La pronta actuación de la Guardia Civil ha evitado una masiva captura furtiva de pulpos
ALMERÍA HOY / 6·10·2021
La Guardia Civil de Almería ha localizado e intervenido una línea de red de 600 metros con 70 nasas de pesca furtiva sumergidas en aguas de Almería, frente al núcleo costero de Retamar, que pese a llevar poco tiempo fondeadas "han destruido gran parte de una amplia colonia de posidonias oceánicas"; una planta acuática de gran valor ecológico incluida en el catálogo de especies amenazadas de la Unión Europea.
Según ha indicado la Comandancia en una nota, las nasas se encontraban lastradas a once metros de profundidad e incumplían diferentes preceptos legales, como disponer de balizamiento con una boya reflectante o contar con una placa que identifique la embarcación a la que pertenece.
Las trampas fueron descubiertas durante una inspección por buzos de la Guardia Civil, que consiguieron retirarlas en "sucesivas y arriesgadas" inmersiones. En su interior encontraron cebos y numerosas caracolas y erizos, pero no las capturas para las que habían sido fondeadas. "La pronta intervención de la Guardia Civil evitó una probable captura masiva de pulpos y otras especies", han valorado.
La existencia de este tipo de redes sumergidas, que fueron retiradas la pasada semana, suponen "un auténtico riesgo tanto para la navegación como para las especies animales y vegetales que habitan en el fondo del mar, muchas de ellas bajo medidas de protección, que pueden quedar atrapadas en la misma".
La investigación continúa abierta para localizar a los autores de los hechos, que se enfrentan a un delito medioambiental y elevadas sanciones administrativas.
El uso furtivo de nasas en el litoral marítimo puede conllevar sanciones administrativas de hasta 60.000 euros, en virtud del Título V de la Ley 3/2001, de 26 de marzo, de Pesca Marítima del Estado.
La Guardia Civil recuerda que dispone de una dirección de correo electrónico, sugerencias@guardiacivil.org, cuya finalidad es la atención general al ciudadano, sirviendo además de canal para recibir informaciones sobre asuntos que pueden iniciar una investigación.
Según ha indicado la Comandancia en una nota, las nasas se encontraban lastradas a once metros de profundidad e incumplían diferentes preceptos legales, como disponer de balizamiento con una boya reflectante o contar con una placa que identifique la embarcación a la que pertenece.
Las trampas fueron descubiertas durante una inspección por buzos de la Guardia Civil, que consiguieron retirarlas en "sucesivas y arriesgadas" inmersiones. En su interior encontraron cebos y numerosas caracolas y erizos, pero no las capturas para las que habían sido fondeadas. "La pronta intervención de la Guardia Civil evitó una probable captura masiva de pulpos y otras especies", han valorado.
La existencia de este tipo de redes sumergidas, que fueron retiradas la pasada semana, suponen "un auténtico riesgo tanto para la navegación como para las especies animales y vegetales que habitan en el fondo del mar, muchas de ellas bajo medidas de protección, que pueden quedar atrapadas en la misma".
La investigación continúa abierta para localizar a los autores de los hechos, que se enfrentan a un delito medioambiental y elevadas sanciones administrativas.
El uso furtivo de nasas en el litoral marítimo puede conllevar sanciones administrativas de hasta 60.000 euros, en virtud del Título V de la Ley 3/2001, de 26 de marzo, de Pesca Marítima del Estado.
La Guardia Civil recuerda que dispone de una dirección de correo electrónico, sugerencias@guardiacivil.org, cuya finalidad es la atención general al ciudadano, sirviendo además de canal para recibir informaciones sobre asuntos que pueden iniciar una investigación.
