Una cierta desesperación siente el personal


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

En la boca siente uno cierta sequedad, en el ánimo tristeza y una desazón ante lo que estamos viviendo, contra lo que nos revelamos y que no podemos contener. En estos últimos días estamos teniendo los ciudadanos la triste sensación de que a esta España no la conoce ya ni la madre que la parió, que dijo hace años, tantos que creíamos que se nos había olvidado, Alfonso Guerra.

Pero si Zapatero asomó hace años la patita para hacer realidad lo pregonado por Alfonso, hoy no parece que el viejo vicepresidente esté en desacuerdo con aquella receta, deben ser los años que también lo han cambiado, ha sido la llegada, la inefable llegada de Pedro Sánchez, el que de nuevo nos ha traído a la mente la frase de Guerra. A España en unos años no la va a conocer ni la madre que la parió. Y razón va a tener el hombre.

Estamos viendo los cambios que se producen en el país, y es para temer seguir viviendo en esta España de nuestras entretelas. Alguien llamará a tu puerta a las cinco de la madrugada y no será el lechero. La recuerdan, ¿verdad?

Si mañana un vecino le denuncia a uno por una discusión en su casa con su esposa, la policía va a llegar y acabará con sus huesos esa noche en comisaría, y su nombre aparecerá con letras mayúsculas, y con foto si es algo famoso, en todos los rotativos y redes del mundo mundial. El de su señora, no. El nombre de su esposa, con la que tuvo la discusión, no aparecerá. Ella tiene la cobertura de una ley que la protege. Usted, no.

Si por casualidad está usted desempeñando un cargo de los llamados públicos, el político de turno, si es de derechas, le va a cesar inmediatamente de su puesto, dando un comunicado a la prensa, el de las izquierdas lo va a defender. El de derechas y la empresa pública son muy mirados en la cuestión de la violencia de género, y no quiere verse enredado con el ministerio de izquierdas de la del “sí, es sí, porque lo digo yo”. Por lo visto ser de derechas y tener una discusión con la mujer, te puede llevar a la cárcel, de hecho te lleva, pero si eres de izquierdas serás defendido contra lo que son habladurías de los fachas.

El gabinete de prensa de la Policía viene ofreciendo información sobre los delitos que se cometen, cuestión que está muy bien y que es de agradecer. Lo que ya no nos parece tan de agradecer es que en la mayoría de las notas aparezcan las iniciales de los nombres de los presuntos delincuentes, como debe ser por la protección de estas personas, y en otros aparezca el nombre y el apellido de la persona detenida y puesta en la picota. Y miren que gracia, detienen a dos, y solo aparece el de uno, el del hombre, el de la mujer se deja entre las teclas del ordenador.

Si el gabinete de prensa de Comisaría tiene orden de poner las iniciales, ¿por qué y cómo se cuela el de un detenido? ¿Podemos pensar que se ha hecho con intención malsana, la de hacer daño? Nadie me puede hacer creer lo contrario.

Dicen que hasta que las bombas no llegan a la puerta de tu casa no te crees que ha estallado la guerra. Nos ocurre lo mismo con las leyes, hasta que no vemos que salpican a los conocidos, a los vecinos, a los familiares no nos damos cuenta el daño que están haciendo con ellas a la sociedad y a la convivencia de esta.

Si no acabamos con las leyes impuestas por esa mayoría que hoy nos gobierna, se hará realidad lo pregonado por Guerra hace unos años: A esta España (y los a españoles que en ella viven decimos nosotros) no los van a conocer ni la madre que los parió. Amén.