Lubrín gana en los tribunales a una empresa que ofertó 'a la baja' una obra que acabó en 'chapuza'

Incumplimiento de plazos y abandono llevaron al Ayuntamiento a terminar la obra por sus propios medios



ALMERÍA HOY / 21·04·2021

El Ayuntamiento de Lubrín ha ganado la batalla judicial a la empresa Inversiones y Promociones Tágilis, a la que le fue adjudicada por concurso público una obra de la Diputación Provincial de Almería con cargo al programa Acelera 2020. La empresa ganó el concurso al ser la oferta más baja de cuantas concurrieron al concurso. En un comunicado remitido por el consistorio de Lubrín se relata que una vez "iniciadas las obras, los retrasos y un largo etcétera de anomalías que llegaron a bloquear el centro neurálgico de la localidad durante las pasadas navidades, llevaron al Consistorio a tomar las riendas de la situación". El propio Ayuntamiento reconoce haber realizado varios requerimientos a la empresa "tras varios días de abandono" tomó la determinación de contratar a un tercero "para que devolviese a la normalidad las calles de la localidad".

"La respuesta de la empresa constructora Iglemar, subcontratada por la que ganó el concurso, fue presentar una denuncia contra el Ayuntamiento imputándonos unos supuestos hechos penales, por haber tomado las riendas de los destrozos que causaron", argumenta el comunicado municipal. Unos meses después el juzgado de Instrucción número 3 de Vera ha sobreseído la causa ordenando su archivo, negando que exista infracción penal alguna. Para el Ayuntamiento de Lubrín "el problema es que aunque hemos conseguido normalizar la situación en las calles del pueblo, la empresa en cuestión utilizó un solar del polígono industrial como si fuese un vertedero". El alcalde de Lubrín, Domingo Ramos, ha relatado que "han dejado todos sus escombros, cuando es algo, en primer lugar, ilegal pero, además, en parajes como Lubrín sencillamente no nos lo podemos permitir”. Ante esta situación, el alcalde ha solicitado una actuación urgente de la Diputación Provincial con el fin de que revisen tanto el modelo de contratación como la supervisión de las obras que se llevan a cabo en los municipios de interior. “Saben perfectamente que para cualquier pueblo como el nuestro de apenas 1.500 habitantes una mínima obra es un mundo", dice el primer edil. "Saben que nos cuesta horrores conseguir la más insignificante inversión pública y muchísimo mas mantener unos mínimos de habitabilidad que nos permitan retener empresas y población, por lo que es inadmisible que miren hacia otro lado cuando se dan este tipo de actuaciones", ha manifestado.

Domingo Ramos batalla desde el mes de diciembre para que se den por finalizadas las obras, previa retirada de los escombros vertidos en el polígono industrial con sendos escritos e informes presentados durante enero, febrero y marzo “pero parece que no sólo existe un claro interés en que nos den poco sino que, además, debe haber quien lucha expresamente para impedir que llegue lo más mínimo al pueblo".