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AMANDO DE MIGUEL
Y son, nada menos, que los dos más influyentes en el mundo, en casi todos los órdenes. Me refiero a los Estados Unidos y a Inglaterra, como, usualmente, los llamamos. Ambos fueron los principales vencedores de las dos guerras mundiales. Los dos coinciden, también, en haber invadido, sin éxito, a Afganistán.
“Estados Unidos” e “Inglaterra” son los nombres convencionales, aunque sus respectivas denominaciones oficiales se muestran algo más complicadas.
Inglaterra es una parte de la Gran Bretaña, junto con Escocia y Gales. El conjunto del Estado se llama Reino Unido de la Gran Bretaña y Norte de Irlanda. Como es natural, el título resulta poco práctico; así, que se utiliza la apócope de Reino Unido sin más. Pero, ese no es un topónimo, sino un genérico. Puede haber más “reinos unidos”.
El gentilicio usual de los habitantes del Reino Unido es el de “ingleses”. Es algo que puede parecer injusto, al no mencionar a los escoceses, los galeses y los del Ulster (Belfast), la región irlandesa del Reino Unido. En realidad, no existe un gentilicio para designar a todos ellos juntos, los habitantes del Reino Unido.
La onomástica con los Estados Unidos no es menos ambigua y dificultosa. Ese término resulta inapropiado, al no ser un topónimo, sino un genérico, que puede aplicarse a otros países de estructura federal; por ejemplo, los Estados Unidos Mexicanos. En los periódicos españoles, se suelen manejar las siglas reduplicadas de “EE.UU”, pero, la cosa no resulta. Los extranjeros no las entienden.
Los habitantes de los Estados Unidos dicen que su país se denomina “Estados Unidos de América”, con el gentilicio de “americanos”. Parece un tanto pretencioso, pues América es un gran continente con un par de docenas de Estados. ¿Es que los canadienses o los colombianos no son americanos? La polisemia queda clara en la famosa consigna del presidente Monroe, en 1823: “América para los americanos”. Quería decir que los Estados Unidos iban a dominar el continente americano.
En los periódicos españoles, se manejan otros gentilicios para el caso, como “norteamericanos” o “estadounidenses”. Siguen siendo imprecisos. Continuamos sin un topónimo para designar a los ciudadanos de los Estados Unidos de América. Se pueden manejar los acrónimos en inglés de “USA” o “US”, pero resultan un tanto imprácticos.
Más impreciso aún es el nombre de “anglosajones” para referirse a los ingleses o a estos con los estadounidenses. Se trata de una denominación aplicable a ciertas tribus o etnias medievales, que ocupaban, más o menos, el actual territorio de Inglaterra. Pero, los Estados Unidos son un crisol de distintas etnias de varios continentes, aparte de la minoría indígena, que apenas cuenta, fuera de los aspectos literarios o históricos. Aparte de los anglosajones, la Inglaterra medieval estuvo dominada, varios siglos, por la minoría normanda. La cual se hizo con el trono (Guillermo, el Conquistador, al vencer en la batalla de Hastings, en el siglo XI). Como consecuencia, se impuso en la Corte el idioma normando (una variante del francés del norte). Los normandos (= hombres del norte) formaban la etnia vikinga (de Noruega), que se asentó en la costa norte de la Francia actual. Era un pueblo guerrero, que llegó con sus correrías hasta Sicilia.
Sin duda, el idioma inglés se ha convertido en la lingua franca del mundo, al menos, de sus estratos más activos, políticos, culturales y comerciales. Sin embargo, el Reino Unido debe aceptar la convivencia con otros idiomas de muy distinta factura: los gaélicos o celtas de Escocia, Gales y Ulster. En los Estados Unidos, se hablan muchas lenguas, asignadas a las distintas minorías de inmigrantes o descendientes de ellos. La de más difusión es el español, para muchos, Spanglish.
