Los regantes compran agua por quince millones


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Suena a coña marinera por estas tierras que sigamos hablando del agua y su necesidad. Pero no queda más remedio. No nos van a hacer caso los políticos que mandan en los gobiernos de España. Es posible que, si fuese la parte nacionalista catalana la que la necesitara, agua del Sur y en barco si hacía falta subiría a aquellas tierras. Se acuerdan, el barco estuvo preparado y el agua embarcada, pero llegaron las lluvias y no hizo falta, pero si lo hubiera hecho, agua al norte, que están sedientos.

¿Y cuándo es el sur el que la necesita? ¿Cuándo es el sur el que pasa sed en sus campos?

Por tontos, que les den, nos contestan los políticos hoy en el poder.

Y que no se escondan los del PP tras las últimas peticiones del “mollete” malagueño o de nuestra paisana de Adra. Ellos mandaron con Rajoy durante más de siete años ¿y qué hicieron? ¿Y que nos dijeron?

Que por tontos que les den.

Quince millones (15) de euros les cuesta a los regantes del Almanzora traer agua del Júcar. Todas las administraciones tienen un responsable de agricultura que vive de los impuestos de los ciudadanos, entre ellos de los regantes. ¿Y qué hacen en el tema del agua?

Silencios cobardes.

Ya me dirán ustedes que es la agricultura sin agua. Por culpa de los silencios vergonzantes de los políticos cuando están el poder, y el casi nulo caso que se le hace a las fuerzas económicas, cuando tímidamente hablan, los regantes de Almería tienen que pagar el agua a otras cuencas del país, y hacerlo desde posiciones y negociaciones privadas.

Allá por el año dos mil diecisiete (2017), corría el mes de enero, el presidente de Cajamar, el señor Beamonde pedía la necesidad de un pacto de estado por el agua. Eso fue hace cinco años. Desde entonces, he buscado en las hemerotecas, y al señor Beamonde no se le ha ocurrido volver a hablar de la necesidad de ese pacto de estado por el agua.

¿Por qué? En el diecisiete había que quedar bien con los agricultores y ahora ya no hace falta. Cuando la política y la economía se dan la mano. Mas vale que levantemos los brazos. Estamos ante el paredón y las escopetas las tienen ellos.

Pero tampoco se le oye con la seriedad pertinente que debería al presidente de la patronal o al de la Cámara de Comercio. Los caballeros de Hortiespaña seguro que dirán que el agua no es su responsabilidad, ellos a las campañas en los mercados, que están bien y es donde anda el dinero, pero ni unos ni otros se ponen farrucos, no les echan bemoles a lo que es el futuro de la agricultura de esta tierra cuando de decirle las verdades a los que mandan en las aguas de España.

De Unicaja no vale la pena hablar, desde hace mucho tiempo no está por esta tierra ni se le espera, si no es en las página de la prensa dedicada a los deportes. Y mientras unos callan, otros hablan en voz baja y los demás hacen deporte o se esconden, un grupo de regantes almerienses tienen que comprar agua del Júcar por valor de quince millones de euros.

Y los políticos… ¿para qué sirven? Pues eso.