No es bueno que el Ayuntamiento de Garrucha venda sus fincas


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ADOLFO PÉREZ*

En un reciente artículo mío sobre las preocupantes cuentas del Ayuntamiento de Garrucha preguntaba yo si alguien me puede decir cómo se sale del atolladero sin tocarle a los impuestos. Pues bien, la respuesta me ha llegado a través de ACTUALIDAD ALMANZORA. Resulta, según dice el periódico, que la alcaldesa y su equipo de gobierno tienen previsto salir del atolladero económico con la venta del solar de la Palmera, propiedad del Ayuntamiento, situado en el Malecón, frente al monumento al pescador, para lo que el 4 de mayo último han iniciado el procedimiento. Con la venta se pretende pagar parte de la deuda millonaria contraída con bancos y proveedores de gastos corrientes y de servicios. Según dice el periódico, el solar, casi cuadrado, de una superficie de 628 m2. está tasado de salida por la arquitecta municipal en algo más de un millón trescientos mil euros (1.323.955,88 €).

Como a la vista está no se trata de un terreno procedente de la cesión obligatoria de un plan de urbanismo previsto en la ley del Suelo, sino de un solar perteneciente al patrimonio municipal que conserva el Ayuntamiento desde hace años, lo mismo que el edificio de la antigua Ayudantía Militar de Marina (también en el Malecón), el castillo, la finca Vistalegre y otras propiedades que componen dicho patrimonio, patrimonio que hasta el momento todos los alcaldes, uno tras otro, hemos preservado, incluso acrecentado, como corresponde a una buena gestión de gobierno.

Sin salida para hacerle frente a la cuantiosa deuda de varios millones de euros que de forma tan irresponsable se ha ido cargando sobre la espalda de Ayuntamiento a base de gastos superfluos e innecesarios, la alcaldesa se encuentra cercada, incapaz de salir del atolladero como viene sucediendo desde hace seis años. Pero lo que no tiene cabida en las razones del buen gobierno es pretender salir del aprieto con la cómoda venta de parte del patrimonio. Enajenar patrimonio es lo cómodo y lo fácil, pero es el caso que con la venta del solar y del servicio del agua no se resuelve del todo el problema pues la deuda es bastante mayor, sólo se resolvería buena parte del mismo. Así es que la situación tiene mala cara si no se apuesta por la rigurosa austeridad.

Hace unos días comenté con una persona amiga el asunto de la venta del solar. Me dijo que debido a las enormes deudas que pesaban sobre el Ayuntamiento no había otro remedio. Le contesté que si no se acometía un duro plan de ajuste y no se subían los impuestos no habría otra solución, claro que para zanjar la situación definitivamente el Ayuntamiento estaría obligado a desenvolverse por los cauces normales, es decir: equilibrio entre los ingresos y los gastos. Pero resulta que eso no es así, ni tiene visos de que lo sea, pues si la alcaldesa tiene declarado que no se generan los ingresos suficientes para hacer frente a los gastos que se producen, se volvería al punto de partida, otra vez las deudas y otra vez los bancos, y llegado de nuevo el momento, al no poder rescatar los préstamos bancarios, la venta de otra finca municipal sería la solución, y así hasta dejar esquilmado el patrimonio municipal. Y es que es mal asunto vender propiedades para pagar gastos corrientes, bastantes de ellos superfluos, así como el excesivo número de sueldos de los concejales.

En otro sentido, pero similar al asunto del solar, está el hasta ahora frustrado (ya van cinco años) intento de la alcaldesa de salirse de Galasa para venderle el servicio del agua a una empresa privada por unos tres millones y medio de euros. Dinero que, como es lógico, deberemos pagar los usuarios en el recibo, porque es impensable que la empresa compradora del servicio del agua no quiera resarcirse de la inversión efectuada, además de obtener las ganancias propias del suministro. Pagos que empezaremos a pagar con la subida de tarifas al cumplirse el primer año de la concesión. Se trata de un asunto que todavía no se le ha explicado a la población pagadora.

Esta situación se parece a aquellas familias que se instalan en un nivel de vida superior a los ingresos familiares, un rango de vida que mantenerlo y darse a los buenos gustos se acude a los bancos en busca del préstamo necesario; claro que como luego no se dispone de dinero para cancelar el crédito bancario se le da un buen bocado al patrimonio familiar, que es el inicio de la ruina causada por el mal gobierno, resultado de no haberse privado de lo que no se podía pagar.

A mi juicio, lo que necesita una situación tan grave como ésta es elaborar un duro plan de ajuste y aplicar con pulso firme las medidas que se consideren adecuadas. Claro que yo pienso que la situación económica que se vive en el Ayuntamiento sobrepasa a la alcaldesa, incapaz de salir del problema que la atenaza, tanto que la realidad que se percibe es que el gobierno municipal se le escapa de las manos como se deduce de la acerada entrevista al policía local que ahora diré.

Ahora está por ver el posicionamiento de la acomodada oposición municipal, si da la batalla para evitar la enajenación del solar o si algún grupo se suma a la misma. Y si llegara el caso de la venta mediante subasta pública, además de los informes que aporte el Ayuntamiento, del interventor y arquitecto, sería preciso requerirle a la Diputación provincial sendos informes, uno jurídico que evitara posible lagunas o errores legales no deseables y otro de tipo técnico que acredite de modo objetivo el valor indudable del solar en cuestión. Siempre, claro está, que la Junta de Andalucía autorice la venta de este bien patrimonial para pagar gastos de bienes corrientes, no de inversión en beneficio del municipio. Por tanto, no puede serle permitido a los que ahora mandan que dilapiden patrimonio municipal para pagar juegos florales. Así es que el toro está en el albero de la plaza y el público espera ver qué faena se le hace al morlaco.

Post Data. El periódico ACTUALIDAD ALMANZORA publica en su último número, a página entera, una entrevista a Juan Ángel Fernández, portavoz del Sindicato independiente de la Policía Local de Garrucha, titulada: “El Gobierno de Garrucha nos tiene abandonados”. La entrevista no tiene desperdicio, en ella el portavoz policial, sin pelos en la lengua, no deja títere con cabeza, viniendo a decir que todo va manga por hombro y que nadie se preocupa de ellos. Copio las frases literales más llamativas de lo que dice el policía y que cada cual saque su propia conclusión. “El Gobierno municipal nos tiene abandonados. En un estado de absoluta dejadez”. “Sólo disponemos de un coche que está completamente obsoleto. No es que se le caiga el tapizado del coche, es que no funciona el freno de mano y, por tanto, no se puede estacionar de forma segura”. “El jefe Oller dice que nos apoya, aunque no ha hecho todo lo que estaba en su mano para resolver los problemas que sufre el Cuerpo”. Y remata: “La alcaldesa debería dedicarse a Garrucha”. “Dirigir la Policía Local es algo muy complicado. Necesita un concejal en exclusiva”. Huelgan los comentarios sobre lo que dice este policía local. Sólo una apostilla por mi parte: ¿Qué quiere decir el policía con que “la alcaldesa debería dedicarse a Garrucha”? ¿Acaso no es así? ¿Por qué lo dice?

*Adolfo Pérez fue alcalde de Garrucha durante 20 años consecutivos entre 1979 y 1999.