“¿Por qué el Ayuntamiento ofrece 850.000 euros a los dueños de un solar que piden 700.000?”

Diego Ortega, exalcalde de Huércal Overa, anuncia su regreso a la política y desvela cómo un caso de presunta corrupción rompió durante este mandato el pacto de gobierno de Cs con el PP derivando en la dimisión de su amigo y entonces concejal Pepe López



ALMERÍA HOY / 27·03·2022

- Usted tenía fama de buen regateador en sus años jóvenes como futbolista y, más tarde, en la política municipal, ¿se siente aún en forma, como antes, para mostrar sus habilidades durante un Pleno?
- Lo importante es tener un buen equipo para competir. Yo soy competitivo, exigente y trabajador. Las cualidades, una vez adquiridas, nunca se pierden.
- Algunos podrán pensar que, tras tantos años en la política, quizás haya pasado su turno. Ya ha visto lo de Casado y ni de lejos es tan veterano como usted.
- Es que Casado no tiene recorrido, formación ni los deberes hechos. Por eso se ha salido en la primera curva. Tampoco tenía un equipo competente ¿Cómo pensaban solucionar los problemas de los españoles si ninguno llegó a la política con la vida resuelta o, al menos, encaminada? No es mi caso. A mí me conocen en Huércal Overa. Me preocupan los asuntos de mi pueblo y la comarca y me acompaña un grupo compacto, valioso y bien engrasado. No tengo ninguna aspiración política, si bien me consta que algunos temen ahora que pueda amargarles la vida. Pero yo vengo a trabajar, no a molestar.
- Usted es un apasionado lector, sobre todo de libros relacionados con la Historia.
- Siempre aconsejo la lectura. Sobre todo, a quienes se dedican a la política. Enriquece. Permite conocer otras generaciones y trasladar sus vivencias al momento actual. Sirve para aportar a problemas del presente soluciones ya contrastadas en el pasado.
- Sin embargo, apostaría a que algunos de su quinta no han leído un libro en la vida. También los hay que valoran ante todo el empuje de la juventud sobre la edad y la experiencia.
- Siempre me ha parecido una necedad que aquellos que sólo atesoran juventud descalifiquen la edad de quienes contamos con una vasta experiencia. Y sobre lo primero, si alguien teniendo oportunidad no ha leído, él se lo pierde.
- ¿Y cuál es su experiencia? ¿quién es Diego Ortega?
- En los 90 yo vivía dedicado exclusivamente a mi vida profesional como aparejador. Tenía mucho trabajo y una familia en plena construcción. Entonces, Juan Gómez [PSOE] controlaba el Ayuntamiento de Huércal Overa con mano dura. Nadie discutía su liderazgo. Unos amigos pensaron en mí como la persona adecuada para plantarle batalla política y presenté mi candidatura a la alcaldía al frente de Independientes Huercalenses. Tras cuatro años en la oposición, ganamos en la segunda contienda y demostramos que se podía gobernar de otra manera. Teníamos objetivos y proyectos.
- Le duró poco la alcaldía. Consiguió unir a PP y PSOE para que, al cabo de un año, se la arrebataran mediante una moción de censura.
- Porque las dos fuerzas del bipartidismo me vieron como un intruso al que tenían que eliminar. Había seis grupos municipales que se unieron en una suerte de gobierno Frankestein para derrocarme. Después, PP y PSOE pactaron de nuevo porque volvimos a ganarles en las urnas. Con la crisis de 2008 me vi obligado a dedicar más tiempo al trabajo y di un paso atrás. Pero siempre he seguido la política de cerca. Soy consciente de que resulto una persona incómoda para muchos, porque soy una voz libre. No he aspirado a encabezar ninguna lista y he confiado en otros que han terminado decepcionándome al olvidar los compromisos con el grupo que les han llevado al Ayuntamiento. Hoy, Huércal Overa continúa careciendo de algunas infraestructuras que ya debían estar hechas, y yo sigo dispuesto y preparado para batallarlas.
- ¿Ha conocido casos de corrupción en Huércal Overa?
- Sí. Los he denunciado en prensa y ante la Justicia. Uno de ellos, reciente, desencadenó la disolución de Cs en el municipio.
- ¿Alguno de los corruptos que ha conocido ha conseguido salir impune?
- Sí. Son ladronzuelos que hoy poseen chalé en la playa, coche nuevo y demás milongas. Sé quiénes son y tendrán que dar cuenta en los juzgados sobre algunas cuestiones. Soy muy exigente con la honestidad y la legalidad. Quienes me conocen saben que jamás he buscado ningún beneficio propio en la política. Al contrario, a mí me ha costado dinero.
- ¿Cuánto?
- Lo que ha hecho falta y he podido. No he llevado la cuenta. Apuesto a que a nadie le ha costado la política tanto como a mí, ya que no he ido a ella por dinero, sino por pasión. Los corruptos no están a mi lado porque, cuando los he calado, los he apartado inmediatamente. No permito que se use lo público en beneficio personal.
