Intervienen 6.250 litros de gasolina en garrafas en puertos de Roquetas y El Ejido

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ALMERÍA HOY / 10·09·2022

La Guardia Civil de Almería ha intervenido 250 garrafas de gasolina (6.250 litros) en dos actuaciones desarrolladas en Roquetas de Mar y El Ejido.

Según un comunicado, los conocidos como ‘Petaqueros’ son aquellas personas que abastecen de combustible a las embarcaciones que en su mayoría se dedican al tráfico de drogas y/o tráfico de personas.

En la primera actuación, el personal de la Benemérita, durante sus patrullas de inspección en puertos recreativos, identificó una embarcación atracada en el Puerto Deportivo de Aguadulce-Roquetas de Mar y localizó 130 garrafas de combustible de 25 litros cada una (3.250 litros) por lo que se propouso para sanción ante la Administración de Aduanas e Impuestos Especiales por una infracción de contrabando.

En la segunda, gracias a la colaboración ciudadana, se tuvo conocimiento de que tripulantes de una embarcación atracada en el Club Náutico de Almerimar-El Ejido habían repostado garrafas de combustible en una furgoneta, una vez localizada, los agentes realizaron la correspondiente inspección e intervinieron 120 garrafas (3.000 litros) lo que supone una infracción por el transporte de mercancías peligrosas por carretera realizada por particulares.

Tanto los envasases, cantidades, como medios de transporte no se encuentran homologados, por lo que, debido a las condiciones ambientales y logísticas, son un riesgo real y efectivo para personas, instalaciones y medio ambiente.

Las garrafas conteniendo la gasolina se exponían durante largos periodos de tiempo a condiciones meteorológicas adversas, tanto al sol como a las altas temperaturas, en los vehículos yen los puertos deportivos de la provincia y, en ocasiones, en las playas.

La corrosión marina, la exposición al sol y modo de transporte afecta a la fiabilidad y estanqueidad de los envases, además de los riesgos que corren los conductores de vehículos, tripulantes de las embarcaciones y personas cercanas.

Como resultado de estas dos actuaciones, la Guardia Civil propone para sanción a sus responsables y solicita la destrucción del material al ser considerado un residuo peligroso por su poder inflamable, además de su carácter contaminante para el medio ambiente.