Jesús Aguirre nos traerá el Parlamento a Almería


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Hace unas semanas, se me había olvidado el escrito entre las teclas del ordenata, estuvo en Almería el presidente del Parlamento Andaluz. Era una de las primeras salidas de tan honorable andaluz y lo hizo para visitar y besar tierras almerienses. ¡Buena gente! Entre las cosas que nos prometió, nos dijo que traería el Parlamento a Almería. Volveremos a esa cuestión.

El presidente del parlamento andaluz, el que fuera mandamás de la sanidad durante la legislatura anterior, el bueno de Aguirre, ¡qué gran persona! Todos los que conocen a este cordobés hablan de la humanidad de este caballero y de su saber estar en todas las situaciones que se le puedan presentar. El doctor Aguirre no se peleará jamás con un compañero, como de él y por lógica se espera, pero tampoco lo hará con un rival o feroz enemigo, aunque este le esté diciendo “perro judío”, insulto que ha estado muy arraigado en las entrañas de los españoles durante siglos.

Fue tan buena persona durante la etapa de consejero de sanidad, demostró la bonhomía que atesora, que bastantes altos cargos del Sas que llegaron de la mano y con el carnet del Psoe en su día, siguieron en sus puestos en los años que él estuvo mandando, y que se sepa, y a la espera de la decisión de los nuevos jerarcas ahí siguen en los mismos puestos que les otorgó el socialismo.

Decía el bueno y santo de Jesús Aguirre, durante los años que estuvo al frente de la salud de los andaluces, lo importante que era ganarse a aquellas personas para trabajar con el Partido Popular de Juanma Moreno. Se pueden imaginar lo que pensaban aquellos sanitarios que habían trabajado bajo las botas de los jefes del Psoe cuando llega al Pp, están esperando los cambios como agua de mayo, y ven que pasan los días, las semanas y los meses y siguen los mismo mandando.

El Pp no los cambió. Había que ganarse a los socialistas. La pregunta dedicada al señor Aguirre sería: ¿Consiguieron ganarse a esos altos cargos?

Que Jesús es un gran hombre no lo duda nadie, que es un santo tampoco, que Aguirre se merece un altar, seguro. Y ahí lo ha colocado Moreno Bonilla. Seguir los debates del parlamento andaluz con el presidente Jesús Aguirre al frente es todo un hermoso poema de formas, cariño y saber estar.

A uno le parece bien que se traiga el Parlamento a Almería un día de estos, pero no cree señor Aguirre que no está el personal como para malgastar un dineral en viajes de su señoría a Almería. Sí nos gustaría que nos trajera otras cuestiones más interesantes para nuestra provincia, si usted puede y le parece bien.

Por ejemplo, un casino en el Toyo, otro en Roquetas para que no se enfade Gabriel Amat, un puerto en la isla de Alborán para que se refugien nuestros pesqueros, otro puerto en la Isleta del Moro que llevan prometido desde hace más de veinte años, el Ave a Sevilla, una nueva ley sobre la tierra, que la actual tiene asfixiados a pueblos y vecinos, una autovía hasta Cabo de Gata, acabar el paseo marítimo de Mojácar, otro campo de golf, que con los dos que tenemos en la capital no hay bastante, ¿le he dicho ya lo del puerto-ciudad? Pues eso.

Vale, lo dejo. Son tantas las cosas que necesita Almería, que al final nos traerá el parlamento, se gastarán un dineral en dietas de sus señorías, darán de comer a unos cuanto comilitones de por aquí y se volverá feliz y contento a casa con cara de satisfacción, de deber cumplido, de buena persona, de santo varón. Veremos otro día esa felicidad en su cara por esta tierra, estoy seguro.