- ¿Nadie puede acusarle a usted de corrupción?
- Imposible, porque lo que se dice hay que mantenerlo ante un juez. Si a alguien se le ocurriera señalarme, puede estar seguro de que acudiré a la Justicia a exigir una rectificación. Sin embargo, yo sí denunciaré a aquellos de los que tenga pruebas suficientes. No serán todos los que se lo merecen, porque algunos son muy hábiles metiendo la mano en cajón ajeno. Logran no dejar ninguna huella.
- ¿Lleva la cuenta de los casos relacionados con la función pública que ha llevado al juzgado?
- No, pero han sido muchos. En justa correspondencia, también me han querido atizar a mí en el mismo terreno de juego, aunque jamás por malversación ni aprobación indebida. Y la Justicia siempre ha terminado dándome la razón. Salvo en una ocasión en que me condenaron por injurias y calumnias tras cantarle las verdades a Juan Sánchez, el fiscal jefe de Huércal Overa. Yo creo que se libró porque la Justicia es muy corporativista.
- ¿Qué le dijo?
- Que era un comisario del PSOE, y me condenaron. A pesar de ello, lo sigo sosteniendo.
- Usted llegó a ser alcalde con el PA y abandonó el partido; fue un hombre de peso en el PP y después en Cs, donde lideró la disidencia frente a la dirección provincial y regional hasta, finalmente, romper el carnet. No ha salido bien de ninguna de las formaciones por las que ha transitado.
- No es cierto que haya salido siempre mal de los partidos. He aceptado todas las decisiones razonables adoptadas tras un debate, aunque no las compartiera, pero es verdad que soy muy crítico. Con el Partido Andalucista no hubo ningún conflicto. Simplemente se disolvió. En Almería teníamos las alcaldías de María, Zurgena, Huércal Overa y Vera. No había más. Ni implantación ni bases. Por eso desapareció, algo que no le ocurrirá al PP, que saldrá del ‘bache Casado’ porque cuenta con muchos afiliados. En Cs entré convencido. Era un partido liberal creado para combatir el bipartidismo. Siempre he creído en la importancia de una tercera opción con una opinión diferente. Sin embargo, nunca acepto doctrinas impuestas ni cambalaches. Tuvimos la aritmética de nuestro lado para gobernar en instituciones importantes, como el Consorcio de Residuos Almanzora-Levante-Los Vélez, con más de cien millones de euros para gestionar en cuatro años. Tiramos esa oportunidad por la borda. Yo no estoy en política para plegarme a los intereses personales de Marta Bosquet y Rafael Burgos.
- ¿Son los otros o es usted?
- Bueno, no es fácil responder con un sí o un no. Lo que puedo acreditar es que llevo 42 años trabajando en un despacho con las puertas abiertas. Soy arquitecto técnico. Tengo muchos encargos y ninguna situación extraña que nadie pueda reprocharme. He procurado siempre hacer las cosas bien, y mi actividad política se ha limitado a mi pueblo.
- En 2019, el grupo Ciudadanos Huércal Overa que usted dirigía o codirigía pudo investir alcalde a Domingo Fernández, a quien usted apadrinó políticamente en sus tiempos en el PP, pero eligió a la socialista Francisca Fernández, a la que un año más tarde acabó destituyendo mediante una moción de censura, ¿por qué?
- Muy sencillo. Francisca firmó un pacto que no cumplió, obligándonos a romper con ella. Hizo todo lo posible para no ser alcaldesa. Creía que, para serlo, le bastaba con tener contentos a María del Mar Meca y Pepe López, los dos ediles de Cs, y tirar a la papelera todo lo acordado. Calculó muy mal su capacidad de persuasión. Con todo, tuvo suerte. Si hubiera dependido sólo de mí, la habría echado en el minuto uno en que vi sus intenciones.
- Pero después de facilitar el retorno a la alcaldía a Domingo, rompió con él en menos de un año.
- Sobre Domingo Fernández, reconozco mi responsabilidad de que haya vuelto a ser alcalde. A día de hoy no ha hecho nada. Se ha limitado a contar cuentos. Yo fui uno de los impulsores para que encabezara la lista del PP y me sustituyó como presidente del partido en Huércal Overa. Me ha defraudado. Cuando al principio de este mandato municipal surgieron los problemas en el pacto Cs-PSOE, optamos por romper con los socialistas y apostar por él porque teníamos que elegir. O manteníamos a Francisca, o probábamos la otra alternativa.
- Entonces, sintiéndose ahora defraudado por Domingo Fernández ¿lo próximo será volver a investir alcaldesa a Francisca Fernández, que también le desilusionó?
