Las Benévolas


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NICASIO MARÍN GÁMEZ*

Los médicos estuvimos alguna vez al lado de los enfermos" y también "de su lado", pero llegaron "Las Benévolas"...

Anciana de provecta edad es bloqueada por un "chaqueta verde" impidiéndole la entrada para atender a su marido inválido y sin competencia mental, que está desconcertado en un hospital nada hospitalario; la hija de ambos lleva 36 horas a pie de cama sin dormir y agotada. Un "seguridad" pide documentación en las escaleras a un pobre hombre que apenas sabe expresarse y que refleja estar intimidado mientras rebusca algún "papel" entre sus pertenencias que le permita salir airoso y llegar a la planta donde está ingresada su mujer...así son ahora las cosas.

Este hospital es el segundo que aplica esta medida, tras el regional, que no es en absoluto una medida científico técnica (teóricamente respaldada por un "comité covid", poco sabio según veo, e ignaro en bioética y en conocimiento jurídico básico) sino una más de esas que yo denomino "medida medieval" (restringir derechos básicos constitucionales sin competencia ni legitimidad jurídicas, la movilidad, libertad de acceso,.., e incluso, en este caso, la necesidad de apoyo emocional, atención física y compasión humana esenciales durante una grave enfermedad -de lo contrario no deberían estar hospitalizados.

Parecen nuestras "autoridades administrativas" contagiarse de las ilegalidades y arbitrariedades cometidas por el gobierno central con impunidad asombrosa (estos fiscales, estos jueces...blandos con las espuelas, duros con las espigas), impropia en un Estado de Derecho.

Me decepciona profundamente que "ésto" lo haga una administración de mi partido -es una mera medida administrativa, interina y sin capacidad vinculante a efectos de superar Leyes de superior rango (Ley Auntonomía del Paciente, Constitución Española), pero se aplica y asusta.

Las sobreactuaciones surgen cuando no se sabe hacer otra cosa más efectiva, por ejemplo:

1. Antiviral -ya disponible- en los primeros 5 días de infección por sars cov 2, sin más demoras (50% menos de hospitalizaciones). ¡Sáquenlo de los cajones!

2. Mascarilla FP2, a precio tasado asequible, en espacios cerrados (6% menos de transmisibilidad).

3. Ventilar (las ventanas de los hospitales no son practicables, cerradas a cal y canto, estos arquitectos tan sostenibles...), supndría reducción neta de partículas inhalables, virus incluído.

4. No más de 5 días de aislamiento (que no es una prisión incomunicada y sin fianza, pero desde luego lo parece) y salir a vivir, a trabajar y a la libertad, simplemente añadiendo una mascarilla 2 días más.

5. No ingresar a los casos con test + sólo por ser analíticamente positivos "por si acaso" (hipercautela con más efectos adversos, incluído sociolaborales y psicológicos, que ventajas).

6. Continuar con el programa de vacunación "liberalizado" que agilice sin pirámides ni barreras burocráticas la tercera dosis o refuerzo a todo aquel individuo humano con más de 5 años que lo consienta (o sus padres).

7. Finalizar con los "visados covid", "pasaportes de salubridad ", "tarjetas blancas", " certificado de buenas conductas ciudadanas" y estrellas estigmatizadoras inversas y diversas, porque en la etapa actual, con entre dos y tres dosis de vacuna, y una variante ómicron, codominante con delta, que expresa inferior poder patógeno, y se hace extensiva a la población, es apenas una simple medida de presión sobre los llamados "negativistas", un apartheid de facto.

Nota: con las 4 primeras medidas se tendría en apenas 14 días un panorama mucho más tranquilizador y el estado de salud pública, la economía de todos (y las psicologías rotas) lo agradecerían.

A veces me pregunto: ¿pero quién demonios está asesorando a los políticos de cada autonomía quienes, finalmente, toman "medidas" sobre la población? y casi siempre "medievales". Toda medida debería estar respaldada por datos científicos sólidos, sólo así se conseguirían la aplicabilidad tolerable para seres humanos que fueron otrora libres, y la necesaria CONFIANZA poblacional, muy deteriorada actualmente, en sus representantes. Como mal menor, en todo caso podremos elegir a los futuros nuevos tiranos, nuestras élites consentidas, cada 4 años..., en ésto se está quedando "la democracia".

Addenda: ¿qué legitimidad tienen un "chaqueta verde", un trabajador de la llamada "seguridad", un celador, un auxiliar, un enfermero o un médico..., para "pedir documentación" a los que osan entrar actualmente en estos hospitales nada hospitalarios? somos servidores públicos y en el caso de los médicos* estamos obligados por ética profesional a estar no sólo "al lado de los enfermos" sino también de su lado...

* los médicos están siendo obligados a decidir y firmar documentalmente quiénes pueden estar o quién no junto a un enfermo, una incómoda cuestión, sin embargo, asumida por tantos colegas. Personalmente me he negado a limitar el acceso a "una sóla persona", muchos de mis colegas (?) lo asumen, con docilidad apenas reflexiva, algo inquietante.

Finalmente, yo soy cristiano, tibio y nada ejemplar, es verdad, pero cristiano al fin y al cabo, y es mi deber "visitar y atender a los enfermos" -a los presos aún no me he decidido-. espero que no me obliguen a abjurar de mis creencias, sencillamente, no sería posible (y que el obispo defienda esta necesaria obra de caridad..., estos obispos de ahora tan silenciosos...con el poder, según franciscus).

*Nicasio Marín Gámez es médico.