Los vecinos patrullan desde que se produjeron 14 robos en dos noches a principios de Semana Santa
ALMERÍA HOY / 18·04·2022
El Pinar es una barriada de Bédar situada en un idílico valle del Levante almeriense con vistas al mar. Apenas cuenta con un centenar de viviendas construidas en la pasada década de los 80 sobre un antiguo poblado minero del siglo XIX. Casi todas están habitadas por jubilados británicos,
Pero la tranquilidad se esfumó con el comienzo de la Semana Santa, y no por el estruendo de tambores y cornetas. En la noche del 12 de abril, una decena de casas fueron asaltadas. Tras revolverlas, los ladrones se llevaron fundamentalmente equipos electrónicos de fácil venta, joyas y dinero.
Dos días más tarde, los cacos volvieron a la carga. Esta vez entraron en cuatro viviendas, dos de ellas con sus propietarios dentro. Afortunadamente, al ver a los moradores, los delincuentes huyeron evitando enfrentamientos.
Fue la gota que colmó la paciencia de los vecinos que, tras una asamblea, declararon El Pinar "zona enemiga de los malhechores" y decidieron patrullar su barrio para espantar intrusos no deseados.
Su tarea no es difícil, porque únicamente existe un punto de acceso que controlar. Desde entonces, comunican a la Guardia Civil la entrada de todo vehículo ajeno al vecindario "sin intervenir directamente", según ha recalcado a ALMERÍA HOY un portavoz de los vecinos.
También han mantenido una reunión con el alcalde, Ángel Collado (PSOE), a quien han solicitado la instalación de cámaras de vigilancia.
"Todos vinimos aquí buscando la tranquilidad que ofrecía el lugar -añade uno de los habitantes de El Pinar-, y queremos que nuestro barrio continúe como hasta ahora".
Pero la tranquilidad se esfumó con el comienzo de la Semana Santa, y no por el estruendo de tambores y cornetas. En la noche del 12 de abril, una decena de casas fueron asaltadas. Tras revolverlas, los ladrones se llevaron fundamentalmente equipos electrónicos de fácil venta, joyas y dinero.
Dos días más tarde, los cacos volvieron a la carga. Esta vez entraron en cuatro viviendas, dos de ellas con sus propietarios dentro. Afortunadamente, al ver a los moradores, los delincuentes huyeron evitando enfrentamientos.
Fue la gota que colmó la paciencia de los vecinos que, tras una asamblea, declararon El Pinar "zona enemiga de los malhechores" y decidieron patrullar su barrio para espantar intrusos no deseados.
Su tarea no es difícil, porque únicamente existe un punto de acceso que controlar. Desde entonces, comunican a la Guardia Civil la entrada de todo vehículo ajeno al vecindario "sin intervenir directamente", según ha recalcado a ALMERÍA HOY un portavoz de los vecinos.
También han mantenido una reunión con el alcalde, Ángel Collado (PSOE), a quien han solicitado la instalación de cámaras de vigilancia.
"Todos vinimos aquí buscando la tranquilidad que ofrecía el lugar -añade uno de los habitantes de El Pinar-, y queremos que nuestro barrio continúe como hasta ahora".
