¿Ha habido debate de ideas en las primarias del PSOE?


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

“Ya viene el autocar de la Mojonera” El señor Espadas, don Juan, al que el “mollete” Moreno Bonillo dejó en “espadachín” en las últimas elecciones al Parlamento de Andalucía, quería convencernos hace un par de semanas, de visita por nuestra tierra, de que las primarias en los partidos políticos se convierten en un espacio abierto entre la militancia donde se debate sobre las ideas.

De lo que nos quería convencer en ese día don Juan, fue el principal argumento puesto sobre la mesa cuando el PSOE decidió jugar a la democracia interna. No les salió la jugada, las primarias se convirtieron en una guerra interna en la que la dirección, con el poder de repartir prebendas, compraba votos para encumbrar a sus candidatos.

Lo hacían desde las direcciones nacionales, regionales, provinciales y locales. Cada cabeza de ratón quería mantener a sus fieles, como la mejor y única manera de mantenerse en esas direcciones. Los debates ideológicos les importaba un pimiento, por no decir algo más escatológico. Ni les preocupaba ayer y al pairo hoy.

Pero queda muy bien para los cuatro que se lo creen todo, que no ven más allá de las palabras del líder y de los intereses del partido, aunque vayan en contra de las propias estructuras del grupo.

En los muchos años que uno lleva dedicado al mundo de la política y de los partidos, nunca, jamás, nunca, hemos visto que se haya producido durante unas primarias debate alguno sobre ideas. Hemos visto autocares llenos de militantes viajando por los pueblos para apoyar a tal o cual candidato, una vez era al elegido por la dirección provincial en otras por el local. Durante algunos años se le impuso un mote a aquellos que llegaba como nuevos militantes a votar por fulanito o menganito: “Ya viene el autocar de La Mojonera”.

Se afiliaba a amigos, familiares y a pueblos con autocar pagado para que fueran a votar a uno de los candidatos. “Ya viene el autocar de la Mojonera”. No ha sido capaz el PSOE de reconocer el error de las primarias. De llevarlas a afecto con rigor, de hacerlo de una forma seria y comprometida se habrían convertido en un gran instrumento donde conocer a los diferentes aspirantes a los cargos públicos, pero ello ponía en peligro a algunos líderes, y eso no se podía permitir.

Y no lo permitieron. ¿Cómo? Manipulando las votaciones, comprando afiliaciones. Las primarias se convirtieron en “chanchullos políticos” organizadas desde las direcciones de los partidos. Y ahí siguen.

Lo siento por el señor Espadas, pero lo de las primarias como debate ideológico no deja de ser una boutade que ya no se cree nadie. Ni siquiera usted. Y, aun así, nos lo sigue vendiendo como si fuéramos unos ignorantes.

Se celebraron primarias en el PSOE la capital, ¿han visto ustedes debates ente Adriana Valverde y Carmen Aguilar?

Espadas, Espadas, más bonico hubieras estado callado. Digo más, para lo que dijiste por estas tierras, mejor haberte quedado en aquella ocasión en tu Sevilla de tu alma.