5.000 hectáreas de invernaderos en el Sáhara, la amenaza de Marruecos al campo almeriense

Preocupación en el sector agrícola de Almería y Murcia por este macro proyecto marroquí



ALMERÍA HOY / 24·06·2021

El tomate almeriense y murciano, que llega a la mesa de media Europa, podría tener un serio competidor. De hecho lo tiene desde tiempo, a pesar de que un país tercero como Marruecos, no sea miembro de la UE. Pero los acuerdos con el país norteafricano hacen que los cultivos en Marruecos también lleguen a parte de Europa, compitiendo con los españoles. El problema, para los próximos años, queda recogido en el plan estratégico del país alauita, en el que se especifica un proyecto para levantar 5.000 hectáreas de invernaderos en el Sáhara Occidental. La mayor parte de este suelo se destinaría al cultivo del tomate y eso preocupa a los agricultores almerienses, malaguieños, granadinos y murcianos, y así lo dejan claro desde COAG. En el sindicato agrario hablan de una 'megápolis' del tomate que amenazan al sector. De hecho, Marruecos ya empieza a quedarse con buena parte de la cuota de mercado en Europa. Con los costes de producción más bajos, la competencia es desleal.

Lo más sorprendente de este proyecto es que se fundamenta en un acuerdo de Marruecos con la Unión Europea que dejaría fuera de juego a España, país miembro. Marruecos, hoy por hoy, está libre de aranceles para la comercialización de la pesca y sus productos agrícolas en Europa. Y aunque hay un cupo máximo, a nadie se le escapa que se supera con creces, generando una competencia desleal a un país miembro como es España y a su sector agrario. Para COAG, Marruecos crece en el sector agrícola y "atenta contra la legalidad internacional y los mismos acuerdos bilaterales que tiene con Europa". Ya en el año 2016, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea obligó a excluir el Sáhara de los acuerdos que se tiene con Marruecos, por su condición de territorio pendiente de descolonizar. Pero este mismo tribunal terminó aceptando a cambio de algo, el respeto por parte del país norteafricano de los derechos humanos y siempre que las explotaciones favorecieran al desarrollo de los saharauis. La realidad es bien distinta a los acuerdos, se superan los cupos, y los tomates y hortalizas producidas en el Sáhara Occidental sigue entrando en España y resto de Europa sin ningún tipo de etiquetado ni control, e incumpliendo la legalidad. Los vecinos del sur van por libre, y nuestras autoridades siguen 'distraídas' mientras Marruecos se adueña de los mercados y aboca a la ruina a uno de los sectores más relevantes en la economía del sur y el levante español.