“El mundo que conocíamos desapareció con la crisis generada por la pandemia”

Santiago Alfonso es director de marketing de Cosentino. Su puesto le permite analizar la realidad desde una perspectiva distinta. Anota que vivimos un tiempo de “incertidumbre” que afecta de manera “dispar” en cada sector.



ALMERÍA HOY / 01·05·2021

Formar parte de la alta dirección de una de las multinacionales más importantes de España le permite analizar la realidad desde un lugar privilegiado. Dice que vivimos un tiempo de “incertidumbre” que se vive de manera “dispar” en cada sector. Mientras lo relacionado con el equipamiento del hogar disfruta una oportunidad –Cosentino ha mantenido la facturación en 2020 con 1.078 millones de euros-, los servicios, principalmente el turismo y la hostelería –que suponen “más del 20% del PIB”-, sufren una “debacle” difícilmente asumible para el país. Sin embargo, confía en que tras la vacunación vivamos otros “felices años veinte” muy “necesarios para sobreponernos a esta depresión”.

- Todos vemos cómo cae la actividad económica en nuestro entorno más cercano, pero una empresa que opera en todo el mundo maneja mucha más información, ¿observan el mismo escenario desde su atalaya?
- La necesidad de gestionar información aumenta cuanto mayor es una organización y más intereses tiene forjados en materia de empleo, facturación, deuda financiera y otras contingencias. Saber qué ocurre es necesario para reducir la incertidumbre en la medida de lo posible. Es evidente que el mundo que conocíamos desapareció con la crisis generada por la pandemia, aunque no sé si para siempre. Hoy se habla mucho de incertidumbre y volatilidad. Todos padecemos ambas situaciones. Nosotros buscamos y manejamos mucha información de índole macroeconómica, pero, sobre todo en los segmentos de negocio en los que nos movemos constatamos que lo concerniente al equipamiento del hogar y edificación, ha ido a más durante este último año.
- Eso es muy importante, porque se trata de indicadores de consumo, y el consumo es lo que mueve la economía.
- Efectivamente. Entonces, ¿qué sucede? Pues que esta situación de incertidumbre ha fortalecido la economía que gravita en torno al hogar, porque pasamos en él más horas que nunca. Eso nos ha llevado a realizar cambios o mejoras en nuestras viviendas. Hemos visto cómo se han creado nuevos espacios en las casas, y una consecuencia es que las empresas de equipamiento doméstico estén viviendo momentos de expansión en las ventas. Las estadísticas de mobiliario y terrazas de exterior están rompiendo stocks y tienen una demanda desbordada. Sin embargo, la situación es muy dispar. ¿Quién está sufriendo? Los servicios. Todo lo relativo al turismo, viajes y hostelería. Ahí tiene España unos intereses muy grandes, porque la aportación al PIB de esos sectores es brutal. Supera el 20%, y ningún país puede soportar una debacle de un segmento productivo con tal peso en su economía. En síntesis, apreciamos una situación diferente en función del sector que observemos.
- ¿Han notado un trasvase de actividad desde los sectores afectados por esta crisis hacia los que se han visto más favorecidos? ¿Existe una cierta compensación entre la pérdida de trabajos en unos y el crecimiento del empleo en otros?
- No tengo datos acerca de ese trasvase, aunque sí puedo decir que Cosentino ha continuado creando empleo a lo largo de 2020 y lo sigue haciendo este año. La demanda de nuestros productos nos ha obligado a crear nuevos turnos en las líneas de fabricación de Dekton y Silestone. Eso conlleva un aumento de mantenimiento industrial y mayor necesidad de suministros. Dicen los economistas que cada puesto de trabajo en el sector industrial genera otros 2,5 indirectos. Ahora mismo tenemos en Cantoria 2.400 personas empleadas, lo que significa otras 6.000 más en el entorno relacionado con nuestra actividad. También significa asentar población en esta zona de Almería, una de las más castigadas por la tendencia a migrar hacia otros lugares y, por tanto, a despoblarse. Nosotros estamos fijando a la población en una parte de la ‘España vaciada’. Tenemos trabajadores en nómina de 47 pueblos de la provincia.
- Con esos datos, ¿es una presión adicional en ustedes, que dirigen Cosentino, imaginar las consecuencias que generaría en toda la comarca un desplome de la empresa?
- Claro que tiene su peso. Es una responsabilidad que se asume desde la consciencia de estar contribuyendo a la prosperidad de un ámbito que trasciende incluso a la comarca. A diario vienen a Cantoria dos autobuses desde la capital de la provincia con empleados para evitar el desplazamiento de ochenta o noventa coches, aunque la pandemia nos ha obligado a suspender temporalmente ese servicio para evitar una posible vía de contagio. Quiero decir con esto que Cosentino no sólo genera puestos de trabajo en el Valle del Almanzora. Es el mayor empleador de toda la provincia, y eso, claro que sí, infiere una responsabilidad a los directivos. Hemos de tener las ideas y la cabeza muy bien alineadas. Nuestras decisiones tienen consecuencias sobre muchas personas.
- ¿Cuáles son los primeros datos de la economía mundial que consultan ustedes al comienzo de cada jornada?
- Los directivos de la empresa recibimos todos los días un cuadro de mando con los indicadores de producción del día anterior. Es el termómetro que va dirigir nuestras ventas. Necesitamos saber de cuántas tablas de Silestone o Dekton disponemos. Además, incluye información sobre los tipos de cambio de las 25 monedas más importantes: desde los dólares americano, canadiense y australiano hasta el real brasileño, porque allí tenemos una fábrica de granito. Estudiamos la evolución de esas divisas con respecto al euro y el dólar, las monedas que marcan el 95% de nuestras operaciones. También consultamos la cotización del petróleo, porque nos afecta el precio de la resina, un componente esencial en la fabricación de Silestone, que supone el 63% de las ventas de la empresa. Esos son los indicadores que precisamos para empezar el día.
