al que les cuesta llamar España, y que nos lo digan abiertamente, que sean valientes y lleven sus deseos hasta una propuesta al congreso de los diputados españoles. Será una forma y manera de ver si los que sientan sus culos en los escaños y se llevan el sueldo de los impuestos de los ciudadanos españoles saben y conocen la historia de cómo y cuándo nació la bandera que se dice de su país.

Y mientras, y puesto que la diputada catalana no va a dimitir, y el resto de las fuerzas que tienen la mayoría no van a abrir expediente o investigación alguna para saber lo ocurrido, lo mismo deberían hacerlo los que han callado, los cobardes, a los que les cuesta trabajo llamar a este país: España. Lo mismo estábamos mejor sin ellos en el poder.