La palmera que mató a dos personas en el Zapillo cayó por "fuertes vientos" y "lluvia"

Son las conclusiones de la concesionaria del servicio de parques y jardines de la capital



ALMERÍA HOY / 08·04·2022

La entidad concesionaria del servicio de mantenimiento de parques y jardines de Almería, la UTE STV Albaida, ha achacado a los “fuertes vientos” y a la “lluvia acumulada” el “vencimiento” de la palmera que el pasado 24 de marzo se desplomó en la avenida Cabo de Gata de la capital y acabó con la vida dos hombres que circulaban a bordo de un ciclomotor y un turismo, toda vez que hirió a una tercera que viajaba como copiloto del coche.

Así lo ha trasladado en una nota el Ayuntamiento de Almería ante las conclusiones del análisis solicitado para “aclarar las circunstancias” de la caída del árbol, sobre el cual “no existían daños internos ni externos significativos” si bien, según han añadido, “la UTE advierte de que el riesgo cero en la gestión y riesgo del arbolado en las ciudades no existe”.

Los autores concluyen que “el factor principal de la fractura de la palmera fueron los factores meteorológicos” durante una “alerta naranja” con “fuertes vientos, episodios de lluvia constantes sufridos durante los días anteriores y el mismo día del episodio y turbulencia del viento”.

“Estas circunstancias, que por sí solas no producirían fallo alguno, al producirse al mismo tiempo, son el origen de la fractura”, resume la entidad concesionaria en la información traslada por el Ayuntamiento, en la que se apuntan las “causas anormales” que se produjeron, “al margen de lo que estamos acostumbrados a ver en fracturas de palmeras”. “Este conjunto de circunstancias no corresponde a aspectos documentados en el ámbito de riesgo en palmáceas y eran imperceptibles o insuficientes para prever un riesgo”, han insistido.

En un “amplio y detallado análisis”, el Consistorio afirma que la UTE aborda “desde el estado del ejemplar hasta cuestiones de anatomía vegetal, pasando por el procedimiento de protocolo de inspecciones” así como “la metodología de inspección o el momento de la fractura”, entre otros aspectos.

En lo referente a la palmera objeto de análisis, han señalado que “no tenía sintomatología externa que pudiera prever su fractura” ni “tampoco existían daños internos, ni externos significativos causantes del fallo”.

A tenor del estudio, según ha trasladado el Ayuntamiento, “se pudo producir un viento racheado que provocó turbulencias, (pudo influir la entrada libre del viento del NE que percutió contra edificación). Esta circunstancia pudo crear un movimiento de compresión-torsión, y no movimiento de tensión-compresión al que la palmera esta más acostumbrada”.

Además, “la sequía prolongada interrumpida por las abundantes lluvias del mes de marzo y de los días anteriores a la fractura pudo producir una rehidratación excesiva en palmas y valona, lo que hizo aumentar su peso y cargas superiores”. “El sistema radicular se encuentra acaparando el alcorque de 80×80 centímetros y percutiendo en el bordillo del mismo, lo que aumenta la compactación y puede reducir la aireación afectando a la traslocación de reservas en las fibras”, ha detallado.

TRONCO CON UN ESTRECHAMIENTO “DEL 16%” Y UNA HERIDA “INSIGNIFICANTE”

En cuanto al estrechamiento del tronco que se apreciaba en la palmera, en la que se dibujaba una silueta de reloj de arena, se señala que este era del “16 por ciento” y que, por tanto, “no supone un riesgo biomecánico, pues un porcentaje muy alto de las palmeras de una ciudad tienen estrechamientos de dicha sección”.

“Esta circunstancia es una respuesta al estrés de trasplante por falta de reservas en palmeras, que se da en la mayoría de las palmeras urbanas, plantadas con cierta altura”, han asegurado.

Aún así, reconocen que existía una herida “compartimentalizada de dos centímetros, el 1,5 por ciento de la sección total”, la cual resultaba “insignificante desde el punto de vista biomecánico e imperceptible exteriormente”. “Estas cicatrices son muy comunes en la mayoría de las palmeras, pues son propias de las palmeras que antiguamente se podaban con la técnica errónea de ascenso con clavos”, han valorado.

La concesionaria apunta en el informe, según el Ayuntamiento, que tiene un protocolo “para la reducción del riesgo”, lo que “demuestra un seguimiento continuo sobre el estado del arbolado y palmáceas de Almería para minimizar el riesgo”. “Tanto en la palmera fracturada como en toda la avenida se habían efectuado las actuaciones de descarga de peso en tiempo y forma, así como el seguimiento e inspecciones adecuadas, conforme a las previsiones del pliego que rige la contrata”, argumentan.

“Nos encontramos, por tanto ante unos fenómenos meteorológicos insólitos y extremos, que exceden de los riesgos previsibles por mucho que se extremen las precauciones. Por tanto y a la vista de lo expuesto, la fractura de la palmera se produjo por causas ajenas y absolutamente inevitables al servicio prestado, habiendo realizado trabajos de mantenimiento adecuados, convenientes y apropiados, efectuando los seguimientos y las evaluaciones oportunas”, ha determinado la entidad encargada del mantenimiento de los árboles y jardines de la ciudad.