- La sustitución del petróleo por otras fuentes de energía debe jugar a su favor, porque el precio se fija de manera proporcional a su demanda. Es decir cuanto menor sea la demanda de petróleo menor será también su precio.
- Así es. Indudablemente, tiene su impacto. Nosotros trabajamos con una perspectiva del presente, conscientes de que el precio del petróleo y sus derivados tienen un peso enorme tanto en la macro como en la microeconomía; en nuestro caso en el coste de la resina. Pero también trabajamos con un ojo puesto en el futuro, que se abre a un escenario de descarbonización. En ese sentido, estamos trabajando y acelerando la construcción de una nueva planta de generación fotovoltaica para reducir la dependencia energética de fuentes ajenas y ser capaces de producir el 25% de la electricidad que necesitamos. También buscamos alternativas a la resina de poliéster. Esto nos conecta con lo esencial. Con lo clave, que es la investigación y la innovación en la empresa. Es la columna vertebral del negocio. Palmariamente esencial.
- Y lo que puede permitir abaratar costes. ¿Cuántas personas trabajan en ese departamento?
- 57 componen el área de I+D. Todos de alta cualificación. Son doctores en Ingeniería de materiales, ingenieros químicos, geólogos… Pero, además, tenemos convenios de colaboración con siete universidades, tres de ellas andaluzas. También nos apoyamos en los centros de investigación de otros sectores, como algunos proveedores de la industria cerámica, que es muy fuerte en Castellón.
- Y, ahora, ¿hacia dónde vamos?, ¿a un largo periodo de depresión, tal vez?
- Yo no soy tan pesimista, aunque tampoco creo que cuando alcancemos cierto porcentaje de inmunización frente al Covid en la población se abra de par en par un camino de vino y rosas. Sí estoy convencido de que la vacuna contribuirá a reducir la incertidumbre, y que los españoles saldrán a gastar una parte de esos 30.000 millones de euros que se calculan que han ahorrado en este año de pandemia. Van a renovar sus casas, viajar y eso redundará en una activación de la economía. Se prevé un crecimiento interesante del PIB.
- ¿Cuánto de interesante?
- Hay sociólogos y economistas muy optimistas que hablan de otros felices años veinte, al igual que ocurrió en el siglo pasado tras la crisis generada por la I Guerra Mundial y la llamada gripe española.
- También fue conocida esa década como los locos años 20.
- Yo no sé si serán más locos que felices, pero sí que necesitamos una mezcla de ambas situaciones para sobreponernos a la situación que estamos viviendo, tan depresiva en algunos sectores.
- Decía usted que en el suyo no.
- Es cierto, pero, aun así, la felicidad no es completa en el sector. Nuestros termómetros son los marmolistas y constructores. Unos nos dicen que la faena va por semanas, y otros que las viviendas nuevas sólo se construyen en algunas grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, y que los pueblos están más parados. Esto nos lleva a ser conscientes de que es preciso ser muy flexibles, ágiles y reflexionar muy bien a la hora de tomar decisiones para asegurarnos de que sean las adecuadas. Por otra parte, en Almería tenemos la suerte de contar con la agricultura, que ha demostrado ser motor muy potente y resiliente, es decir, que aguanta la dificultad, porque no se puede dejar de comer, vengan los tiempos como vengan. Hay un auge de la vida saludable y el producto almeriense, si se agarra a la sostenibilidad y está ausente de productos químicos, tendrá un futuro esplendoroso.
- Aún existe el mito del empresario explotador, sobre todo en la agricultura.
- Igual yo he tenido la suerte de conocer únicamente a empresas agrícolas que llevan una trayectoria impecable, creciendo año tras año, con dirigentes comprometidos con los derechos humanos. El empresario hortícola de la provincia es responsable. No podemos quedarnos como referente con la excepción de alguien que tenga un comportamiento reprochable. Sobre ellos debe caer la inspección laboral y todo el peso de la ley. Respecto a mi empresa, más del 93% de los contratos son fijos. Todos los empleados trabajan las horas que estipula la ley y existe un comité de empresa muy vigilante, que se renueva democráticamente. En la dirección tenemos muy claro que a Cosentino se va a trabajar y a buscarse la vida, cada uno con lo que sabe y puede aportar. A cambio de ello se reciben las remuneraciones estipuladas por las 40 horas de trabajo semanales, con las vacaciones correspondientes y unos derechos laborales que son innegociables.
- En cualquier caso, son muchos los jóvenes de todos los pueblos de la comarca que trabajan en Cosentino. Cuentan que hay semanas que llegan a disfrutar de tres días libres.
- Porque somos conscientes que trabajar a turnos es duro. Una semana haciéndolo de noche supone un sacrificio para las relaciones con la familia que es preciso compensar de alguna manera. Nosotros lo hacemos con tiempo libre.
- Paco Cosentino no para de lograr reconocimientos. Recientemente obtuvo el premio Reino de España a la trayectoria empresarial.
- Y menudo premio. Un galardón lo prestigia quien lo otorga, y éste lo otorgan el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos, y lo entrega el Rey. Paco ni siquiera sabía que estaba nominado.
- También representó a Almería en el encuentro telemático con el presidente del Gobierno.
- Sí señor. Paco ha sido muy selectivo este año en sus apariciones, pero cuando lo ha hecho siempre ha sido para pedir responsabilidad y sentido común. No dejar caer a las empresas ni frenar el crédito a los autónomos y los pequeños negocios, que son los que más lo necesitan.