¡Los mandones del PSOE en Carboneras!


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Los Fernández (estos no son los que limpian alfombras en la capital de España, aunque más vale que no levanten por las que ellos han pisado en estos años). A los Fernández que nos referimos, tan nuestros y tan almerienses como la falta de agua y de comunicaciones que tiene esta provincia y tan necesarios para conocer la historia del partido en el que viene militando la familia desde que aquel joven alcalde carbonero logró convencer como independiente a los vecinos del pueblo, se han convertido en la casta del PSOE en Carboneras, y con ello en los que más años, lustros y décadas llevan mandando en el pueblico. No hay quién pueda con ellos. Son como las setas o boletus, salen de debajo de la tierra, o como la endogamia en la Universidad, donde los hijos siguen los pasos de los padres, los sobrinos los de los tíos y así hasta el infinito. “Son la cosa nostra”. Ojo, no se me enerven, me refiero al juego que con ese nombre hizo estragos durante años entre los ciudadanos de la América del Norte.

No es ninguna sorpresa que los Fernández, con don Cristóbal a la cabeza, sigan siendo los grandes caciques del PSOE carbonero. Y que el padre del movimiento vuelva a la dirección de su partido. Es que es su partido y el de su familia, no lo olviden ustedes. Tampoco lo sería que mañana el prócer de la familia, el gran don Cristóbal jugara a volver a la alcaldía. La espinita la sigue teniendo clavada en medio de su corazón. ¡Ay, corazón herido de don Cristóbal!

Pero esas alfombras de las que hablábamos antes, y que no se han limpiado en años en este pueblo, le pueden pasar factura a nuestro ya indultado hombre en otros tiempos, y no parece posible que se pueda escapar de la última que le ha abierto la justicia. Justicia que parece de pena ¿solo de pena? bueno de “puta pena”. ¿Ya está contento? Vale. Y es que se ha juzgado en estos días al prócer de los Fernández carboneros por algo que ocurrió allá por el dos mil ocho.

Lenta la ciega, con bastón y muletas anda la pobre, pero camina, le cuesta, es cierto, y la mayoría de las veces deja de ser justicia lo que imparte, pero ahí la tienen a vueltas con una más de las que Cristóbal hizo en sus tiempos de ayuntamiento durante el día y discotecas durante las noches.

Los años le han debido cambiar. ¿Seguro? Genio o figura hasta la sepultura. No veo a don Cristóbal en las discotecas, como hacía en aquellos años. Recuerdo que un secretario general de su partido me contaba que cuando se tenía que hablar con el alcalde de Carboneras había que ir a buscarlo a las discotecas de la zona. ¿Aguanta el cuerpo todavía, señor Fernández? De ser así me alegro. Algunos no hemos tenido esa suerte.