Uno de cada cinco euros que presupuestó Carboneras ni siquiera los puso al cobro

Tres conceptos por importe de 2,6 no sólo no se han cobrado, sino que ni siquiera llegaron a emitirse los recibos. La tesorera calificó de “optimistas” los ingresos previstos para el pasado ejercicio porque cuantiosas partidas de la recaudación no estaban “justificadas”. La liquidación ha confirmado sus sospechas


El alcalde, José Luis Amérigo, en su despacho.

ALMERÍA HOY / 27·04·2021

Una vez terminado el ejercicio de 2020 en Carboneras, los primeros datos revelan que la tesorera municipal tenía razón al mostrar su escepticismo acerca de los presupuestos presentados por el Gobierno local para ese año. De hecho, al informar sobre la previsión de cuentas, repetía una y otra vez en el capítulo de ingresos que no apreciaba “justificación” alguna a muchas de las partidas. Algunas de ellas con importes considerables.

Ahora hemos sabido que de 2.559.315,73 euros imputados para cobrar por tres conceptos, no se ha percibido ni uno solo. Más aún: ni tan siquiera se emitieron los recibos.

Tras examinar los datos lo ha certificado la propia funcionaria en respuesta a una pregunta del Grupo Municipal GICAR. El portavoz de la formación independiente, Salvador Hernández, se había interesado por el dinero recaudado a cuenta de las tasas por ocupación del subsuelo, del suelo y por el vuelo de la vía pública por cables de compañías eléctricas, de comunicación y otras. La cuenta de ingresos había previsto recibir por esos conceptos un total de 2.559.315,73, es decir, el 20,15% de los 12.700.546 euros de entradas presupuestadas o, lo que es lo mismo, uno de cada cinco euros. La tesorera ya lo había advertido en el informe que emitió en marzo del pasado año.

Además de no encontrar “justificación” para tales importes, señalaba que no existía ningún “derecho reconocido” sobre los conceptos que se pretendían cobrar y que no se había ingresado nada en esos epígrafes en los años anteriores.

Es cierto que la funcionaria admitía la “potestad” del Ayuntamiento para aprobar en cualquier momento una nueva ordenanza con la que regular el cobro de una nueva tasa, pero advertía al mismo tiempo que, de hacerlo, tal cobro no tendría carácter retroactivo, sino que entraría en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia y, por tanto, el importe a liquidar en 2020 correspondería a la parte proporcional del año a partir de ese momento, nunca a los 2,6 millones previstos para la anualidad entera. También advertía que, de no recaudarse esa cantidad, el equilibrio de las cuentas municipales podría sufrir un “quebranto relevante”, dado el elevado importe de la cifra. Insistimos que se trataba de uno de cada cinco euros presupuestados.

De todos modos, nadie se habrá sorprendido de que, finalmente, la tesorera haya visto refrendados sus augurios por la realidad. Porque, a pesar de que el concejal de Hacienda, Ramón Soto (PSOE), en junio del año pasado restara importancia a las observaciones de la funcionaria aduciendo que “no eran más que respuestas a una consulta” -como si la opinión o el consejo de una habilitada nacional no tuviera trascendencia alguna-, el hecho objetivo es que el Ayuntamiento no emitió ningún recibo por los conceptos referidos.

“ESTAFA”

El portavoz popular, Salvador Alarcón, ya esperaba que esto ocurriera y lo califica como “estafa”. Hace un año anotó en el Pleno que el equipo de Gobierno socialista incluyó esos ingresos conociendo “a ciencia cierta” que no se podrían cobrar. Ahora destaca que la respuesta de la tesorera a la pregunta de GICAR confirma que el PSOE pretendía “inflar” los ingresos para poder “engordar” los gastos. Téngase en cuenta que cada euro presupuestado puede gastarse sin que necesariamente se ingrese.

“Y lo peor está por llegar”, añade Alarcón, recordando que las cuentas de 2021 incluyen las mismas partidas. “Entiendo que si se aprueba una nueva tasa y esa aprobación es legal, no se puede renunciar a su cobro”, sin embargo “el equipo de gobierno no ha hecho nada, ni siquiera ha iniciado el procedimiento para aprobar la ordenanza que le dé cobertura legal, y está terminando abril. Es la misma mentira y estafa del año pasado”.

“VERGÜENZA”

En términos muy similares se pronuncia Felipe Cayuela (Carboneras Avanza, CA). Al líder de la oposición le parece una “vergüenza” constatar que el 20% de los ingresos previstos sean “mentira” a pesar de las “advertencias” de la tesorera y los tres partidos de la oposición.

Al igual que el portavoz del PP, el de CA apunta que el Gobierno municipal “infló” sus previsiones de recaudación “a sabiendas” de que eran “falsas”. Prueba de ello sería “que no emitieran ni un solo recibo”. Y no lo habrían hecho porque “sabían” que en el momento en que lo hicieran, las empresas afectadas acudirían a los juzgados.

“Se trata de una estrategia para disponer sobre el papel de un dinero que nunca existirá y, de esa manera, endeudar a Carboneras”, apostilla Cayuela.

“VAGOS”

Para Salvador Hernández (GICAR) esta información “demuestra que estamos ante un triste y vago gobierno que miente e infla los Presupuestos con asombrosa naturalidad”.

Hernández -que al inicio del mandato fue concejal de Hacienda en el Ejecutivo de coalición presidido por José Luis Amérigo (PSOE) y fue destituido por promover una fallida moción de censura- dice que mostró el camino a sus entonces socios de gobierno para recaudar todos los años “alrededor de dos millones” de euros con estas tasas, pero que –como señaló la tesorera en su informe- era preciso elaborar y aprobar una ordenanza. Sin embargo, “se limitaron a incluir las partidas sin darles cobertura legal a través de una Ordenanza”.

El exalcalde independiente reprocha a los actuales gobernantes haber perdido la oportunidad de ingresar “cerca de cuatro millones de euros en dos años por la manifiesta incapacidad y pereza del alcalde y del concejal de Hacienda”.

“Llevan dos años de vacaciones a costa de todos los carboneros –dice el edil-. Recibieron un Ayuntamiento saneado y al ritmo que llevan pronto tendrán que pedir un crédito para el gasto corriente y mantener sus inflados sueldos”.

“No generan recursos, no invierten, no crean empleo, no atraen inversiones. Un Gobierno sin pulso y sin coraje. Apoltronado y perezoso”, concluye.