El investigador y premio Nobel español abogó por los trasvases "para incorporarnos a los pueblos civilizados"
ALMERÍA HOY / 12·05·2021
Como a los literatos y pensadores de su generación, a Santiago Ramón y Cajal le dolía España. El científico mostraba a menudo su compromiso con todo aquello que creía que podría suponer el progreso de la Nación y dejar atrás la miseria que atenazaba a buena parte de sus ciudadanos y comarcas.
Hoy, cuando el Ministerio para la Transición Ecológica mira con recelo los trasvases y promueve el recorte de transferencias de agua, es preciso recordar que una de las ideas en que Cajal creía firmemente era en la necesidad de conectar las cuencas hidrográficas de la España húmeda con las de la seca, hasta el punto de elegir, para escribir sobre la fotografía oficial de su jubilación el 1º de mayo de 1922, el siguiente pensamiento: "Se ha dicho tantas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia". Tan lúcido como vigente.
Hoy, cuando el Ministerio para la Transición Ecológica mira con recelo los trasvases y promueve el recorte de transferencias de agua, es preciso recordar que una de las ideas en que Cajal creía firmemente era en la necesidad de conectar las cuencas hidrográficas de la España húmeda con las de la seca, hasta el punto de elegir, para escribir sobre la fotografía oficial de su jubilación el 1º de mayo de 1922, el siguiente pensamiento: "Se ha dicho tantas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia". Tan lúcido como vigente.
