Los celos podrían estar detrás del suceso
ALMERÍA HOY / 07·06·2022
Un senegalés ha matado a otro de una puñalada en plena calle en Garrucha, alrededor de las 14:30 de este martes.
Tanto la víctima como el agresor se conocían y residían en la localidad costera levantina desde hace "diez o quince años", según fuentes próximas a la investigación, donde eran muy conocidos y "estaban perfectamente integrados". Eran vecinos y ambos vendedores en mercados ambulantes.
Sobre la hora citada, la Policía Local recibió un aviso. Al personarse en el lugar de autos, el homicida se entregó a los agentes diciendo "he sido yo, he sido yo", y fue inmediatamente esposado y trasladado al Cuartel de la Guardia Civil.
Según la versión del agresor, el finado le propinó una paliza hace "tres o cuatro años" por un motivo de celos y, hoy, sobre las 14:00, la víctima se presentó en casa del presunto homicida en estado alterado pidiéndole "salir al campo para una pelea" entre ambos.
Sin embargo, al poco de salir del domicilio, el ahora fallecido le habría propinado "un puñetazo", que fue contestado con una cuchillada en el pecho por parte del detenido, que portaba el arma blanca "por miedo".
El muerto deja una viuda y dos hijas huérfanas, mellizas de alrededor de 10 años.
Tanto la víctima como el agresor se conocían y residían en la localidad costera levantina desde hace "diez o quince años", según fuentes próximas a la investigación, donde eran muy conocidos y "estaban perfectamente integrados". Eran vecinos y ambos vendedores en mercados ambulantes.
Sobre la hora citada, la Policía Local recibió un aviso. Al personarse en el lugar de autos, el homicida se entregó a los agentes diciendo "he sido yo, he sido yo", y fue inmediatamente esposado y trasladado al Cuartel de la Guardia Civil.
Según la versión del agresor, el finado le propinó una paliza hace "tres o cuatro años" por un motivo de celos y, hoy, sobre las 14:00, la víctima se presentó en casa del presunto homicida en estado alterado pidiéndole "salir al campo para una pelea" entre ambos.
Sin embargo, al poco de salir del domicilio, el ahora fallecido le habría propinado "un puñetazo", que fue contestado con una cuchillada en el pecho por parte del detenido, que portaba el arma blanca "por miedo".
El muerto deja una viuda y dos hijas huérfanas, mellizas de alrededor de 10 años.
