¿Se pasean la mafia y la camorra por el ayuntamiento de Almería?


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Lo único que le faltaba a Ramón Fernández-Pacheco Monterreal es que la mafia y la camorra hubieran tomado los despachos y los pasillos del Ayuntamiento.

El pasado pleno puso de los nervios al alcalde almeriense. Hasta ahora, justo es reconocerlo, Ramón había pasado casi en volandas por el salón (le llaman noble) de Plenos. En alfombras lo han llevado y traído por él sus compañeros, pero en el último le sacaron los colores, lo insultaron, perdió los papeles, no soportó la presión y hasta levantó el pleno, cosa que no había ocurrido hasta el momento, y menos ante la presencia y la queja de unos ciudadanos.

Ramón, que la política también es eso. Ramón, que a la política se viene llorado.

La edil del PSOE, doña Amparo Ramírez, denunciaba que uno de los ediles, concretamente don Juan José Alonso, usaba en su trabajo político en el Ayuntamiento prácticas “mafiosas y camorristas”.

¡Ramón, qué me dices!

¿Cómo permites que la mafia y la camorra hayan entrado en la casa que pagan todos los almerienses?

Y el caso es que cuando el nieto de Monterreal intentó que doña Amparo retirara las expresiones, esta dijo que nanay de la china, de la china, de la china, y mantuvo lo que de su boca había salido. Imagino que la señora Ramírez, al no retirar lo manifestado, tendrá pruebas de la denuncia, digo yo. De lo contrario no dejaría de ser una pataleta en defensa de su sindicato UGT, y sin demasiado argumento a tener en cuenta.

Lo cierto es que no nos extraña nada de lo que entre políticos se cuece. Y quien más cerca está de los fogones populares en el Ayuntamiento son los ediles de la oposición, por lo que lo cocinado por el señor Alonso, con el visto o no visto del alcalde, que habitualmente no se enteran de lo que pasa en sus ayuntamiento, puede tener todo el sesgo denunciado por doña Amparo.

No deja de ser preocupante que en una institución pública puedan existir prácticas como la denunciadas por la edil del PSOE. Si ya de por sí poca es la confianza que despiertan en los ciudadanos los políticos, solo falta que se dediquen a usar prácticas mafiosas o camorristas para que sepamos quiénes son estos señores que se gastan, malgastan y hasta dilapidan nuestros dineros.

Es de esperar que lo que le ocurrió a doña Amparo en el pleno es que se le calentó la boca, y cuando Ramón la llamó a rectificar, no supo o no quiso enfriar el calentón producido. Si la edil socialista se mantiene en sus trece, no estaría de más que nos diera datos de esas prácticas mafiosas que según ella lleva a cabo el edil Alonso del PP.

El pleno dio mucho más de sí, y habrá que acercarse a lo defendido por Cazorla en el caso Mary Cruz, y al voto de Joaquín, el hijo del notario, a favor de su amigo Ramón.

¿Qué buscas, Joaquín, qué buscas?