El hijo del notario alegró la cara de Ramón


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Se discutía en el pleno del Ayuntamiento de Almería los presupuestos para este año.

¡Históricos!

Así lo manifestaba doña María del Mar Vázquez, una de las cabezas mejor amuebladas que tiene el joven Ramón, el alcalde que anda de mudanzas en estos días. Algún portal sobre venta y alquiler de pisos, del que parece ha desaparecido el anuncio, nos avisaba de la venta de una bien hallada casa en el centro de la ciudad, con piscina incluida, por una módica cantidad que ronda los seiscientos mil euros. Cuentan las malas lenguas que la casa en venta es la que viene ocupando, tras unas importantes obras llevadas a cabo en ella, el señor Fernández Pacheco. Les seguiremos contando las andanzas y mudanzas del nieto de Monterreal.

Volvamos al hijo del notario, el señor de la Blanca.

Se estaban jugando los más altos presupuestos de la historia de Almería. Y como siempre ocurre en estos casos, para unos son la gran solución para los problemas de los almerienses, para otros no llegan a cubrir las necesidades de la ciudad y de los ciudadanos.

Los del Psoe, con la señora Valverde al frente (debe estar preocupada la mujer por la campaña que algún periódico le viene haciendo para que no repita como candidata), tenían claro que su voto sería contrario. No hubo amor entre ellos, como ocurrió en El Ejido. Debe ser que, al no ser el día de San Valentín cuando discutían, no era cosa de darse besos.

A Ramón no le hacían falta los besos de Adriana, tampoco los de Miguel, ni los de Vox. El medio abrazo incomprensible de doña Carmen (Podemos), se recibía, pero tampoco se necesitaba su abstención.

¿Y por qué?

Porque allí estaba el hijo del notario. Allí estaba el edil Joaquín Pérez de la Blanca, el hombre que se marchó de Vox (y yo que no me he enterado aún de por qué se fue. Un poco tonto es usted. Tiene razón, lo soy) y anda de no adscrito por los pasillos del ayuntamiento, que estaba por alegrarle la cara a su amigo Ramón con su voto positivo a las cuentas de este año. Y lo hizo.

¿A cambio de…?

A cambio de na…

¿Seguro?

Solo por el buen funcionamiento de la ciudad, por el interés de los hombres y mujeres de Almería. ¡Bien! Creer en la vida política y en sus políticos cada día es más difícil. Solo hay que ver la que tienen liada los caballeros del Pp en Madrid para llegar a la conclusión de que solo se mueven entre intereses bastardos, espurios.

Algún día espero enterarme por qué se marchó el hijo del notario de Vox y por qué ha votado los presupuestos de Ramón. ¿Solo por Almería, por los almerienses, por amistad? ¿Hay algo más escondido en ese voto positivo? Si es así, somos una tierra donde guardar secretos no está en nuestro adn. Lo sabremos tarde o temprano.

Por cierto, señor de la Blanca, ¿hubo abrazo, besos y brindis tras el pleno con el amigo Ramón? No piense mal, solo es curiosidad.