Total, que seguimos sin tener un topónimo y un gentilicio apropiados para la población censada en los Estados Unidos de América o en el Reino Unido de la Gran Bretaña, Escocia, Gales y Norte de Irlanda. A pesar de lo cual, ese es el bloque hegemónico del mundo actual, hasta que sea desplazado por China.
“Estados Unidos” e “Inglaterra” son los nombres convencionales, aunque sus respectivas denominaciones oficiales se muestran algo más complicadas.
Inglaterra es una parte de la Gran Bretaña, junto con Escocia y Gales. El conjunto del Estado se llama Reino Unido de la Gran Bretaña y Norte de Irlanda. Como es natural, el título resulta poco práctico; así, que se utiliza la apócope de Reino Unido sin más. Pero, ese no es un topónimo, sino un genérico. Puede haber más “reinos unidos”.
El gentilicio usual de los habitantes del Reino Unido es el de “ingleses”. Es algo que puede parecer injusto, al no mencionar a los escoceses, los galeses y los del Ulster (Belfast), la región irlandesa del Reino Unido. En realidad, no existe un gentilicio para designar a todos ellos juntos, los habitantes del Reino Unido.
La onomástica con los Estados Unidos no es menos ambigua y dificultosa. Ese término resulta inapropiado, al no ser un topónimo, sino un genérico, que puede aplicarse a otros países de estructura federal; por ejemplo, los Estados Unidos Mexicanos. En los periódicos españoles, se suelen manejar las siglas reduplicadas de “EE.UU”, pero, la cosa no resulta. Los extranjeros no las entienden.
Los habitantes de los Estados Unidos dicen que su país se denomina “Estados Unidos de América”, con el gentilicio de “americanos”. Parece un tanto pretencioso, pues América es un gran continente con un par de docenas de Estados. ¿Es que los canadienses o los colombianos no son americanos? La polisemia queda clara en la famosa consigna del presidente Monroe, en 1823: “América para los americanos”. Quería decir que los Estados Unidos iban a dominar el continente americano.
En los periódicos españoles, se manejan otros gentilicios para el caso, como “norteamericanos” o “estadounidenses”. Siguen siendo imprecisos. Continuamos sin un topónimo para designar a los ciudadanos de los Estados Unidos de América. Se pueden manejar los acrónimos en inglés de “USA” o “US”, pero resultan un tanto imprácticos.
Más impreciso aún es el nombre de “anglosajones” para referirse a los ingleses o a estos con los estadounidenses. Se trata de una denominación aplicable a ciertas tribus o etnias medievales, que ocupaban, más o menos, el actual territorio de Inglaterra. Pero, los Estados Unidos son un crisol de distintas etnias de varios continentes, aparte de la minoría indígena, que apenas cuenta, fuera de los aspectos literarios o históricos. Aparte de los anglosajones, la Inglaterra medieval estuvo dominada, varios siglos, por la minoría normanda. La cual se hizo con el trono (Guillermo, el Conquistador, al vencer en la batalla de Hastings, en el siglo XI). Como consecuencia, se impuso en la Corte el idioma normando (una variante del francés del norte). Los normandos (= hombres del norte) formaban la etnia vikinga (de Noruega), que se asentó en la costa norte de la Francia actual. Era un pueblo guerrero, que llegó con sus correrías hasta Sicilia.
Sin duda, el idioma inglés se ha convertido en la lingua franca del mundo, al menos, de sus estratos más activos, políticos, culturales y comerciales. Sin embargo, el Reino Unido debe aceptar la convivencia con otros idiomas de muy distinta factura: los gaélicos o celtas de Escocia, Gales y Ulster. En los Estados Unidos, se hablan muchas lenguas, asignadas a las distintas minorías de inmigrantes o descendientes de ellos. La de más difusión es el español, para muchos, Spanglish.
Total, que seguimos sin tener un topónimo y un gentilicio apropiados para la población censada en los Estados Unidos de América o en el Reino Unido de la Gran Bretaña, Escocia, Gales y Norte de Irlanda. A pesar de lo cual, ese es el bloque hegemónico del mundo actual, hasta que sea desplazado por China.
