“El fracaso duele, por eso es preciso esforzarse siempre”

Laura Diepstraten tiene 14 años, es de Pulpí y acaba de ganar un festival internacional para artistas con baja visión con una canción compuesta por ella



ALMERÍA HOY / 29·05·2021

Tiene 14 años, es de Pulpí y acaba de ganar un festival internacional para artistas con baja visión. La canción ha sido compuesta por ella. Aún no es del todo consciente de lo que ha logrado, sin embargo, no alberga dudas sobre la importancia del esfuerzo. Observa el mundo con una madurez insólita para su edad. Sabe lo que no le gusta de la realidad, pero, al mismo tiempo, es reflexiona sobre lo difícil que resulta cambiar el mundo. No obstante, hablar con Laura Diepstraten refuerza la fe en las nuevas generaciones. Al menos, en la parte que se parece a ella.

- En primer lugar, enhorabuena. Supongo que te sentirás feliz por el triunfo pero, para poder hacernos una idea, explícanos qué es el certamen que has ganado.
- El festival Euro Low Vision es una versión de Eurovisión para artistas invidentes. Y, efectivamente, estoy muy contenta. No sólo yo. En Pulpí salimos a celebrar el triunfo locos de contentos. Con los coches pitando y ondeando banderas de España por todo el pueblo.
- ¿Se trata de un festival muy consolidado?
- Es la primera vez que se disputa. Quizás por eso estoy más contenta de haber estado dentro.
- En ACTUALIDAD ALMANZORA, en la radio y en ALMERÍA HOY votamos por ti, y cuando nos conectamos a la página del festival ya ibas ganando, ¿fue así todo el tiempo?
- Sí. Me mantuve siempre arriba. Aunque al principio no creí que pudiera ganar. Estaba convencida de que la tendencia de los votos cambiaría en cualquier momento. La verdad es que soy muy desconfiada. Sin embargo, el tiempo pasaba y seguía en cabeza. Haber tenido la oportunidad de participar ya era un orgullo para mí, pero ganar el festival es una experiencia muy bonita.
- ¿Estuvo reñida la cosa?
- Bastante. Acabé ganando, pero apenas por un 4% de diferencia con el segundo, que ha sido el representante de Turquía.
- ¿Cómo una chica de Pulpí acaba representando a España en un festival internacional de la canción y, además, ganándolo?
- Me llegó una convocatoria a través de la ONCE para participar en el concurso nacional y presenté mi canción. Lo hice sin ninguna pretensión. Sólo por probar suerte. Ganar nunca pasó por mi imaginación. Sin embargo, me llamaron para decirme que me habían seleccionado para representar a España. Lo de quedar primera en el certamen he tardado en asimilarlo. Ahora es cuando creo que empiezo a ser consciente por las entrevistas que me están haciendo y porque lo dice la prensa.
- ¿Qué extraes de ganar este certamen?
- Sobre todo, significa ganar mucho en experiencias nuevas. Además, mis canciones las escuchan ahora muchas personas y en diferentes países. En cuanto al premio, si te digo la verdad, aún no me ha llegado y ni siquiera sé en qué consiste.
- La canción con tu voz y el piano me parece muy bonita, ¿has pensado embellecerla con algún tipo de acompañamiento?
- Ya me han propuesto grabar una versión con arreglos instrumentales, y lo vamos a hacer. No obstante, no quiero que se pierda esta versión tan sencilla, sólo con mi voz y el piano. Me gustan mucho las canciones así de desnudas.
- Tengo la impresión de estar hablando con una mujer de 30 años.
- ¡Ja,ja,ja! ¡30 años! He crecido bastante, sin embargo, tengo 14. En un entrevista procuro ser más seria, pero, hablando con mis amigas todavía se me nota muchísimo el pavo.
- ¿Te sientes cómoda ante un micrófono y encima del escenario?
- Sí. Me gusta mucho el escenario, no lo voy a negar, pero no me hagas crecer tan rápido. Quiero disfrutar la edad que tengo.
- Es que se aprecia madurez en tus respuestas.
