¡Níjar y Vícar los pueblos más pobres de España!


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

No deja de ser anecdótico que estas dos localidades almerienses, junto a Adra, en el sexto lugar y El Ejido en el onceavo, forman parte del listado de pueblos más pobres y necesitados del país. Son municipios donde la agricultura viene marcando la vida de estos vecinos desde hace años. Esa agricultura que hemos llamado en algunos momentos de primor y que hizo de Almería punto de mira para una gran parte de Europa.

No deja de extrañar que, entre estas cuatro localidades, una de ellas tenga el Parque Natural más importante del sur de España, la playas más auténticas y las calas más admiradas, otra ofrezca el mejor Puerto Deportivo de la provincia y una de las zonas más turísticas del Poniente almeriense, sin olvidar que durante años fue el pueblo con más sucursales bancarias de todo el país.

Las dos últimas localidades de la lista tienen al frente de su ayuntamiento a sendos alcaldes socialistas. En Níjar viene mandando desde hace años doña Esperanza Pérez, y en Vícar, lo hace desde tiempo inmemorial un viejo socialista como Antonio Bonilla. Mientras que, en las otras dos, son alcaldes del Pp, Manuel Cortés en Adra y Paco Góngora en El Ejido.

Hasta en ser los pueblos más indigentes se saben repartir el trabajo estos políticos nuestros.

¿Qué lleva a que Níjar, Vícar, Adra y El Ejido estén en ese listado donde se mide la pobreza y la miseria de sus gentes? Son pueblos con una agricultura rentable, con comunicaciones mejorables, pero con autovía que pasa por sus lares, un par de ellos con todos los resortes para tener un turismo importante y de calidad. Si con esos mimbres los pueblos siguen siendo los más indigentes de España, no estaría mal que sus líderes políticos nos dieran alguna explicación.

Cuesta trabajo creer que Níjar ocupe el último lugar (parece que Goytisolo sigue de actualidad con sus renglones sobre esta tierra) y que El Ejido, ese pletórico Ejido de Enciso, Añez y de Góngora esté dentro de los doce pueblos más paupérrimos del país.

Y si doña Esperanza y don Francisco tienen cosas que explicar a sus vecinos, y deberían hacerlo, que no se escondan, no hay que olvidar a don Manuel y don Antonio, también tendrían algo que contarles a sus votantes. Los primeros tienen costa, playas, turismo y agricultura. ¿Para qué les sirve? hay que preguntarse. Dos municipios punteros en agricultura, con zonas turísticas pujantes y que caminan en el escalafón de los más menesterosos.

¿A quién le echamos la culpa?

¿A los vecinos?

¿A los políticos que los gobiernan desde sus ayuntamientos?

¿A los que lo vienen haciendo desde la Comunidad?

¿Al que lo hace desde Madrid?

Alguien debe tenerla, digo yo. Y no estaría de más que si alguien sabe de quién es la culpa, que nos alumbre con su sabiduría.

Se nos llena la boca hablando de nuestra agricultura, de sus ferias, de sus adelantos, de su pujanza, pero los pueblos almerienses que más pueden presumir de ella, y de hecho lo hacen, se encuentran en la cola en lo que a pobreza se refiere en España.

Parece mentira, pero ahí está el listado y sus nombres en él para vergüenza de sus políticos.