Jerónimo se pone las plumas de guerra


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Y los indios las pinturas. No está satisfecho el presidente de la Cámara de Comercio, don Jerónimo Parra, ante los trabajos que viene desarrollando Adif en las vías que deben traer el AVE a Almería. Y como el hombre está más que mosqueado con éste y los Gobiernos anteriores, los anuncios de nuevas adjudicaciones le gustan, a mí también, don Jerónimo, pero hartos de anuncios, tanto él como yo, nos creemos de la misa la mitad (y más tal y como están las cosas entre obispado y feligreses de Topares, al que nos tendremos que referir otro día) nos tomamos estos anuncios del Ejecutivo de Pedro “el guapo” en lo que valen. Cero zapatero.

El señor De la Fuente, don Manuel, actual gobernador civil de la provincia está contento. Les cambiaron el nombre, pero siguen las mismas competencias, los mismos ritos y las mismas formas en estos personajes. Siguen siendo los gobernadores. La adjudicación del tramo Lorca-Pulpí, con tres años para su ejecución y un par de cientos de millones de euros de costo, es según el hombre de Fernando Martínez en la calle Arapiles, la constatación de que el Gobierno cumple y que Ave ¡oh, el Ave! llegará a Almería en el año 2026.

Don Jerónimo, ¿usted se cree que el Ave cruzará nuestra provincia y llegará hasta los pies de la hermosa Alcazaba en ese año que pregona con ilusión el señor del caño, perdón, De la Fuente?

Tengo la impresión de que el señor Parra, al igual que el que esto escribe, no está nada seguro de que eso ocurra como dice con seguridad el señor del Caño, perdón, De la Fuente. Creo don Jerónimo que habrá que ponerse las plumas, las pinturas y bailar las danzas guerreras, pero solo las plumas, pinturas y baile, que hablar de guerra en estos días, con la que está cayendo y la ministra Robles y el presidente Sánchez vestidos de soldados de asalto y subidos a un tanque en la frontera de Rusia, nos trae recuerdos de las guerras de Gila, si no fuera por los gafes que son los políticos españoles, capaces de convertir el baile en una guerra de altura.

Por cierto, y los chicos del “no a la guerra” ¿dónde están? No se les oye, no hablan, no enseñan la ceja. Dejémosles tranquilos, que los pobres míos deben estar pidiendo subvenciones a Pedro “el guapo”. Vamos a lo nuestro, a las obras del Ave en Almería, porque no creo que a los jubilaos nos llamen a filas para ir a la frontera de Ucrania con Rusia, y don Jerónimo tampoco creo que esté a estas alturas para instalarse en un frente bélico.

Si como denuncia el presidente de la Cámara, los trabajos que se están llevando a cabo actualmente en otros tramos adjudicados es una carrera de tortugas, que aún no se tiene ni idea de cuándo van a llegar a la meta, los tres años de trabajo programados para el Pulpí-Lorca se pueden olvidar como los viejos almanaques que se colgaban en los talleres de coches y que alegraban la vista de los clientes con sus curvas y sus destapes en aquellos años setenta, ochenta y hasta los noventa.

Era uno de los pocos destapes que se permitía en aquellos años.