Las políticas serán ambientales. ¿A cambio de qué?


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

El consejero de Medio Ambiente de la Junta, el almeriense Fernández y Pacheco, don Ramón, manifestaba hace unos días que las políticas del futuro serán ambientales. Y no creo que nadie se pueda oponer a ello, más bien al contrario, todos estamos de acuerdo en tener campos verdes, aires limpios, árboles centenarios, senderos en las montañas para disfrutarlas y vivirlas. Y si es posible, y lo permite el consejero de Medio Ambiente, casitas en el campo donde poder vivir mejor que en las grandes ciudades.

Vivo en un cortijo desde hace más de veinte años, y no vean lo hermoso que es despertar por las mañanas con el canto de los pajarillos, regar en estos días las habas que van creciendo, o coger las naranjas que vamos a exprimir para el desayuno. Esperar el tiempo de las cerezas, los albaricoques, los higos y alguna otra fruta que recolecta mi señora para disfrutarla en paz y ambientalmente.

Alguien puede decir que eso es vida, y estoy de acuerdo con él. Por lo que se entenderá que, si alguien está a favor del ambiente, el medio y el otro, son aquellos que lo vienen practicando en su vida diaria, rodeado de gatos que te esperan cada mañana y que te siguen para que les pongas su pienso. Les hablas, y crees que te entienden y que con sus arrumacos te contestan. ¿Viven así nuestros legisladores, o lo hacen en los centros de las ciudades?

¿Saben y viven lo que es realmente la vida en el campo, o solo lo conocen de ir un fin de semana a que algún amigo les haga un arroz o una barbacoa, regado todo ello con buenos vinos y copas largas hasta la llegada de la noche? Tristemente, y para desgracia del campo, los que mandan, los que dicen que saben, no lo viven, no lo sienten, no les gusta.

Hay mosquitos en las noches de verano que les molestan y no les dejan dormir, avispas durante el día que les dan miedo. Cigarras que no les dejan echar la siesta, alguna lagartija se ha metido en la habitación para disgusto de alguno de los invitados. Y un largo etc. etc. etc.

En el titular del escrito que están leyendo, incluyo una pregunta dedicada a esos legisladores que hacen las leyes por la que nos tenemos que regir en el llamado medio ambiente.

Las políticas serán ambientales, bien, estoy de acuerdo, pero, ¿a cambio de qué?

¿A qué vamos a tener que renunciar señores a cambio de esa política que se nos promete?

Si miramos las políticas que se nos anuncian desde Europa (no sé si será la ambiental que nos propugna don Ramón), y algunas de las leyes que Sánchez está poniendo en marcha, al campo, tal y como lo conocemos y lo vivimos hoy día, no lo va a reconocer en unos años ni la madre que lo parió. Se abandonan las tierras, los pueblos, solo quedan cuatro viejos con un médico un par de horas al día, una ambulancia a más de media hora, sin Guardia Civil que los proteja y con un gobierno que no te deja hacer en tus tierras ni un servicio donde simplemente miccionar, vulgo mear.

Ramón, ¿a qué más vamos a tener que renunciar para que tú implementes esa política ambiental?

Asustaito me tienes, Ramón, mi niño.