¿Quién pagará a Azata los daños por el Algarrobico?


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PASEO ABAJO / Juan Torrijos

Los políticos responsables no lo harán, resulta evidente que salvarán sus muebles y sus haciendas.

Está muy claro que les tocará a los ciudadanos. Los pobres y siervos ciudadanos de esos poderosos políticos que hacen y deshacen a su antojo, sin importarles las consecuencias que se deriven de sus actos, serán al final los que paguen el plato roto de estos caballeros que aseguran lo hacen todo por el bien de los ciudadanos. Lo más grave es que estos estúpidos, con más cara que espaldas, se creen que su trabajo es por el bien de nosotros y encima nos los creemos.

No vivo en Carboneras, me hubiese gustado no crean, durante algún tiempo estuve buscando una casa para vivir en ese hermoso pueblo, como hizo un buen amigo, Antonio Solís, hoy tristemente desaparecido, pero las cosas no me salieron como esperaba y ando metido entre las sierras de Gádor y Nevada. No me quejo, a veces estar lejos de las decisiones de jóvenes alcaldes que no han demostrado capacidad alguna en sus vidas laborales privadas es bastante mejor.

Pero, si uno viviera en Carboneras estaría preocupado ante lo que, en su día, puede tardar todos los años que quiera la lenta justicia española, pero llegará ese momento, no tengan la menor duda, habrá que pagar el Ayuntamiento de Carboneras por el futuro derribo del hotel del Algarrobico.

Por cierto ¿cuándo lo derriban?

No les da vergüenza mantener en pie ese esqueleto vacío, demostrativo de la inutilidad y del vasallaje de algunos políticos almerienses y andaluces a los capitostes sevillanos y madrileños.

Azata del Sol, la promotora del vilipendiado hotel, pide a la justicia, cuatro años después, reactivar los pleitos por los daños económicos sufridos por el entidad ante la paralización de la construcción del hotel, cuando prácticamente estaba en su fase final.

Dos son las administraciones afectadas, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Y son millones, muchos los millones que se van a solicitar por las obras efectuadas y por el lucro cesante durante años.

Unos políticos dieron el visto bueno al hotel, informaron afirmativamente, firmaron actas y licencias a favor de la construcción del inmueble, pero no serán ellos los que paguen, no, serán los vecinos de Carboneras, y con ellos el resto de los andaluces, los que tengan que pagar de sus impuestos las indemnizaciones que en su día marque la justicia a la empresa promotora, que lo hará, no tengan duda de que algún día lo harán.

Ellos, los políticos firmantes de las actas y licencias se irán de rositas, como vulgarmente se dice, mientras que los silenciosos y maltratados siervos, los pobres ciudadanos, verán como de nuevo sus impuestos se tienen que dedicar a cubrir y pagar las meteduras de pata de los políticos de turno.

Es lo que tiene ser siervo de esta panda de inútiles y caciques.

Estamos cansados de las escusas que nos ofrecen estos padres de la patria cada vez que cambian de opinión y nos quieren convencer de que lo hacen por nuestro bien. ¿Por nuestro bien? No les da vergüenza. ¿Pero, tienen?

Miro sus caras, busco el trabajo realizado en los últimos años, y no veo que lo hayan hecho por nuestro bien, todo lo contrario, lo único que veo es una falta de vergüenza y una facilidad pasmosa a la hora de mentir y engañar con tal de que los ciudadanos paguen sus facturas. Sean estas la que sean y se las hayan gastado en lo que se lo hayan gastado.