- Tal vez porque procuro escuchar mucho y, de esa manera, algo aprendo. Mis padres también me dicen que hablo como si fuera mayor de lo que realmente soy.
- Además de la música, ¿qué otras cosas te gusta hacer en el tiempo libre?
- Salir con mis amigas hasta ciertas horas. Sobre todo en verano. También me gusta mucho leer y las series. Pero en invierno me centro en los estudios.
- ¿Leer es algo habitual entre los jóvenes de tu generación?
- La lectura no es algo demasiado frecuente en mi entorno, aunque tenemos un grupo de tres amigas a las que nos apasiona la literatura. Una incluso ha empezado a escribir libros, pero aún no ha publicado.
- ¿Qué estás leyendo ahora? - ‘Cometas en el cielo’. Es una novela que trata de las peripecias de una familia que llevaba una vida muy buena hasta que estalló la guerra en su país.
- Una vida puede cambiar mucho a lo largo del tiempo. Y, a veces, por cuestiones ajenas a la voluntad de uno.
- Así es. El autor del libro que estoy leyendo lo cuenta muy bien.
- ¿Eres consciente de que en esos países y con 14 años hay muchas niñas o adolescentes como tú casadas?
- Lo sé por una amiga del Sáhara que suele venir a pasar los veranos con una familia de Pulpí. He aprendido mucho de ella. En su país, las mujeres suelen estar casadas a mi edad. El mundo es muy raro.
- ¿Qué te parece esa realidad?
- Depende de dónde vivas. En Europa no puedes pensar en casarte con 14 años. Ni tu cuerpo ni tu mente están preparados para eso.
- ¿Allí sí?
- Es otra forma de vivir muy diferente. Las circunstancias y las condiciones que existen en otros países obligan a asumir responsabilidades a edades más tempranas.
- En líneas generales, ¿cómo ves el mundo hoy?
- Hay ciertas cosas que no me gustan.
- ¿Cómo cuáles?
- Observo demasiada desigualdad entre los países que redunda en las oportunidades de que gozan o no sus habitantes. En unos estados sobra de todo y en otros ni siquiera saben si podrán comer ese día. Me gustaría que las necesidades básicas para vivir estuvieran cubiertas para todos, sin embargo, existe un mundo en el que podemos estudiar hasta el nivel que queramos o para el que estemos capacitados, mientras que hay otro en el mismo planeta en el que los niños no pueden ir al colegio más elemental. Aunque soy consciente de que para arreglar esta situación tendríamos que ponernos todos de acuerdo, y sé que eso es muy difícil.
- Es importante que valores tu situación…
- Es una suerte, sin lugar a dudas. Pero creo que, al mismo tiempo, tenemos la responsabilidad de intentar cambiar algunas cosas y ayudar a los países menos desarrollados. Así como a las personas que viven en ellos.
- Pareces muy conocedora de estos asuntos.
- Es que este curso nos han puesto al día en el Instituto. En la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
- Vivimos en un país en que un niño pide algo y, en la mayoría de las ocasiones, lo tiene inmediatamente, ¿eso nos hace más felices o nos aboca al fracaso?
- Depende mucho de la persona, si bien, puestos a generalizar, entiendo que quien no consigue lo que quiere acabe algo afectado. Yo tengo la suerte de contar con el apoyo de mi familia, pero sé que la parte más importante para conseguir lo que me proponga tengo que ponerla yo. El fracaso siempre duele, por eso es preciso esforzarse siempre al máximo en todo lo que una hace.
- ¿Partidaria, entonces, de la cultura del trabajo?
- Claro que sí. Sin esfuerzo no se consigue nada.
- ¿Qué te ha costado ganar un concurso internacional como el que has logrado?
- Innumerables horas de ensayar en el piano y cantar la misma canción una y otra vez antes de grabarla para compartirla con el público. Hay que trabajar mucho para alcanzar los sueños y, aún así, no siempre se consigue.