- No. Estoy convencido de que nuestro próximo partido sacará suficiente representación para gobernar el Ayuntamiento. Ya conseguí en etapas anteriores más votos que PP y PSOE, y no descarto que vuelva a ocurrir. Domingo quiso una segunda oportunidad y se la dimos. Después ha usado tácticas arteras. No está por cumplir lo pactado. Cree que puede hacerlo porque tiene a la edil de Ciudadanos María del Mar Meca comiendo en su mano, pero los acuerdos se firman para cumplirlos. En su estrategia para destruir a Cs, se quedó con el concejal Pepe López para uso y disfrute propio. Domingo, cuando surgieron las actuales diferencias, provocó un encuentro entre cinco personas, en el que había un representante del PP de Almería, otro de Huércal Overa, Domingo, Pepe López y yo. En esa reunión se pusieron encima de la mesa dos cuestiones insalvables para nosotros. Por un lado, el incumplimiento del pacto y, por otro, el intento de pago por parte del Ayuntamiento de un sobreprecio por un solar. Ésa fue la clave de que se rompiera el pacto.
- ¿Se ha querido o se pretende pagar por un solar más de lo que realmente vale?
- Exactamente, y eso no voy a consentirlo.
- ¿Y el concejal de su partido, Pepe López, estaba implicado en ese asunto?
- Sí. Reconozco que me equivoqué con Pepe López.
- ¿López tomó la decisión de pagar el sobreprecio del que habla?
- Pepe traicionó al partido que le hizo teniente de alcalde. Nos ocultó los proyectos que se traía entre manos con el conocimiento de Domingo Fernández, a quien le salía más barato tener contento a un concejal que cumplir el pacto. Y, de paso, nos eliminaba.
- ¿Responsabiliza de ello a Pepe López? - Y Domingo Fernández. A los dos.
- ¿Quisieron beneficiar a alguien o estamos hablando de comisiones impropias?
- Cuando me enteré de las intenciones pedí que me explicaran por qué el Ayuntamiento de Huércal Overa pretendía pagar 850.000 euros por la compra de un terreno que los propietarios valoraban en 700.000. Ni Domingo ni Pepe me contestaron. Se limitaron a mirarme con la cabeza gacha. Sabían que no íbamos a consentir actuaciones de ese tipo. Y no lo vamos a hacer. Si la operación se culmina, el siguiente paso será llevar el caso a los tribunales.
- Resulta difícil de creer.
- Pero es rigurosamente cierto. Domingo Fernández dijo que los propietarios estaban dispuestos a vender el solar por 700.000 euros a abonar en cuatro años, pero Pepe se empecinó en que había que pagarles 850.000. Estábamos los tres en esa reunión en el Ayuntamiento, después se sumaron el presidente del PP de Huércal Overa y alguien del partido en Almería. El día en que se consume la venta en esos términos, lo pondré inmediatamente en conocimiento de la Justicia.
- Entonces el solar aún no ha sido adquirido.
- Está en trámite. No sé si ha terminado.
- ¿Fue este asunto el que desencadenó el abandono de la política por parte de Pepe López?
- Y por más cosas. El pacto incluía evitar el derrumbe del centro histórico. En Cs entendíamos que no debían salir del centro del pueblo instituciones que generan un flujo de gente, como el juzgado. Sin embargo, estaban trabajando para sacarlo a las afueras. Nos hacían creer una cosa mientras trabajaban en la contraria.
- Pero usted conoce a Pepe López desde muchos años atrás. Usted y él han tenido largos periodos de plena confianza y también de distanciamiento. Por añadidura se conocen desde la infancia y han tenido carreras políticas muy cercanas, aunque no exentas de sonadas broncas.
- Sí. Y tengo muy claro quién es. Uno yerra porque confía en el ser humano. Admito que me convenció en varias ocasiones. En épocas recientes quiso quitar importancia a las diferencias que habíamos tenido en el pasado achacándolo a que eran ‘cosas de la política’. Me pidió un voto de confianza para entrar en la candidatura de Cs y acabó traicionando a todos los compañeros. Por su parte, Domingo Fernández ha estafado a quienes firmamos con él un pacto de gobierno y demostrado ser un felón. No ha cumplido el acuerdo y es un dirigente mediocre que no ha hecho absolutamente nada por Huércal Overa.
- Permítame entonces repreguntar: cuando en 2023 se celebren elecciones, partiendo de la premisa de que usted y su futuro grupo político tendrán la llave de la Alcaldía, ¿con que ‘incumplidor’ pactará? ¿Hará alcaldesa de nuevo a Francisca o a Domingo?
- Ya veremos. Cuando sólo tienes dos opciones, has de elegir una de ellas. La condición humana puede cambiar.
- ¿También la de Domingo?
- Ya me pidió una segunda oportunidad y ha demostrado ser un traidor. Entonces se la di porque no había más alternativas.
- ¿Bajo qué siglas se presentará a las próximas elecciones?
- No lo sé aún. Estamos fuera de Cs y en contacto con otras agrupaciones de índole local. Sea cual sea exigiremos al Gobierno municipal que cumpla lo prometido.
- Y con ese grupo de personas, ¿volverá usted a encabezar una candidatura?
- No me lo planteo, pero seré muy exigente con quien lidere la candidatura. Debe ser alguien con suficiente independencia para no caer en lo fácil. No quiero gente que haga de la política un proyecto personal. La verdad hay que mantenerla siempre, aunque no convenga.