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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
Muy mal debe ver las cosas por Almería el grupo de amigos en que se ha convertido Ciudadanos, que don Juan Marín, el todavía vice de la Junta de Moreno, anda pensando el hombre en buscarle una salida política a la almeriense Marta Bosquet.
Ay, Marta querida, dicen que te vamos a perder por estas tierras.
Dejas solo y abandonado a Miguel Cazorla y cía. Compuesto, y todo indica que sin líder al que agarrarse. En este caso lideresa. Se dice en los mentideros políticos, querida Marta, que Juan Marín está trabajando para buscarte un puesto con escaño asegurado en el parlamento de la capital del Betis, donde sentar tus posaderas, y que eso puede suponer el ir en el puesto número dos en la lista de Sevilla.
Me imagino que sabes lo que eso significa, que serás la “cunera” de Almería en la lista de las tierras de María Santísima. Claro que si ello significa que tendrás cuatro años más de buena soldada ¿a quién le importa? A ti supongo que no. Que lo importante, querida Marta, es que en casa no falte un buen sueldo a final de mes, y ese, mejor que en la política, no lo vas a encontrar en ningún otro trabajo.
Además. Reconozco que cuando decides ponerte un traje de faralaes, los sabes lucir con palmito. Que no todo está en la estatura, la esencia, decía mi madre, que era la mujer muy bajita, está en los tarros más pequeños. Pues nada, querida Marta, que don Juan te consiga esa canonjía que supone cuatro años más en el parlamento, y que tú la disfrutes.
Lo evidente, lo que salta a la vista, es que la maniobra de Marín es la triste consecuencia de saber que Ciudadanos no va a lograr diputado por Almería y quiere salvarle los muebles (mejor el sueldo) a una amiga, sin importarle la situación en la que deja al resto de la militancia. Menuda alegría le ofrece el gran Marín al resto de amigos que siguen fieles por estar tierras almerienses a las siglas de Cs.
No está escondido el señor Burgos, que se sepa, pero me lo imagino con ganas de hacerlo. A nadie le gusta enterrar a un partido, y don Rafael se puede encontrar escribiendo el epitafio a su partido tras las elecciones del diecinueve de junio.
Si lo que quería el señor Marín, don Juan, era darle una fuerte dosis de ánimo a la militancia de su partido en Almería, lo ha conseguido. Van a salir en la próxima campaña a comerse el mundo, van a sacar votos hasta de debajo de las piedras y hasta de debajo de los tomates ecológicos (a los que tan aficionado es el señor Cazorla). Se van a dejar la piel por los votos para don Juan.
Mientras tanto, él, don Juan, solo está pensando en sus intereses más próximos.
¿Es la política? No, son los políticos. La política es otra cosa muy distinta. Pero ellos…
Pd. En las últimas horas de ayer se confirmaba que Marta va de cunera por Sevilla en el número dos en la lista de Ciudadanos.
Ay, Marta querida, dicen que te vamos a perder por estas tierras.
Dejas solo y abandonado a Miguel Cazorla y cía. Compuesto, y todo indica que sin líder al que agarrarse. En este caso lideresa. Se dice en los mentideros políticos, querida Marta, que Juan Marín está trabajando para buscarte un puesto con escaño asegurado en el parlamento de la capital del Betis, donde sentar tus posaderas, y que eso puede suponer el ir en el puesto número dos en la lista de Sevilla.
Me imagino que sabes lo que eso significa, que serás la “cunera” de Almería en la lista de las tierras de María Santísima. Claro que si ello significa que tendrás cuatro años más de buena soldada ¿a quién le importa? A ti supongo que no. Que lo importante, querida Marta, es que en casa no falte un buen sueldo a final de mes, y ese, mejor que en la política, no lo vas a encontrar en ningún otro trabajo.
Además. Reconozco que cuando decides ponerte un traje de faralaes, los sabes lucir con palmito. Que no todo está en la estatura, la esencia, decía mi madre, que era la mujer muy bajita, está en los tarros más pequeños. Pues nada, querida Marta, que don Juan te consiga esa canonjía que supone cuatro años más en el parlamento, y que tú la disfrutes.
Lo evidente, lo que salta a la vista, es que la maniobra de Marín es la triste consecuencia de saber que Ciudadanos no va a lograr diputado por Almería y quiere salvarle los muebles (mejor el sueldo) a una amiga, sin importarle la situación en la que deja al resto de la militancia. Menuda alegría le ofrece el gran Marín al resto de amigos que siguen fieles por estar tierras almerienses a las siglas de Cs.
No está escondido el señor Burgos, que se sepa, pero me lo imagino con ganas de hacerlo. A nadie le gusta enterrar a un partido, y don Rafael se puede encontrar escribiendo el epitafio a su partido tras las elecciones del diecinueve de junio.
Si lo que quería el señor Marín, don Juan, era darle una fuerte dosis de ánimo a la militancia de su partido en Almería, lo ha conseguido. Van a salir en la próxima campaña a comerse el mundo, van a sacar votos hasta de debajo de las piedras y hasta de debajo de los tomates ecológicos (a los que tan aficionado es el señor Cazorla). Se van a dejar la piel por los votos para don Juan.
Mientras tanto, él, don Juan, solo está pensando en sus intereses más próximos.
¿Es la política? No, son los políticos. La política es otra cosa muy distinta. Pero ellos…
Pd. En las últimas horas de ayer se confirmaba que Marta va de cunera por Sevilla en el número dos en la lista de Ciudadanos.
