“Durante cuatro años” el Ayuntamiento ha sido “secuestrado”

La alcaldesa de Garrucha culpa a las empresas del agua, Galasa y muy directamente a Diputación



ALMERÍA HOY / 15·02·2022

La regidora de Garrucha ha difundido una nota de prensa cuanto menos extraordinaria por la cascada de afirmaciones que contiene, todas ellas explicando los porqués de la asfixiante situación económica municipal derivada -explica- de las múltiples zancadillas que ha sufrido en su intento de privatizar el ciclo del agua en el municipio.

La socialista Maritoñi López pone nombre y apellidos a los causantes: Las empresas del agua que han concursado en las tres licitaciones -dos de ellas fallidas-, la empresa pública Galasa -responsable del abastecimiento de los pueblos del Levante almeriense y otros tantos del Almanzora- y la Diputación Provincial. Las empresas y la Institución provincial -subraya- “lo han pasado en grande creyendo que de ésta caíamos”, pero “volvemos y nos vamos a hacer notar”.

Antes de seguir desarrollando en titular, es importante reseñarse que el Ayuntamiento de Garrucha acumula, dependiendo del momento en que se consulte en dato con Hacienda, nada más y nada menos, que entre el 25 y el 30% de toda la deuda a proveedores que los 103 ayuntamientos almerienses. Esto se sustancia en 7 millones reconocidos y uno añadido que se mantiene en los cajones, según el PP. Todo ello con un presupuesto -prorrogado desde 2018- de 6.871.506,99 euros. Posee también el récord en el periodo de pago medio que se eleva a 664,68 días. De nuevo a la cabeza de los municipios de Almería. ‘La situación no es mala, sino muy mala”, reconoció la regidora a finales del pasado año.

Con estos antecedentes la presidenta de la Corporación garruchera firma una nota de prensa titulada “Rehenes, pero no vencidos”.

“Como alcaldesa de Garrucha casi que me toca pedir perdón a quienes se han visto afectados, dar las gracias a quienes han aguantado y explicar a todos qué ha sucedido en todo este tiempo que casi parecía que habíamos desaparecido del mapa público. Y la razón no es otra que hemos sido secuestrados, pero no nos han vencido. Y lo voy a explicar”.

López se remonta a cuatro años atrás, cuando “nos vimos obligados a sacar a concurso el ciclo del agua con el fin de mejorar un servicio que sencillamente era nefasto, y no menos importante, poder hacer caja para hacer frente al pago de deudas heredadas aún de la anterior Corporación del PP, que lo único que saben hacer muy bien con las cuentas públicas es posponer los pagos para varios años después, cuando ya sospechan que se les acaba el crédito electoral. Así que, con enormes deudas pendientes y sabiendo que el Ayuntamiento iba a ser condenado a pagar en una ingente lista de pleitos pendientes, optamos por privatizar un servicio público que, como comprenderán, no es plato de buen gusto para un ayuntamiento progresista”.

“NOS HAN INTENTANDO TORPEDEAR”

La alcaldesa prosigue con su relato: “Pues bien, ahí estábamos nosotros sacando a concurso nuestro servicio de agua, sin sospechar que lo que nos íbamos a encontrar era un proceso que se ha intentado torpedear desde su inicio, hace ya cuatro años y se dice pronto, con recurso tras recurso desde Galasa, la empresa pública de la Diputación Provincial, de sus submarinos y de todo aquel que ha querido quedar bien con ellos intentando que Garrucha no pudiese acceder a fondos con los que pagar a sus proveedores”.

Echando mano de ejemplos para una mayor comprensión, escribe: “Para que lo entiendan mejor. Imaginen que tienen mil euros de presupuesto para sus gastos, que esos no van a minorarse y que, peor aún, te llegue una pandemia que encima te obligue a gastar más. A esa previsión de caja sumen la certeza de que tienes que pagar el vencimiento de unos créditos que se hicieron con años de carencia, es decir, te gastas el dinero en su momento y le dejas la losa al que venga varios años después. Y que tu única opción sea generar un ingreso extra privatizando un servicio que, por otro lado, estabas obligado a quitarle a su anterior gestor porque de lo malo en el sector es, sencillamente, lo peor. Pero te fríen a recursos administrativos para que seas su rehén”.

Pese a todo, “hemos hecho frente a los gastos corrientes que hemos podido, a todos los sobrevenidos por pandemia, a las sentencias y amortizaciones de créditos aplazados, aún sin haber podido privatizar nada, porque nuestro sistema de contratación pública pasa por un tribunal económico administrativo de la Junta absolutamente saturado”.

En otro párrafo explica: “Obviamente quienes provocaron esa situación lo han pasado en grande creyendo que de ésta caíamos, y obviamente por el camino ha habido enormes damnificados por deudas propias que hemos tenido que aplazar hasta dos y tres años para su cobro. Algunas se han judicializado porque no podían esperar más y lo entiendo, otros han esperado, pero al final todos cobrarán el próximo mes de marzo”.

Y cobrarán porque “hemos conseguido sacar adelante el contrato de servicios de gestión del agua, por lo que tendremos un canon adelantado de unos cuatro millones de euros, más un plan de pago a proveedores facilitado por la hacienda estatal, ya que es obvio que la autonómica ni está ni se la espera en el auxilio a municipios”.

La alcaldesa está convencida de que si Garrucha consigue desembarazare de Galasa -la empresa pública de abastecimiento del Levante con mayoría accionarial de la Diputación, otros pueblos seguirán su ejemplo y Galasa estará finiquitada: “Durante cuatro años hemos sido rehenes de quienes han intentado por todos los medios que nunca saliese adelante la concesión del agua de Garrucha a una empresa que no fuese Galasa, y el motivo es bien sencillo y conocido. Tras nosotros, vienen el resto y en cascada”.

“ALLÁ SE APAÑEN ELLOS”

La regidora desmiente a quienes interpretan su proceder como una operación de enfrentamiento por ser ella del PSOE y estar Galasa dirigida por la Diputación, gestionada por el Partido Popular: “No se trata de que dejemos Galasa porque la gestiona el PP, sino porque sencillamente desde hace años su funcionamiento se limita a colocar amiguetes, cobrar y hacer reparaciones de supervivencia, pero allá se apañen ellos”.

La nota finaliza con un mensaje de esperanza no exento de un aviso a navegantes:

“Liberados, saneados, con enormes perspectivas y una ganas de hacer que no se pueden ni imaginar, lo que si les adelanto es que volvemos y que nos vamos a hacer notar”.